La Policía de la Ciudad secuestró este martes alrededor de un millar de granadas de fusil y otros explosivos, supuestamente desactivados, durante un allamiento realizado en un local del microcentro porteño.
El operativo se llevó a cabo en un comercio de rezagos militares y camping, ubicado en Hipólito Yrigoyen y Salta, a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, tras la denuncia que realizó un particular.
Lo llamativo del allanamiento es que se realizó unas pocas horas antes de la movilización a Plaza de Mayo contra el ajuste y en rechazo a las medidas antipiquetes impuestas por la ministra Patricia Bullrich.
Intervino el Juzgado Federal número 9, a cargo de María Eugenia Capucheti, el fiscal Guillermo Marijuan y la Divisón de Investigaciones de Armas de Fuego y Explosivos Ilícitos de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo personal encontró cerca de un millar de granadas y otro explosivos.
Los elementos se comercilizaban a través de internet y estaban destinados a coleccionistas. De todos modos, ante el hallazgo, las autoridades que intervinieron en el allanamiento decidieron secuestrar todo el material considerado peligroso.
“Es un allanamiento en un comercio que vende armas, entre ellas, granadas, mucha de ellas de rezago, pero que creen que algunas están activas”, dijo una fuente de la investigación. El comercio ofrecía en su sitio web municiones, cargadores, cascos y vainas, entre otros elementos.
Fuentes cercanas a la investigación apuntaron que los sorprendió la cantidad de explosivos encontrados y que el allanamiento se decidiera realizar el día previo a la marcha de organizaciones sociales , organismos de derechos humanos y sindicatos a Plaza de Mayo para enfrentar el plan de ajuste y defender el derecho a la protesta, que el nuevo gobierno criminaliza.