“Crecí deseando que gane todo lo que juegue, ¿no? Siempre pensé que si iba a hacerle una obra tenía que esperar a que de alguna manera terminara su ciclo, ¿y qué mejor manera que con un Mundial ganado?”, plantea Agustín Guerrero. El pianista y compositor, figura emblemática del tango siglo XXI, lanzó en plataformas digitales “Mi tango a Messi”, una obra dedicada a Lionel, en el primer aniversario del Mundial, ganado por la Selección Argentina en Qatar. Además, a las 21 de este lunes también lanzará un videoclip –dirigido por Gonzalo Duro- en Youtube.

“Esa misma noche después de emborracharme y festejar con mi compañera Mariana, volví y compuse el tema lírico, el tema más emotivo, más expresivo, que es el segundo tema de la obra”, recuerda Guerrero. Según explica el pianista, el formato, espíritu y estructura de la obra la emparenta con la mítica “Adiós Nonino”, de Ástor Piazzolla. “Es una obra bitemática, con dos melodías, e intenté hacer lo que Piazzolla en la versión más extensa y desarrollada de ‘Adiós Nonino’, la que hace en el Teatro Colón”, cuenta. “Si se le va a dedicar algo a Messi tiene que ser realmente grande y extenso, que pase por diferentes situaciones”.

Guerrero cuenta que en la obra buscó alternar emoción y épica y reflejar en la música el vínculo de la Pulga con la Selección argentina, incluso los momentos duros. “En un momento parece que él abandona, que se siente muy golpeado, incluso insultado, pero al final de cuentas vuelve para conseguir la gloria y eso tiene su heroísmo y le corresponde algo épico”, precisa en torno a sus ideas musicales. “Por otro lado, quise reflejar su fútbol. Por eso el tema rítmico, esa cosa veloz, electrizante, donde se encuentra reflejado su fútbol”, destaca. “En el final se pierde la cosa épica y gana lo nostálgico, esto es un tango y no quería que deje de estar afuera lo que de alguna manera ya fue: yo sentí nostalgia automáticamente después que terminó el Mundial y que Argentina fue campeón. Nostalgia por Messi y por toda su vida”.

Al Agustín Guerrero Quinteto (que se completa con Manu Barrios –fueye-, Martín Rodríguez –guitarra eléctrica-, Diego Rodríguez –contrabajo y bajo eléctrico- y Lucas Diego –batería-) se suman habitualmente Duro y Pablo Marchetti en el rol de locutor y poeta. Justamente Marchetti fue el encargado de la letra de la obra, quien de alguna manera acerca una comparación entre la figura de Messi y la de Diego Armando Maradona, algo que se replica también en el videoclip. “Creo que hay muchísima relación, porque fueron los dos grandes jugadores que han tenido su vuelo internacional importantísimo, pero que de alguna manera no dejaron de ser nunca del barrio”, reflexiona Guerrero. “Es imposible pensar en Messi sin también pensar en Maradona y lo que significó. Me parece que son cuestiones generacionales y a mí porque viví todo ese proceso de chico, me acompañé en la vida de Messi, me parece que con él siento una devoción mayor que por cualquier otro deportista”, reconoce el compositor. “Y ambos tuvieron un amor inmenso por Argentina, que Messi demuestra, por ejemplo, cuando le proponen jugar para España siendo un pibe y él decide que quiere jugar para Argentina”.

Agustín nació en el ‘88. No vivió la consagración del ’86 y ni siquiera fue consciente de la épica del ’90. Creció con las penas de los siguientes mundiales, hasta la ilusión (y decepción) del 2014. “Fue una patada en los huevos no haber ganado esa final”, abandona todo academicismo. “Sentí que era el Mundial de Messi y resultó que no, así que ganar después, salir y ver al pueblo tan feliz en las calles fue algo hermoso. Llegué y escribí la melodía, gracias Messi por esa posibilidad”, rememora. “Lamentablemente en nuestro país vienen tiempos oscuros, muy oscuros, muy dolorosos, muy tristes, muy difíciles, muy enfermizos. Aunque sea haber tenido cercano ese festejo popular, quizá nos sirva para acordarnos de que se puede ser feliz también como pueblo y que eso es lo que tenemos que buscar”.