Con Emanuel Ginóbili jugando su decimoquinto año en San Antonio Spurs y Nicolás Brussino cumpliendo su segundo año en el mejor básquet del mundo –ahora en Atlanta Hawks, porque en el 2016 militó en Dallas Mavericks, su rival en el debut de mañana–, hoy se abre una nueva temporada de la NBA, que en la jornada inaugural tendrá los partidos entre Golden State Warriors-Houston Rockets y Cleveland Cavaliers-Boston Celtics.
Chris Paul está ahora en los Rockets. Carmelo Anthony y Paul George pasaron a Oklahoma. Dwyane Wade jugará para los Cavaliers. Kyrie Irving y Gordon Hayward llegaron a los Celtics. Pero todos los pronósticos apuntan a que otra vez los Warriors levantarán el trofeo al final del torneo.
En la campaña pasada los Warriors ganaron 67 partidos e incorporaron a Kevin Durant a una ofensiva que era ya temible. Después de su racha ganadora en la fase regular, llegaron a un record de 16-1 en los playoff para sumar su segundo anillo de campeones en tres años.
Mientras, los otros equipos trajeron jugadores mediante intercambios o incorporaron a aquellos que estaban libres, los Warriors retuvieron a Durant y mejoraron el contrato de Stephen Curry, dos veces MVP. El astro cobrará 201 millones de dólares por cinco años. El objetivo: mantener intacto el núcleo del equipo, junto a figuras como Klay Thompson y Draymond Green. Además, sumaron a veteranos como Nick Young y Omri Casspi. Dejando de lado una plaga de lesiones, es difícil imaginar quién podría vencer a estos Warriors. Lo que no significa que los otros equipos no vayan a intentarlo. En la Conferencia Oeste, los Rockets cuentan con Paul, James Harden y una columna de tiradores de tres puntos.
Por su parte, los Thunder (47-35), que dejaron ir a Durant en 2016,lograron dos grandes acuerdos para traer a Anthony y a George, además de Russell Westbrook, actual MVP.
Ahí están, desde luego, los San Antonio Spurs, que sumaron a Rudy Gay a un equipo que ya tiene a Kawhi Leonard y a LaMarcus Aldridge, cinco veces All-Star, además de contar con Manu Ginóbili y el español Pau Gasol. Los texanos harán su presentación mañana, ante Minnesota Timberwolves.
En el Este, el astro LeBron James y sus Cavaliers serán candidatos naturales para llegar por cuarta vez consecutiva a la final, pese a que los Celtics quizás hayan reducido diferencias con los campeones de 2016. Cleveland dejó ir a Irving a Boston en un intercambio que incluyó al escolta Isaiah Thomas. Irving, en tanto, se suma a Hayward –que llegó como agente libre– y al dominicano Al Horford en las filas de Boston.
Pero los Cavaliers no están sanos. James, cuatro veces MVP, sufre molestias en el tobillo y podría perderse el debut de hoy. Thomas, por su parte, estará de baja al menos hasta enero con una lesión de cadera. En el fondo, Cleveland planea arrancar con Wade y Derrick Rose, que han tenido mejores tiempos pero lucen rejuvenecidos.