En medio del “Caputazo”, el paquete de medidas de ajuste económico que desplegó el gobierno de Javier Milei, los intendentes de la provincia de Buenos Aires fueron asumiendo sus funciones. Tal es el caso de Sergio Barenghi en Bragado, donde el peronismo volvió a comandar el municipio luego de ocho años. Su visión es concordante con la de Axel Kicillof: en la provincia no ganó el modelo de Milei.

En la esfera privada el intendente es propietario de Sileo, una fábrica de colchones y sommiers en su localidad. Barenghi lamenta los nueve puntos que anunció el ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo. Dice que la devaluación y una posible apertura de importaciones "traerán una baja productividad y muchos otros problemas". 

“Pero no pasa por mi situación personal, sino en el sector PyME en Bragado que viene de crecer mucho, porque en estos tres años se construyeron más metros cuadrados dentro del Parque Industrial local que en toda su historia”, señala.

A partir de una unidad del peronismo consolidada a través de dirigentes como Darío Duretti, al frente de Casa Peronista, y un colectivo de representantes del peronismo y otros partidos políticos, Barenghi le sacó más de diez puntos al, ahora, ex intendente vecinalista, Vicente Gatica.

Respecto de la transición con quienes vienen de gobernar por ocho años, tiene una frase de cabecera: “No hay que llorar”. A pesar de que el pago de los sueldos de diciembre aún no está cien por ciento confirmada a raíz de las condiciones financieras en las que recibió el municipio, Barenghi confía en una pronta solución producto del acompañamiento de la Provincia y el comienzo de una gestión austera.

—Kicillof dijo en la reunión con los intendentes que en la provincia no ganó Milei, ¿Cómo van a ser las gestiones con un Gobierno Nacional que da señales de poco apoyo?

—Yo respondo totalmente al liderazgo de Kicillof. Voy a acompañar en todo lo que nuestro gobernador decida. No vamos a renunciar de ninguna manera a que el municipio genere trabajo, que impulse actividades, crecimiento, y expandir el turismo. Confío en que nuestro gobernador traerá respuestas a las distintas problemáticas que surgirán, sabiendo lo que le toca afrontar con este Gobierno Nacional.

—¿A qué se refiere?

—A que esperábamos otra cosa, otro resultado en las elecciones. Yo confiaba totalmente en que iba a ganar Sergio Massa y se iba a continuar la obra pública, el apoyo a los municipios, a los lugares más alejados. En esa línea, nuestro gobernador ha aportado muchísimo los últimos cuatro años para que poblaciones rurales tengan lo necesario para que la gente no se quiera ir y se quede en su pueblo. Kicillof plantea un federalismo hacia adentro de la Provincia. Seguramente nos vamos a reunir en estos días.

—¿Cuál es el objetivo de esa reunión?

—Quiero transmitirle la fuerza y el respaldo de una comunidad que lo apoyó. Una comunidad como la de Bragado que espera que el proceso industrial continúe, que no se frene la posibilidad de que nuestros vecinos lleven adelante iniciativas productivas. Ahora, a nivel local, estamos en una etapa de tomar decisiones que no esperábamos. Si no, todo se convertiría en un caos por falta de recursos.

—¿Por qué?

—Porque estamos en una situación económica muy ajustada. Todavía no tenemos garantizado el pago de los sueldos de diciembre producto de cómo quedaron las cuentas municipales. Seguramente debamos requerir ayuda de la provincia.

—¿Ya tuvo conversaciones al respecto?

—Si. Ya estuve hablando con el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, y seguramente la semana que viene podré ir con los números en la mano y plantear cuál es la necesidad de Bragado.

—Usted es empresario, ¿Cómo ve que repercute la devaluación?

—De manera muy negativa. Te deja sin proyección y sin poder planificar nada. Tengo una preocupación importante porque Bragado tiene un sector PyME industrial que ha crecido mucho. En estos tres años se construyeron más metros cuadrados que en toda su historia dentro de nuestro Parque Industrial. Tengo temor de que este proceso que se encaró desde Nación sea perjudicial. Confío en la experiencia de nuestros empresarios PyMEs, que es una comunidad que genera empleo genuino.

—¿Qué significa para las PyMEs una apertura total de las importaciones y una desregulación de la economía?

—Las PyMEs no están en condiciones de afrontar un desafío de esa naturaleza. Por su escala, por las cargas impositivas vigentes, no podemos hacer frente a la desregulación. Traerá una baja en la productividad y muchos problemas.

—¿A quién le sirve eso?

—Evidentemente a trabajadores no. Tampoco a las PyMEs. Quizás cuando una empresa tiene escala suficiente se convierte y pasa de productora a importadora y listo. Apuntará a otro público, pero puede optar. Hacerlo o no. Los que no pueden optar son los trabajadores. Si importan, los trabajadores se quedan sin empleo.

—¿Cuál sería el impacto público?

—Creo que todavía habrá instancias de negociación, pero es evidente que la línea está trazada y hasta puede incluir un desfinanciamiento a la Provincia. Aún no se ve, pero eso traería consecuencias muy negativas, con mucho desorden social. Pero soy respetuoso de lo que la gente votó y nosotros no vamos a movilizar nada. Respetamos lo que la gente decidió. Si la sociedad quiere respetar este modelo, está bien. Si la gente se moviliza será autónoma. Nosotros no vamos a empujar esto. Nosotros estuvimos del otro lado, planteamos otro modelo, y no se dio.

