El Observatorio Sindical de Géneros y Relaciones Laborales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Nacional registró en los últimos cuatro meses 169 acciones contra conquistas de los movimientos transfeministas y LGBTIQ+ dirigidas a activistas, símbolos, leyes o instituciones en 12 provincias del país, a partir del "avance de la violencia política de las nuevas derechas".
Los datos se desprenden del informe "El avance de la violencia política de las nuevas derechas frente a las conquistas de los movimientos feministas y LGTBIQNB+", que recaba información publicada en prensa de medios nacionales, sindicales y redes sociales de dirigentes y activistas desde el cierre de las elecciones primarias hasta el 7 de diciembre pasado.
La publicación diferencia cuatro formas en las que se manifiesta "la violencia política de estas nuevas derechas": contra activistas y dirigentes, contra leyes y resoluciones, contra instituciones y organizaciones y, por último, contra símbolos y discursos.
El 33% de estas acciones se dirigieron hacia leyes y resoluciones, las cuales buscan cuestionar y/o derogar derechos adquiridos que permiten la igualdad y equidad de géneros.
Por otra parte, el 30% de las acciones recolectadas atentaron contra organizaciones e instituciones.
Así, se registraron amenazas reiteradas contra las trabajadoras de la línea 144 encargada de acompañar y asistir a personas que transitan situaciones de violencia de género; además de dos amenazas de bombas contra el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad; y amenazas y hostigamiento reiterado contra las choferas encargadas de manejar la camioneta ploteada de esta institución, entre otros hechos que menciona el informe, difundido en las últimas horas.
El 24% de los sucesos registrados se refieren a violencia simbólica y discursiva.
El 17 de noviembre pasado, una persona se infiltró en al menos dos organizaciones TTNB y envió mensajes de odio por chat.
Por último, el 13% de las violencias se expresaron contra dirigentes y activistas.
Entre ellas se destaca la emboscada contra una persona que volvía a su casa luego de la Marcha del Orgullo en La Rioja, la golpiza a una maestra que llevaba la bandera del orgullo en su mochila en un colectivo en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, y las agresiones físicas que recibió la activista trans no binarie y defensora de derechos humanos Manu Mirelles.
"Este informe refleja solo una parte de las consecuencias del avance de la ultraderecha en Argentina y fija la lupa en el incremento de la violencia política, específicamente contra conquistas feministas, transfeministas y LGBTIQNB+ que buscan garantizar condiciones de mayor igualdad de género", sostiene un comunicado de ATE que difunde el informe.
Y agrega: "Estas formas de violencia pretenden debilitar movimientos políticos que mostraron gran capacidad de resistencia, organización, creatividad política, que lograron construir masividad y llevar adelante transformaciones que potenciaron la lucha de lxs trabajadorxs".