Estados Unidos planteó este lunes a Israel la urgencia de que entre más ayuda humanitaria a Gaza, donde los muertos por la ofensiva militar israelí superan los 19.400 tras 73 días de guerra. Esta fue una de las cuestiones que abordó en Israel el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Mientras, desde Gaza se siguen denunciando masacres diarias con ataques a hospitales, aumentando el sufrimiento de los civiles, la mayoría de las víctimas.
Más ayuda
Austin subrayó la urgente necesidad de más ayuda y de que se la distribuya mejor entre los cerca de 1,9 millones de desplazados en enclave costero, cerca del 85 por ciento de su población.
Israel permite la entrada de ayuda humanitaria a través de Rafah, la frontera entre Egipto y la Franja, y desde el domingo --por presión de EE.UU.--, autorizó que la misma entre por primera vez de su propia frontera con Gaza, por el cruce Kerem Shalom. Pero llega a cuentagotas y es insuficiente: no cubre ni el 1 por ciento de las necesidades de una población exhausta por la guerra, según la Autoridad Nacional Palestina.
La ANP reclamó hoy que puedan acceder hasta mil camiones al día, muy lejos de lo que entra ahora, pues se necesitan un millón de litros de combustible, equipos de emergencia y una larga lista de asistencia humanitaria "para intentar salvar lo que se pueda" en el enclave costero, que va "hacia el abismo".
La de Austin es una nueva visita de un alto cargo del Gobierno de Joe Biden a Israel en los últimos días en un momento de diferencias entre Israel y Estados Unidos, su principal aliado, sobre la ofensiva en la Franja, tras advertir el presidente estadounidense de que los israelíes estaban perdiendo apoyos por el enorme costo de vidas entre los gazatíes.
En este punto, el secretario estadounidense y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, intercambiaron posiciones sobre el planteamiento de Estados Unidos de llevar la guerra por fases, para pasar a otra con ataques selectivos contra líderes de Hamás que eviten tantas víctimas civiles.
"Pronto seremos capaces de distinguir entre diferentes zonas en Gaza", comentó el ministro, "para gradualmente pasar a la siguiente fase y empezar a trabajar para que vuelva la población", que en gran parte huyó al sur del enclave. Pero lo harían sin una fecha tope, solo a su tiempo, porque antes Israel pretende alcanzar otros objetivos en el cambo de batalla, apuntó.
Más de 19.000 muertos
El último parte del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, eleva a 19.453 los muertos y a 52.286 los heridos, el 70 por ciento niños y mujeres, cuyo número puede ser mayor porque muchos cuerpos siguen bajo los escombros o en carreteras.
El ministerio denunció que en las últimas horas las fuerzas israelíes cometieron 16 masacres en el enclave palestino, como el ataque durante horas al hospital de Al Shifa en la ciudad de Gaza con 28 muertos y decenas de heridos. Pero los ataques no cesan y el Ejército israelí informa a diario de la consecución sobre el terreno de esos objetivos en la línea que comentó su ministro de Defensa.
Ahora están enfocados en abatir a miembros clave de Hamás y destruir el acceso a túneles utilizados por los islamistas para esconderse. En este momento se combate fuertemente en la plaza de Shujaiya, un barrio a las afueras de la ciudad de Gaza donde, según Israel, los ‘terroristas’ habían levando una estatua que recordaba una batalla ganada contra el Ejército israelí en otra guerra en la Franja en 2014.
En el frente norte
En la frontera de Israel con el Líbano, el grupo chiita libanés Hezbolá reivindicó este lunes tres nuevos ataques contra diferentes posiciones militares del norte de Israel, en otra jornada de tensión y violencia. En una serie de comunicados, Hezbolá afirmó haber atacado "con armas apropiadas", que no especificó, "una concentración de soldados y vehículos israelíes en las inmediaciones del emplazamiento de Hamra", próximo a la frontera, en el norte del territorio israelí.
A lo largo de la jornada, las milicias atacaron con artillería "dos plataformas de la Cúpula de Hierro (sistema israelí de defensa antiaérea) en el norte de la colonia de Capri y causaron impactos precisos". Posteriormente lanzaron "una serie de misiles/cohetes contra la aldea ocupada de Al Jalisa (llamada colonia de Kiryat Shmona) en respuesta al ataque de Israel contra la ceremonia fúnebre en Aita al Shaab". Según los comunicados, ninguno de los ataques causaron bajas, si bien detallaron que "cualquier daño a civiles será recíproco".