Corrida de las áreas de Seguridad y Defensa, la vicepresidenta Victoria Villarruel consiguió un guiño en otro de los temas que le interesa: la política de memoria, verdad y justicia. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sostuvo que se debe juzgar “integralmente” lo que sucedió en los años ‘70 en línea con lo que persigue desde hace tiempo Villarruel: sentar en el banquillo de los acusados a los militantes que sobrevivieron aquella época.

“Todos los juicios que están en trámite seguirán por su canal normal a través de la justicia en forma independiente y libre, y con los estándares que hoy existen”, prometió Cúneo Libarona en una entrevista que brindó al diario La Nación.

“Lo que yo quiero es ampliar los derechos humanos”, dijo el titular de la cartera de Justicia, y explicitó que quería poner a las víctimas como centro del derecho penal. Entre las víctimas mencionó a una señora que la engañan y le sacan 30.000 dólares, a un señor que lo acuchillan en Avenida del Libertador o a otro que le roban el celular.

Cuando le consultaron por la reivindicación de los militares que impulsa Villarruel, Cúneo contestó: “La política de derechos humanos va a tener esa mirada también. El fallo del Juicio a las Juntas en su punto 8 trata eso también. Lo que dice la doctora Villarruel debe estar presente arriba de la mesa”. Posiblemente Cúneo se refiera al capítulo 6 de la sentencia en la causa 13/84, que hace referencia a la situación previa al golpe y a los decretos que habilitaron la actuación de las Fuerzas Armadas  durante el gobierno constitucional.

“Tiene que juzgarse integralmente lo que sucedió”, coincidió. Villarruel encabeza desde 2006 una organización que se creó como reacción a la reapertura de los procesos contra los represores. Desde allí, se buscó juzgar a los militantes –posiblemente siguiendo el consejo que el exjefe de la SIDE Carlos Alberto Martínez le dio al Foro de Generales Retirados: promover las causas contra los militantes como estrategia para forzar una amnistía general.

Cúneo Libarona también justificó su elección del exjuez Alberto Luis Baños para conducir la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (SDH), y dijo que tanto Baños como Marcelo Ruiz– quien se presenta como asesor “plenipotenciario” del ministro de Justicia– fueron cordial y amistosamente recibidos por los organismos de derechos humanos en la exESMA.

Esta afirmación no es estrictamente cierta porque sus enviados solo tuvieron contacto con los organismos que integran el directorio del ente que gestiona la exESMA y no con la mesa de organismos que siguen la agenda nacional en la temática. Fue una charla informal que se dio durante unos minutos el miércoles pasado, después de que Baños se reuniera con los directores de las distintas áreas de la SDH.

La primera incursión de Baños en la SDH fue el martes pasado, cuando se entrevistó con el secretario saliente, Horacio Pietragalla Corti. La reunión transcurrió sin sobresaltos. Según trascendió, Baños se comprometió a continuar con los juicios de lesa y la política de violencia institucional, aunque sí habló de esta idea de “ampliar” el universo de víctimas con el trabaja la Secretaría. Trabajadores de la SDH entendieron que podría ser la forma de incluir a las “víctimas del terrorismo” que invoca Villarruel.

Cúneo Libarona, en un reportaje con El País de España, justificó que el ministerio que conduzca ya no lleve el nombre de Justicia y Derechos Humanos. "Creo que los derechos humanos están dentro de la palabra justicia. Los englobo. Los derechos humanos son mucho más que los desaparecidos, el terrorismo de Estado, el terrorismo", dijo.