La meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Cindy Fernández anticipó tras el temporal del fin de semana que en 2024 las tormentas intensas ocurrirán con mayor frecuencia que otros años, por lo que destacó la importancia de estar atentos a las alertas emitidas por el organismo.
"Este año con el fenómeno de El Niño las tormentas intensas van a ser más recurrentes que otros años típicos, es decir, este año hay más chance que haya tormentas fuertes que otros años", explicó Fernández.
En ese sentido, remarcó que es fundamental "estar atentos a la información oficial, a las alertas meteorológicas y saber qué hacer en caso de que ocurran".
El temporal de este sábado y domingo, que azotó con fuerza la región central de la Argentina con vientos de más de 150 kilómetros por hora, provocando la muerte de al menos 14 personas, la caída de miles de árboles, postes, cortes de suministro eléctrico y graves daños materiales, consistió en "tormentas severas con ráfagas destructivas", afirmó.
El fenómeno fue consecuencia de "varios días en los que predominó en el centro del país y el norte de la Patagonia una masa de aire extremadamente cálida, con muchísima humedad, por lo que era una masa de aire muy inestable", detalló.
A esto se le suma que desde mediados de la semana pasada comenzó a ingresar "mucho viento del norte" y se registraron "cortantes del viento, que son circulaciones de variaciones de vientos en las distintas capas de la atmósfera" y todos estos factores "predisponen a la formación de tormentas", indicó.
"Tenías todos los elementos juntos para la inestabilidad, pero para que se desarrolle la tormenta es necesario un desencadenante que fue el ingreso de un frente frío desde la Patagonia, que además venía intensificado por aire muy frío que generó que la formación de la tormenta sea más violenta", precisó la especialista.
El contraste de las temperaturas de los frentes de aire generó una serie de "tormentas severas con ráfagas destructivas" que "se organizaron en forma de línea, es decir, eran un montón de tormentas que avanzaron de manera ordenada y lineal".
La especialista detalló que en los radares podía verse una "franja de tormentas que comenzaba en el océano Atlántico, al sur de Buenos Aires, y recorría toda la provincia, pasando por el sur de Santa Fe, parte de La Pampa y terminaba en el norte de Córdoba".
En este sentido, también detalló que "dentro de esa franja" las tormentas variaban su intensidad y que algunas se caracterizaban por la caída de lluvia, como en La Pampa, donde cayeron entre 60 y 70 milímetros en poco tiempo, y otras por la intensidad de los vientos, como en Bahía Blanca, donde se registraron vientos de 153 kilómetros por hora, o en el AMBA (Área Metropolitana) entre 100 y 132".
Fernández explicó que si bien en la Argentina "las tormentas severas ocurren todo el tiempo", esta "tuvo la particularidad de ser enorme", ya que abarcó un área de 1500 kilómetros pasando "por arriba de un montón de ciudades". Además, "los daños fueron muchos y muy visibles por la cantidad de zonas pobladas que afectó", señaló.
Por lo general, aclaró la meteoróloga, estos fenómenos "son mucho más pequeños y, dado que nuestro territorio tiene más zona rural que urbana, los daños son menores y tienen menos visibilidad".