Casualidad o timing, Javier Milei develará el misterio detrás de su paquete de ajuste posiblemente el mismo día en que organizaciones sociales de izquierda marcharán contra sus consecuencias en el centro porteño. Será a través de una cadena nacional, la primera de su mandato. Las versiones indican que el Presidente explicará este miércoles los alcances del decreto de desregulación de la economía.
El Decreto de Necesidad y Urgencia incluirá desde la derogación de decenas de leyes hasta una reforma laboral. Será, sin embargo, el primer paso de un movimiento de dos etapas: primero el DNU, y después el paquete de proyectos de emergencia económica que enviará a la Cámara de Diputados entre el jueves y el viernes. Allí estarán el núcleo de las reformas que Milei quiere pasar antes de que se venza el período de luna de miel de su gobierno y la ciudadanía, antes de que las resistencias se profundicen.
El Presidente daría a conocer su mensaje por la tarde, aunque al cierre de esta edición no había confirmación oficial. Será un mensaje explicativo —y justificativo— del Decreto de Necesidad y Urgencia que contará con más de 500 artículos. Una parte estará orientada a la derogación de varias leyes que regulan la economía (la mayoría sancionadas para evitar abusos de parte del mercado), como la Ley de Alquileres y la Ley de Abastecimiento. Colaboró, en la redacción, un conjunto de funcionarios de La Libertad Avanza, entre los que se encontraban el ministro de Economía, Luis Caputo, y el extitular del Banco Central Federico Sturzenegger.
La otra pata será la reforma laboral, que no pasará por el Congreso como reclamaban algunos sindicatos. Entre los cambios se incluirá el reemplazo de las indemnizaciones por fondos de cese laboral —que serán, según deslizan en LLA, "voluntarios"—, así como también la eliminación de multas por trabajo mal registrado (o no registrado). Se especula, a su vez, que el DNU también incluirá el primer paso para la privatización de algunas de las empresas del Estado. Es decir: modificar su estatus por el de sociedades anónimas.
El DNU, sin embargo, será solo el paso inicial. La primera muestra del tenor del programa de ajuste que Javier Milei proyecta para el comienzo de su gobierno. Entre el jueves y el viernes cobrará toda su dimensión, cuando el Ejecutivo envíe al Congreso el paquete de medidas de emergencia económica que, esta vez sí, tendrá que sumar el apoyo de la oposición para poder ser aplicado. Los dos grandes ejes de este paquete serán la reversión de la reforma del Impuesto a las Ganancias y una nueva ley de blanqueo.
La puja en el Congreso
"Hay medidas no son amigables y no queda otra. Pero el Presidente cuando toma este tipo de medidas de emergencia para retrotraer la situación de extrema gravedad en la que nos encontramos sabemos que serán temporales, no van a durar 40 años". La frase de Martín Menem retumbó en el bajo recinto de la Cámara de Diputados, un par de horas después de la reunión de gobernadores en Casa Rosada.
El presidente de la Cámara baja se refería así, durante un brindis con periodistas, al paquete de iniciativas que ingresarán entre el jueves y el viernes al Congreso. Pero no a cualquier ley, sino a aquellas que, yendo en contra de todo lo que había dicho Milei en la campaña, condensarían el núcleo de la "emergencia económica". Es decir: la restitución o suba de impuestos, eso que el economista libertario había definido como un "robo" en numerosas ocasiones.
El principal foco de conflicto será la restauración del pago de Ganancias para la cuarta categoría: una vuelta atrás en la reforma que había encabezado Sergio Massa durante la campaña y que el propio Milei había acompañado. El horizonte del gobierno libertario es el déficit cero, por lo que apostará a incrementar la recaudación a través de la baja del mínimo no imponible (que con la reforma se había establecido en 15 salarios mínimos). Será incómodo ideológicamente para Milei y, además, no está del todo claro que pueda tener el número para aprobarlo, porque Unión por la Patria ya se manifestó en contra y, a su vez, varios bloques provinciales se muestran renuentes a votarlo. Muchos gobernadores pedían, en cambio, que se coparticipara el 50 por ciento del impuesto al cheque, pero el proyecto, según pudo saber este diario, no entrará en el paquete de medidas.
Habrá, por otro lado, otras reformas tributarias —como una modificación de Bienes Personales o la suba del impuesto PAIS—, pero también otras de carácter político electoral. Este es el caso de la eliminación de las PASO y la puesta en marcha de la Boleta Única de Papel (que ya había tenido su media sanción en Diputados), aunque en LLA insisten en que la "prioridad" serán las leyes económicas. Se incluirá, a su vez, una ley de blanqueo, aunque no un proyecto de Presupuesto 2024. "Para tener un presupuesto serio hay que tener variables serias, si no es un dibujo, como ha sido hasta ahora. No es el momento", afirmaron desde LLA, desde donde apuestan a prorrogar el Presupuesto 2023 con el objetivo de licuar las partidas a partir de la inflación.
Hasta que el paquete de proyectos ingrese en la mesa de entrada de la Cámara de Diputados —que es donde se comenzarán a tratar las leyes—, LLA afila los cuchillos. Menem se dedica a reunir a la tropa, distribuir funciones —necesitan un vocero económico que defienda el ajuste y no tienen muchos nombres, aunque suena el de Marcela Pagano— y negociar lugares en las comisiones con la oposición.
Con solo 38 diputados propios, el oficialismo estará en minoría en todas las comisiones, aunque pretende que le cedan la presidencia de las más importantes, las de gobernabilidad, que serán a su vez las únicas que se convoquen durante las sesiones extraordinarias: Presupuesto, Legislación General, Asuntos Constitucionales y la de Trámite Legislativo para DNUs (bicameral). Menem fantasea con comenzar a trabajar la semana que viene, pero en la oposición lo ponen en duda: a algunos, aún, apenas les ha atendido el teléfono.