El Vaticano acepta desde este lunes las bendiciones a parejas homosexuales o "en situaciones irregulares" para la doctrina católica, siempre y cuando no se confundan con un casamiento gay, al que continúa oponiéndose.
Estas bendiciones, aclara el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, "nunca se realizarán al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio".
Para que las bendiciones no se interpreten como matrimonios, su forma "no debe encontrar ninguna fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas". Es decir, no deben parecerse a una ceremonia de casamiento.
Aun con estas salvedades, se trata de la primera vez que el Vaticano tiene un gesto tan claro de aceptación a las parejas del mismo sexo, un tema que ya ha sido causal de tensiones internas en la Iglesia católica.
De todos modos, y a pesar de no estar reconocida por la Santa Sede, algunos sacerdotes ya bendecían antes a parejas del mismo sexo, sobre todo en Bélgica y Alemania.
Esta declaración se produce seis semanas después de la conclusión del Sínodo para el futuro de la Iglesia católica, una reunión mundial consultiva en la que obispos, mujeres y laicos debatieron cuestiones sociales como la aceptación de las personas LGTB y los divorciados vueltos a casar, consigna la agencia Télam.