Un tribunal francés condenó este miércoles a la farmacéutica Servier a pagar más de 460 millones de dólares en daños en el caso de un medicamento para la diabetes vinculado a la muerte de cientos de personas.
El escándalo salió a la luz en 2007 cuando un médico alertó sobre los riesgos cardíacos relacionados con el medicamento Mediator, destinado a personas con sobrepeso y diabetes, pero que también se recetaba como supresor del apetito para adelgazar.
El fármaco, que podría haber causado unas 1800 muertes, fue finalmente prohibido en Francia, donde millones de personas lo tomaron. Previamente, había sido restringido en Estados Unidos, España e Italia.
El tribunal de apelaciones de París confirmó los veredictos de "fraude agravado" y "homicidio involuntario y lesiones", un nuevo fallo judicial tras más de una década de procesos legales.
La justicia ordenó a Servier pagar una multa de 9 millones de euros (9,8 millones de dólares) y devolver más de 415 millones de euros (455 millones de dólares) a la agencia nacional de seguridad social y a las compañías de seguros, unas cifras mucho mayores de las del fallo inicial de 2021.
Más condenas
Jean-Philippe Seta, exmano derecha de uno de los difuntos fundadores del grupo, fue condenado a cuatro años de prisión, uno de ellos en firme con brazalete electrónico, y una multa de 90.000 euros (98.000 dólares).
Charles-Joseph Oudin, uno de los abogados de las más de 7.000 acusaciones particulares en la demanda, se felicitó de la sentencia.
"Es una gran victoria para las víctimas que represento y que he estado defendiendo desde la primera denuncia en noviembre de 2010", dijo. Finalmente, este veredicto fue el último de una larga batalla legal.
Ocho años después de que estallara el escándalo, un tribunal francés declaró negligente a Servier por primera vez en 2015 por haber dejado medicamentos "defectuosos" en el mercado.
Mediator, cuyo principio activo recibe el nombre de benfluorex, tenía licencia para servir en la reducción de las proteínas grasas llamadas lípidos y ayudar a los diabéticos. Pero también suprimía el apetito y terminó vendiéndose con receta para personas no diabéticas que querían adelgazar.