La jueza de Menores Tatiana Dip Torres ratificó ayer la declaración de responsabilidad penal de la ahora joven que en 2020, siendo adolescente, participó del asesinato de la docente Rosa Sulca, y le impuso una pena de 12 años de prisión.
La decisión se tomó en una audiencia en la que la fiscala Verónica Simesen de Bielke, actuando en calidad de interina en la Fiscalía Penal de Menores 1, solicitó que la joven fuera condenada a 15 años de prisión efectiva.
Rosa Sulca, una vecina muy querida en Villa Mitre, en la ciudad de Salta, fue asesinada a cuchilladas la noche del 28 de abril de 2020, en su propia casa, en la calle Amalia Aybar al 1400 de Villa Mitre.
En mayo de este año la Sala VI del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta declaró la responsabilidad penal de la joven, que era menor de edad en el momento en que se cometió el delito. La joven fue juzgada acusada en calidad de autora del delito de "homicidio calificado por alevosía y criminis causa (cometido con la intención de ocultar otro delito)". Junto a ella fue juzgado Martín Oscar "Loro" Laime, acusado por encubrimiento agravado, pero fue absuelto.
También fueron juzgados funcionarios del servicio de emergencias 911 y policías, que la noche del 28 de abril de 2020 intervinieron después de que Sulca llamara pidiendo ayuda, en el mismo momento en que era atacada. Si bien dos policías fueron a su casa a verificar la denuncia, golpearon las manos y se fueron.
En ese proceso de atención de la llamada y aviso a las áreas correspondientes intervinieron siete funcionarios públicos, entre operadores del sistema y policías. Solo uno de ellos, el despachante policial Héctor Roberto Herrera, fue condenado por la jueza Mónica Mukdsi y los jueces Guillermo Pereyra y José Luis Riera. La pena fue mínima, de un año de inhabilitación y el pago de una multa como autor del delito de omisión de acto funcional.
Tras el asesinato se supo que Rosa Sulca había realizado varias denuncias por robos y amenazas de muerte que venía sufriendo. Según contó una amiga suya, era hostigada por la joven ahora condenada, su hermana menor y su madre.
En el juicio la joven dio su propia versión del hecho responsabilizando por el crimen a su exnovio, el joven que estuvo con ella cuando la maestra fue asesinada, que fue sobreseído en la primera parte de la investigación. En esa etapa de la causa la joven no había acusado a su exnovio, en el juicio aseguró que no lo hizo porque le temía.
La joven reconoció que efectivamente, con su exnovio, entró a la casa de Sulca a robarle. Dijo que en ese momento estaba drogada y alcoholizada, que no recordaba como había entrado a la vivienda, que cuando ya se iban a retirar con lo robado (dinero, un teléfono y pastillas) al abrir la puerta se dieron con Rosa Sulca, quien les increpó, y entonces "Ezequiel la agarró de los pelos, la tiró al piso". La joven añadió que tras eso se estaban retirando cuando escucharon que la docente llamaba al 911, entonces volvieron y mientras ella le quitó el teléfono su compañero llevó a Sulca a una habitación del fondo y la atacó.
La ahora condenada completó su relato sobre esa noche diciendo que huyó de la casa. En el camino se encontró con Laime, con quien al día siguiente regresó a la vivienda de Sulca porque no recordaba qué había pasado.
El cuerpo de Rosa Sulca fue encontrado ese mismo día a instancias de Celia Portal, quien llamó a la Policía cuando vio que su amiga no contestaba los mensajes ni las llamadas, y tampoco la atendió en la propia casa.