Juan Román Riquelme anotó el gol más importante de su vida. En las elecciones más politizadas y con la mayor concurrencia de socios de la historia del fútbol argentino (votaron 43.367 asociados), el ídolo mayor de los boquenses llegó a la presidencia del club ya que derrota por el 65 por ciento de los sufragios a la lista opositora que encabezaba Andrés Ibarra e impulsaba el expresidente de la Nación Mauricio Macri en las elecciones llevadas a cabo en tres carpas montadas sobre el campo de juego de la Bombonera. Cerca de las 23, el propio Ibarra aceptó la derrota aunque haciendo la salvedad de que no tomaba en cuenta los votos de las mesas que habían sido observados por la jueza Alejandra Abrevaya.
Con casi el 40 por ciento de las mesas contadas en el Salón Filiberto del estadio, el escrutinio arrojaba a favor de Román el 65 por ciento de los votos contra el 34,9 por ciento del macrismo, lo que convierte en irrelevante el recuento judicial de los votos que la oposición macrista impugnó por presuntas irregularidades en su paso de la condición de adherentes a activos. De los 13.364 socios que fueron oportunamente denunciados y que forzaron dos medidas cautelares de la jueza Abrevaya, una de las cuales postergó los comicios por quince días, sólo 6500 se presentaron a votar. En esas mesas, las ventajas a favor de la lista de Riquelme fueron mucho mayores que las que se lograron en el resto por lo que fueron observadas por los abogados de la oposición macrista.
La victoria del ídolo boquense y en paralelo, la derrota de Macri (quien no estuvo presente porque en la madrugada del sábado viajó a presenciar el Campeonato Mundial de Clubes a Arabia Saudita) también desacomodan politicamente al presidente Javier Milei, quien concurrió a votar a primera hora de la mañana y había expresado en público su respaldo a la lista macrista, y a la llegada de Martín Palermo a la dirección técnica del primer equipo. A partir de este resultado, crecen las posibilidades de que el nuevo presidente de Boca anuncie esta semana a Diego Martínez, el exentrenador de Tigre y Huracán como el nuevo técnico para la temporada 2024 y a Arturo Vidal y a Ever Banega como los primeros refuerzos.
Milei llegó a la Bombonera a las 10,12 de la mañana del domingo en medio un operativo diseñado por la custodia presidencial y la seguridad del club e ingresó a la carpa A por una de las esquinas del campo de juego. Le llevó apenas siete minutos votar en la mesa 19 y luego se retiró en medio de silbidos e insultos de los asociados boquenses, algunos de los cuales empezaron a corear "el club de los socios". La referencia tiene que ver con el impulso que el presidente de la Nacion le viene dando al modelo de las sociedades anónimas deportivas para el futuro del fútbol argentino y que podría imponer esta misma semana a través de un decreto de necesidad y urgencia.
Durante la áspera campaña y con un mensaje dirigido al corazón del hincha boquense, Riquelme reiteradamente acusó al macrismo de querer entregar al club a capitales privados y se opuso con tenacidad a la construcción de un nuevo estadio para 105 mil espectadores en la zona de Casa Amarilla. Por lo que su triunfo también puede interpretarse como una nueva negativa rotunda de los socios a cualquier proyecto de conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas.
El nuevo presidente de Boca emitió su voto poco después de las 15 en la mesa 75 de la carpa A de la que salió rodeado de decenas de hinchas y socios que saltaban y cantaban a su lado y luego se dirigió a su centro de operaciones ubicado frente a la Bombonera en la esquina de Aristóbulo del Valle e Irala. Allí lo esperaban su familia, su núcleo de amigos más cercanos y ex jugadores boquenses como Marcelo Delgado, Blas Giunta, Raúl Cascini, Diego Soñora, Antonio Barijho, Alberto Márcico y Sergio "Manteca" Martínez. Tras compartir un rato con ellos, luego del cierre de los comicios Riquelme se dirigió a Casa Amarilla desde donde siguió la evolución mesa a mesa del recuento.
Debe resaltarse que las elecciones se realizaron con total normalidad y con gran fluidez en el ingreso y egreso de los socios a las tres carpas levantadas sobre el césped de la Bombonera. A pesar del vendaval de viento y lluvia que castigó la ciudad de Buenos Aires y el conurbano durante la madrugada y de la mañana destemplada, las calles de los alrededores del viejo estadio de la Ribera desde temprano estuvieron recorridas por miles de socias y socios ataviados con la casaca azul y oro. Y con una sonrisa de felicidad en sus rostros por haber podido finalmente elegir a Juan Román Riquelme como el nuevo presidente del país de los boquenses.