“Bochini es la palabra que acompaña a Independiente. Independiente es el nombre que acompaña a la historia de vida de Bochini”, dice "El Ruso" Norberto Verea sobre el máximo ídolo de los Rojos, a quien los integrantes del proyecto periodístico La pelota siempre al 10 le dedicaron una revista completa de reciente aparición. Con portada de un dibujo del Bocha rodeado de trofeos, el ejemplar de 44 páginas puede leerse tanto en formato digital como en el tradicional de papel.
Es un justo homenaje a una gloria del fútbol argentino por parte de periodistas y admiradores. Una radiografía desde la pasión. Un pedido de lectores de este proyecto periodístico que había dedicado sus números anteriores a Pablo Aimar, Juan Román Riquelme, Alejandro Sabella, Lionel Scaloni y Carlos Griguol. “¿Y el Bocha para cuándo?”, le cuenta a Página/12 el director periodístico, Sebastián Tafuro, que le solían preguntar cada vez que aparecía un nuevo ejemplar.
“Ir a verlo era una fiesta descomunal”, escribe el periodista Eduardo Caimi en un prólogo acompañado por una foto de los años '70 de Bochini y Diego Maradona, en la Doble Visera. “Una fiesta cargada de sentido, de identidad, de pertenencia”, agrega. Beto Tisinovich recuerda al pibe que llegó desde Zárate, Provincia de Buenos Aires, con el objetivo de probarse en San Lorenzo y Boca pero que terminó en Independiente. “Jugó e hizo jugar. Gambetas, goles, asistencias, títulos y el respeto siempre por el adversario. Hizo más gigante a una institución que ya venía con muchas conquistas y llena de hitos”, escribe.
Antropóloga y docente, y a la par futbolera, Rafaela Carignani nos acerca a un Bochini íntimo a través de una historia que atraviesa a su abuelo -el Pelado Carignani, como le decía el Bocha- y a su papá; y a ella, claro. Otras firmas cuentan del Bochini que hacía paredes con Daniel Bertoni, del Independiente que jugaba (y ganaba) Intercontinentales, como la final inolvidable del gol a la Juventus italiana con Dino Zoff en el arco; o la Intercontinental en Japón contra el Liverpool inglés a poco de la guerra de las Malvinas. También se recuerda al Bochini de Doce años de idas y vueltas en la Selección, como se titula el artículo que recuerda su paso por el equipo nacional. Una historia agridulce en la carrera del Bocha. Es raro ver sus fotos con camiseta celeste y blanca.
Claudio Gómez, autor de un libro imprescindible como El partido Rojo, relata la hazaña ante Talleres, en Córdoba, en una noche picante como pocas, que podría haber cambiado aún más la injerencia de la dictadura militar en el fútbol. Aquella noche del verano del '78 se jugó la final del Nacional del '77. El árbitro Roberto Barreiro le había regalado un penal y un gol con una mano grosera a Talleres. Y expulsó a tres jugadores del Rojo: Enzo Trossero, Omar Larrosa y Rubén Galván. Estaba todo dado para que los cordobeses, apañados por el general Luciano Benjamín Menéndez, se llevaran el título y le den impulso al fútbol provincial. Pero Bochini puso el 2 a 2 y como el gol visitante valía doble el Rojo dio la vuelta con tres menos. “El Bocha no gasta goles en partidos intrascendentes”, alecciona Gómez. El mismo Gómez que cierra el trabajo con un cuento que es un guiño a Roberto Fontanarrosa: 19 de diciembre de 1991 en vez del original 1971.
Lo nuevo de La pelota siempre al 10 se presentará el martes 19 de diciembre a las 19 en la Biblioteca de la sede de Independiente, en Avenida Mitre 470, Avellaneda.