Desde Caracas
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desconoce los resultados de las elecciones regionales del domingo y acusa al gobierno de cometer fraude. Durante la última década, la oposición después de cada revés en las urnas ha denunciado sistemáticamente fraude. Lo que corresponde según la norma electoral vigente en Venezuela es que si una persona o fuerza política no está de acuerdo con los resultados puede interponer un recurso ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) con el objeto de impugnarlos, recordaba ayer en la tarde la presidenta del Poder Electoral, Tibisay Lucena. Hasta ahora la MUD no ha utilizado esta herramienta legal y se limita a declaraciones en la prensa. El gobierno de Nicolás Maduro llamó a la oposición a no deslegitimar los resultados y no negar la realidad de un mapa electoral adverso.
En medio de las acusaciones de fraude, la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) Delcy Rodríguez, anunció que hoy se juramentarán los nuevos gobernadores electos. Lo que seguramente dará lugar a otra polémica dado que la oposición no reconoce a la ANC, pero sin embargo acudió a las elecciones regionales reprogramadas para anteayer por esa misma Asamblea.
Las elecciones estadales dieron 17 gobernaciones al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y cinco a la oposición. Al cierre esta edición faltaba la definición del Consejo Nacional Electoral sobre el estado Bolívar, debido a que el organismo no consideraba ninguna tendencia como irreversible. Pero según información dada a conocer ayer por la tarde por Diosdado Cabello Rondón, vicepresidente del PSUV y constituyente, el estado de Bolívar sería también retenido por el chavismo.
Estas elecciones de gobernadores registraron una participación récord, 61,14% de los empadronados fueron a votar, lo que representa más del 10 millones de ciudadanos. En las últimas elecciones regionales de 2012 los votantes no superaron el 54 % del padrón electoral. En este sentido en su informe final los observadores extranjeros del Consejo de Expertos Electorales de América Latina (CEEAL) concluyeron que la voluntad de los venezolanos expresada en las urnas fue respetada.
Pero a pesar de estas valoraciones el gobierno de Estados Unidos, en sintonía con la oposición venezolana, consideró que las elecciones no fueron justas ni libres.
La posición del gobierno de Trump estimula la falta de reconocimiento por parte de la oposición. En tal sentido la MUD emitió un comunicado ayer donde denuncia que se cometieron una serie de irregularidades, con las que fundamenta el supuesto fraude electoral.
Durante la última década la MUD después de cada derrota ha denunciado fraude, pero nunca recurrió a los mecanismo legales para impugnar las elecciones. En esta ocasión repite el patrón, “convocamos a todos los sectores sociales y políticos del país para la activación y movilización de la sociedad venezolana a luchar...”; pero la oposición carga un gran desgaste para convocar a este tipo de acciones. Luego de las barricadas y las movilizaciones que protagonizaron de abril a julio de este año, con el objeto de derrocar a Maduro, y que abandonaron porque se quedaron sin apoyo popular, parece difícil insistir con esa estrategia.
Diosdado Cabello llamó a la oposición a no deslegitimar los resultados y no negar la realidad de un mapa electoral adverso. También Cabello dijo que el PSUV acompañará el proceso de auditoría del ciento por ciento de las actas solicitado al CNE por el presidente Maduro. La oposición tiene derecho a acompañar todas las auditorías del proceso electoral y a plantear al CNE sus objeciones, pero en su comunicado no se vislumbra esta opción.
Las divisiones que la MUD acarrea ya han comenzado a asomar: el gobernador opositor saliente del estado Lara, Henri Falcón, reconoció anoche su derrota electoral, marcando distancia con el comunicado de la MUD. La gobernadora electa en el estado Táchira, Laidy Gómez, por la opositora Acción Democrática, cae en la contradicción de apoyar a los candidatos de la MUD que dicen haber sido víctimas de fraude, pero reconoce su propia elección como legítima arbitrada por el mismo Poder Electoral que la MUD cuestiona.
Este compendio de desaciertos y contradicciones en la estrategia opositora para desalojar del poder al chavismo, es lo que permite vislumbrar otra probable división en el seno de la MUD, de la mano del tradicional partido político Acción Democrática, liderado por Henry Ramos Allup, que ha sido el principal ganador en estas elecciones dentro de la coalición opositora. Ramos Allup ha reconocido estar interesado en su candidatura para las elecciones presidenciales previstas para el año próximo y probablemente no apoyará aventuras inciertas que perjudiquen sus ambiciones.