Pero la presión internacional ha ido en aumento para lograr un nuevo alto el fuego e Israel ha enfrentado presiones, incluso de su aliado más incondicional, Estados Unidos, para reducir las víctimas civiles en Gaza. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el miércoles que Washington espera que Israel cambie sus operaciones militares a una fase de menor intensidad durante la cual habrá operaciones más específicas centradas en el liderazgo de Hamás y su infraestructura. “A medida que eso suceda, creo que también veremos que el daño causado a los civiles también disminuirá significativamente”, dijo Blinken.

El ejército israelí está tratando de hacerse con el control de la mayor cantidad de terreno posible en Gaza antes de que la presión política sea demasiada y tenga que frenar las operaciones. El Canal 13 de la televisión israelí afirmó que los militares habían encontrado dos veces en los últimos días un escondite reciente en el sistema de túneles de Hamás utilizado por Yahya Sinwar, el líder del grupo militante en Gaza, pero que había huido justo a tiempo en ambas ocasiones.

Desde que colapsó la última tregua a principios de mes, la guerra ha entrado en una fase más intensa, y los combates terrestres que antes se limitaban a la mitad norte de la Franja de Gaza ahora se extienden a lo largo del territorio. Los grupos de ayuda internacionales dicen que el 85 por ciento de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se han visto obligados a abandonar sus hogares y enfrentan condiciones terribles. Israel ha pedido a los residentes que sigan desplazándose hacia el sur, ejerciendo una presión adicional sobre ciudades como Khan Younis y Rafah. Ha habido intensos combates en torno al centro de Khan Younis, que las fuerzas israelíes han tomado parcialmente por asalto.

En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU volvió a retrasar hasta el jueves la votación sobre una nueva resolución de la ONU sobre la ayuda desesperadamente necesaria a Gaza. Estados Unidos está tratando de cambiar las referencias del texto a un cese de hostilidades en la guerra entre Israel y Hamas, y una cláusula sobre poner a las Naciones Unidas a cargo de inspeccionar los camiones para garantizar que realmente transporten bienes humanitarios, a lo que Israel se opone.

Blinken dijo que Estados Unidos ha participado intensamente y “de muy buena fe” en las negociaciones sobre la resolución, “así que espero que podamos llegar a un nuevo lugar”.