—¿Por qué desde el actual Gobierno Nacional se habla de la “peor herencia de la historia”?

—Es un modo de instalación mediática para ganar tiempo. Cuando la sociedad elige cambiar, es por los motivos que están a la vista. No se puede hacer hincapié en lo que me dejó el otro. Además, acá no se dejó nada porque Massa se presentó a las elecciones. A nosotros no nos votaron porque la sociedad vio lo que había y optó por otro camino para intentar resolver los problemas. Ganó un tipo que ingresó a la política hace dos años, sin experiencia, sin equipo, y la sociedad lo eligió porque pensó que nuestro espacio no podía resolver los problemas. La sociedad ya evaluó al momento de votar, y Javier Milei debe mejorar la realidad de los argentinos. Eso se aclaró con el voto.

—¿A usted le tocó vivir una situación difícil en Bragado respecto a la transición?

—Lastimosamente, en muchos cambios de gestión municipal pasa que después de perder la elección quien sigue al frente por un par de meses no pone la misma eficiencia al trabajo que cuando se gana y hay continuidad. Pero no vengo a hacer de esto algo en lo que me baso para llevar adelante la gestión. No soy de llorar. Yo miro para adelante y confío en hacer una muy buena gestión, ordenar la comunidad, y darle crecimiento. Esto que sucede ahora es circunstancial. Más allá de todo, no dejaremos de estar atentos a los sectores vulnerables que requieren una mirada profunda porque ya la están pasando mal. Además, hemos empezado un proceso de reducción de gastos en cada área. Es una bajada de línea para todas las secretarias.

—Habló de un caos por falta de recursos, ¿Hay medidas de ahorro en práctica?

—Comenzamos con una reducción en los cargos políticos. A su vez, ingresamos a la Municipalidad con menos direcciones de las que había y vamos a reducir en un 15 por ciento la planta política. Planteamos y llevamos adelante un gobierno de austeridad. Están en revisión los contratos firmados en el último año, así como los alquileres de inmuebles que firmó gestión anterior. Lo que estamos haciendo es reconocer las verdaderas prioridades, pero posponiendo cosas importantes como inversiones en deporte y cultura.

—¿Cuáles serían las prioridades?

—En primer término, la salud. Estamos detrás de los insumos que nos reclaman nuestros profesionales para poder operar y en el equipamiento necesario para que las habitaciones del hospital municipal puedan recibir pacientes. Después está todo lo referido a servicios que debe brindar el municipio como limpieza, recolección de residuos y ramas, riego, corte de paso. Realmente tenemos un faltante muy importante de maquinaria, principalmente la liviana para hacer tareas cotidianas como bordeadoras para cortar el pasto. Por eso, desde el 10 de diciembre estamos poniendo el énfasis en que el personal de la Municipalidad vuelva a sentirse valorado, y saber que hoy nos toca hacer mucho con poco.

—Hace pocos días presentó el presupuesto para 2024, ¿Cómo se proyectó el año que viene tras las medidas anunciadas por el gobierno de Milei?

—Con incertidumbre. Son muchas las variables que nosotros no manejamos. No sabemos cuál será el peso de la inflación a lo largo del próximo, por ejemplo. Pero había que tener la herramienta y había que presentarlo. Hay que entender que venimos de atravesar una sequía enorme, por la que al sector rural no se le había aumentado la tasa durante todo el año pasado porque cosecha fue mala. Eso tiene un atraso importantísimo en el valor de tasas. Lo mismo en zonas urbanas donde una vivienda en zona media de nuestra comunidad paga 1.500 pesos de tasa y hay que ofrecerle servicio de recolección de residuos, riego, ramas. Tampoco podemos salir a cobrar tasas que no se pueden pagar. Hay que usar la voluntad para hacer cosas, no derrochar ni un litro de combustible, y ver que todos los funcionarios estén en las tareas.

—En su análisis sobre las diferencias entre Nación y Provincia señaló el valor de la obra pública. ¿Qué consecuencias traería un parate en Bragado?

 

—Nosotros venimos de hacer una licitación por una obra de gas para dotar del servicio a la localidad de Mechita, y es con fondos de la Provincia, que esperemos poder encarar. Desde Nación quedó inconclusa la posibilidad de contar con un gimnasio para el municipio por el cuál habíamos tenido conversaciones. También la reparación del Hogar de Niños Arnaldo Mignaquy que el Estado Nacional tomo la decisión de hacerlo. Sería importante poder concluirlas, particularmente la del Hogar porque ya hubo que trasladar a los chicos a otro lado por las condiciones edilicias del lugar.

—¿Cómo fue la respuesta de los empleados municipales?

—Muy buena. Desde el 10 de diciembre estamos trabajando para fortalecer a los trabajadores de la municipalidad, que hoy le están poniendo el hombro a trabajar con pocos recursos. De mi parte tendrán mucha vocación de trabajo. Como le dije a los bragadenses, estaré 24x7 encima de los problemas de los vecinos y más aún en esta coyuntura. Hoy atiendo en mi despacho de lunes a lunes, trabajando de forma permanente para tener un municipio ordenado, limpio, prestando los servicios que corresponde. Estamos atentos a todas las demandas, primordialmente en la salud, a los chicos, ancianos y mujeres a cargo de hogares.