Tres chimeneas de magma permanecen activas después de que se haya reducido gradualmente la actividad de la erupción volcánica en la península islandesa de Reykjanes –comenzada en la noche del martes--, informó la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO). A primera hora de la tarde se habían contabilizado aún cinco surtidores a lo largo de la fisura, que en su punto álgido presentaba actividad semejante a un muro de fuego a lo largo una extensión de cuatro kilómetros. El IMO señaló que la lava ha fluido principalmente hacia el este, aunque también hay una lengua que se está extendiendo hacia el oeste. Los surtidores de magma, que durante la noche llegaron a alcanzar 120 metros de alto según algunos medios, ahora suben hasta 30 metros como máximo, agregó el IMO.
Desde que comenzó la erupción se han registrado 320 movimientos sísmicos, el de mayor intensidad de 4,1 en la escala Richter. No obstante, existe una probabilidad aumentada de que se produzcan más erupciones a lo largo de la fisura inicial. Por el momento el fenómeno no pone en riesgo las casas de la localidad más próxima, Grindavík, que fue evacuada el pasado 10 de noviembre. Sin embargo, han señalado los expertos, la decreciente potencia de la erupción no es un indicador de que vaya a terminar pronto, sino sólo de que se ha estabilizado, mientras que el fenómeno puede prolongarse todavía durante meses.