Las organizaciones que convocan a la marcha de este miércoles -la primera protesta contra el gobierno de Javier Milei, pero también en homenaje al 19 y 20 de diciembre de 2001- tienen previsto concentrar en dos puntos, el Congreso y el Obelisco, para marchar a las 16.30 hacia Plaza de Mayo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, está jugando todas sus fichas a impedir que los manifestantes pisen la Avenida 9 de Julio. Así lo plantearon funcionarios de su área en las conversaciones que, extraoficialmente, vienen teniendo con los referentes del Frente de Lucha Piquetero: “No vamos a permitir que corten la 9 de Julio”, es la advertencia que les hicieron llegar. Los dirigentes argumentaron, a su vez, que no quieren cortar sino marchar, pero esto supone que los dos brazos de la movilización crucen la Avenida 9 de Julio y durante algunos minutos -mientras pasan los manifestantes- el tránsito sea interrumpido. Desde Seguridad insisten en que esto no será permitido. En este punto de tensión estaban, al cierre de esta nota, los preparativos para la marcha.

No hay dudas de que Bullrich quiere llevarse una foto de este 20 de diciembre. En el mejor de los casos, el de un centro porteño con los manifestantes marchando por la vereda, en el peor, el de las fuerzas policiales imponiendo ese orden a los palazos. Como sea, una imagen que muestre que tiene la decisión de disciplinar a los piqueteros.

La jornada de protesta es convocada por el Frente de Lucha Piquetero (que lidera el Polo Obrero), el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, agrupaciones sindicales de base y partidos de izquierda.

Fue decidida hace un mes, cuando Javier Milei ya había ganado el balotaje pero aún no había asumido, en una asamblea que las organizaciones del Frente realizaron en el Parque Lezama. Aquel día votaron dos marchas: una en la última semana de gobierno del Frente de Todos, para denunciar sus incumplimientos en el envío de alimentos a los comedores y de herramientas para las cooperativas del Potenciar Trabajo; la otra, contra el gobierno de Milei, para confrontar con sus anuncios de campaña.

En el el mes que pasó, el ministro de Economía Luis Caputo anunció la devaluación, los acuerdos de precios sobre los bienes de la canasta básica fueron liberados, la inflación dio un salto, Bullrich anunció su protocolo antipiquetes y su par de Capital Humano, Sandra Pettovello, en lugar de anunciar medidas de asistencia adelantó que les quitará los planes sociales a quienes realicen cortes. En esta situación, a la jornada de protesta se sumaron otras organizaciones estudiantiles, ambientalistas y de derechos humanos. La consigna de la jornada es “contra el protocolo de Bulrrich y el plan de ajuste de Milei”.

La ministra de Seguridad anticipó que instalará dos tipos de barreras a la marcha, una en los accesos a la Capital Federal, otro para evitar los cortes de calles. Para evitar la primera barrera, las organizaciones decidieron no entrar en la ciudad por el Puente Pueyrredón ni usar micros escolares (la intención de Bullrich es multar a sus dueños), sino llegar en tren. En la estación Constitución de la Línea Roca los manifestantes van a encontrarse con un dispositivo de seguridad que intentarán eludir sin traer banderas y con el auxilio de abogados.

“A las dos de la tarde vamos a estar en las estaciones de trenes acompañados por abogados, porque la ministra Bullrich ha amenazado con detener a quienes quieran movilizarse. Vamos a estar allí con equipos interdisciplinarios de organismos de derechos humanos, abogados, va a haber un escribano para que frente a cualquier intento de violación de los derechos de las personas actuemos rápidamente”, anticipó Eduardo Belliboni, el titular del Polo Obrero.

A las cuatro de la tarde los manifestantes prevén concentrar en la plaza del Congreso y en el Obelisco.

Ante el impedimento del derecho a la protesta y las amenazas de detenciones a quienes intenten manifestar, el Centro de Estudios Legales y Sociales presentó un hábeas corpus ante la Justicia. “Este miércoles quienes quieran movilizarse lo harán bajo amenazas de violencia, criminalización y quita de protección social, en un clima de intimidación que achica la democracia y atenta contra los derechos”, advirtió el CELS.

El organismo de derechos humanos también denunció el protocolo contra las protestas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las Naciones Unidas. Y en las próximas horas presentará un amparo para que la Justicia dicte su inconstitucionalidad.

También el Servicio de Paz y Justicia -junto al dirigente del PO Néstor Pitrola- presentó un hábeas corpus preventivo.

En una conferencia de prensa frente al Congreso, a la que se sumó la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, las organizaciones convocantes señalaron que quieren una manifestación pacífica, y responsabilizaron a la ministra de Seguridad por eventuales incidentes. Durante la mañana de este miércoles se presentarán ante el Ministerio de Seguridad porteño para ratificarlo.