A mediados de diciembre, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) bajó la tasa de interés de 133% a 110% nominal anual. La decisión, que sirve de referencia para los bancos comerciales, redunda en una reducción de la tasa de los plazos fijos tradicionales a un 9,16% mensual promedio, lejos de las proyecciones de inflación para los próximos meses. Qué son los plazos fijos UVA y qué impacto puede tener la medida en el dólar paralelo.
"En el contexto de un excedente significativo de liquidez y de elevada inflación, el directorio consideró prudente mantener una tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijo, que decidió establecer en 110% nominal anual", anunció en un comunicado oficial la máxima entidad financiera, que redujo así la tasa de referencia en 23 puntos porcentuales.
En paralelo, las proyecciones de alta inflación para los próximos meses son generalizadas. Incluso en ese sentido se pronunció el propio presidente Javier Milei en su primer discurso el día de su asunción y el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa. “Hoy la inflación corre en torno al 3.678% anual, este 1% de inflación diaria nos deja inmersos en una hiperinflación”, aseguró el portavoz.
Plazos fijos vs. inflación: cómo queda la diferencia
Las consultoras privadas registraron incrementos en los precios de entre 16% y 19% promedio en la primera quincena de diciembre. Desde el Gobierno, ya hablan de una inflación cercana al 30% para el último mes del 2023. El dato oficial lo dará a conocer el Indec este jueves por la tarde.
Con estos niveles inflacionarios, la tasa de 110% anual (y 9,16% mensual) pasa a ser una tasa real negativa y, por ende, muchos ahorristas quedan expuestos a una licuación importante de su dinero.
En el mejor de los casos, se espera que la diferencia entre la tasa que ofrece el plazo fijo tradicional y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el INDEC supere los 10 puntos porcentuales.
A partir de la afirmación de Adorni (que actualmente existe una tasa de inflación diaria del 1%), el cálculo es simple: pasados los 10 días, el plazo fijo tradicional comienza a "perder" contra la inflación.
Qué pasa con los plazos fijos UVA y qué puede pasar con el dólar
Con la reducción de la tasa, la opción de poner los pesos en un plazo fijo UVA, que se actualiza por inflación, cobra mayor atractivo. Sin embargo, estas colocaciones son a un mínimo de 90 días –y no 30 como los plazos fijos tradicionales–, por lo que en ese período el ahorrista no puede utilizar ese dinero.
Los plazos fijos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo, que informa de manera diaria el BCRA), están indexados al coeficiente CER –coeficiente de estabilización de referencia–. Por eso, en rigor, los UVA ofrecen un rendimiento que se ajusta a la inflación más un 1% anual. Lo que permite al ahorrista no perder sus ahorros frente al aumento general de precios.
A pesar del pedido de los bancos de discontinuar los plazos fijos UVA, el Banco Central los ratificó y afirmó en un comunicado “que resulta necesario que el sistema bancario continúe ofreciendo al público depósitos a plazo fijo ajustables por UVA”.
Es decir, que este instrumento continúa vigente. Sin embargo, en algunos casos los bancos ponen obstáculos en su tramitación para desincentivarlos, como por ejemplo la obligación de ir de forma presencial para suscribir a este método de ahorro.