La Asociación Madres de Plaza de Mayo emitió un documento que se titula “Pará la mano, Milei” y compara el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich para el “mantenimiento del orden público ante cortes de vías de circulación” con el primer comunicado de la dictadura de Videla, Massera & Agosti el 24 de marzo de 1976. “Con la medida, el Gobierno asume para sí facultades que son propias del Poder Judicial, violando las garantías mínimas que distinguen a un sistema democrático de una dictadura. Además, consagra el espionaje contras las organizaciones sociales, políticas y sindicales con el pretexto de la seguridad pública”, expresó el organismo que presidía Hebe de Bonafini.
“La única inseguridad es la que el Gobierno ha decretado con las medidas económicas y el proceso híper inflacionario que estas han desatado”, señala, y advierte que “la resistencia popular será incontenible y, tarde o temprano, se expresará en las calles”. “Las Madres llevamos 2.383 marchas pacíficas, pero profundamente políticas, en la Plaza de Mayo, cada jueves. Seguiremos allí hasta que el pueblo sea feliz como querían nuestros hijos. Hoy más que nunca, decimos: ¡Pará la mano, Milei! ¡Ni un paso atrás!”, concluye el comunicado que también firman las filiales de Mar del Plata, Mendoza y Tucumán.
Bullrich parece no amilanarse ante las críticas y salió directamente a confrontar con las organizaciones sociales que el miércoles próximo se movilizarán al cumplirse 22 años de la represión que marcó el fin del gobierno de la Alianza. “Estamos en un momento difícil del país. Necesitamos que todos colaboren. Ese día se quedan en su casa o vayan a realizar un trabajo. Que vayan a hacer lo que tienen que hacer en vez de marchar", reclamó la ministra de Seguridad.
"Lo único que hemos hecho con este protocolo es ordenar y que las personas sepan qué consecuencias van a tener si cortan la calle. Pueden manifestar lo que quieran, pero lo tienen que hacer sin cortar las vías de circulación: pueden ir por la vereda, pedir una plaza, ir a un parque. Lo que no pueden es cortar la calle, porque eso afecta la vida de millones y millones de argentinos", sostuvo Bullrich en defensa de su estrategia --que ya está siendo impugnada en fueros internacionales.