Al caer la noche del jueves, decenas de antorchas iluminaron Avenida de Mayo. Enfermeros y enfermeras de la ciudad de Buenos Aires se encolumnaron fuera del Congreso de la Nación, vestidos con sus ambos blancos, para reclamar el reconocimiento de su actividad profesional y en rechazo al Decreto de Necesidad de Urgencia anunciado el miércoles por el presidente Javier Milei.

“Las antorchas representan la llama viva de nuestro reclamo”, dijo Luciana Franco, enfermera del Hospital Fernández y secretaria gremial de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE).

A un mes del Día Nacional de la Enfermería, se realizó la primera "marcha de las antorchas" para el nuevo gobierno porteño. Desde el Congreso a Plaza de Mayo y Bolívar 1, sede del Ministerio de Salud de la Ciudad, más de cien enfermeros y enfermeras volvieron a movilizarse por sus derechos. “La primera marcha de antorchas fue el 12 de mayo de 2021 en plena pandemia --relató Franco--. Levantamos las antorchas no solo por nuestro reclamo, sino también por la vida de todos nuestros compañeros que fallecieron en pandemia y no llegaron a ver su profesión reconocida como correspondía”.

A principios de noviembre se cumplió un año del fallo de la Justicia de primera instancia que acreditó a la Licenciatura en Enfermería como una profesión universitaria y le otorgó el reconocimiento profesional, pero la Cámara todavía no resolvió la apelación presentada por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, pese a las audiencias entre las partes ya realizadas. Los y las enfermeras habían denunciado "maniobras" judiciales del Gobierno de la Ciudad para dilatar la decisión y ahora reclaman al nuevo jefe de Gobierno que cumpla su promesa de campaña y modifique la situación de la enfermería de la Ciudad.

Frente al Congreso, que la madrugada anterior recibió a miles de autoconvocados para reclamar en contra del DNU de Milei, las y los enfermeros se hicieron presentes desde las 19 y tomaron el micrófono para alzar sus reclamos. Detrás se escuchaba el redoble de tambores y el agite de las canciones que acompañan sus propuestas: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode” y “ya lo ves, y ya lo ves, es para Macri que lo mira por TV”.

“Nuestra situación es mala: cobramos por debajo de la línea de pobreza, estamos condenados a tener dos o tres trabajos y vivir trabajando doce o catorce horas por día, con jubilaciones bajísimas y pésimas condiciones”, dijo Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y presidenta de la ALE. Y agregó: “Pero ahora es peor. A la situación deplorable que nos toca sufrir como enfermería en la Ciudad más rica de la Argentina, ahora se suma el nefasto e inconstitucional DNU anunciado por Milei que ataca frontalmente derechos económicos, sociales y democráticos de todos los trabajadores, incluyéndonos”.

“Somos una profesión, no un oficio. No a la Ley 6035”, rezaba en los carteles. La jueza de primera instancia Patricia López Vergara había decretado la inconstitucionalidad de los artículos 6 y 7 de la Ley 6.035, aprobada en 2018 por el oficialismo porteño, que reconoce 24 profesiones, mientras que excluye expresamente a los y las enfermeras. Además, determinó que mientras eso no se cumpla deberá "aplicar el régimen previsto en la Carrera de Profesionales de la Salud, es decir, equiparar en cuanto a las condiciones laborales previstas en dicha carrera". Esto incluye la igualación salarial, de pago, de antigüedad, vacaciones y licencias, entre otros puntos. Sin embargo, debido a la cautelar, esto no sucedió.

“La comunidad y el pueblo sabe que a la enfermería no la reconocen”, expresó Ramírez. “Con la pandemia, cuando nos expusimos y entregamos la vida en medio de la desesperación que fue el covid-19, tuvimos la ilusión de finalmente conseguir el reconocimiento que nos merecemos dentro del equipo de salud, pero no sucedió. Por eso las y los enfermeros vamos a seguir luchando. Y no solo por nosotros, sino que también por nuestros pacientes, que son los que vienen a atenderse al hospital público. Vamos a seguir defendiendo a la salud pública como un derecho”, completó.

La movilización contó con el apoyo de diversos sectores gremiales de la salud de la CABA, como así también organizaciones solidarias con su reclamo tales como la APyT del Garrahan, CICOP y FESINTRAS, la Comisión Interna del Hospital Italiano de CABA o el Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería Grierson.

Al final de la marcha se leyó un documento consensuado en el que advertían: “Volvemos a estar en las calles reclamando al nuevo Jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri, simplemente una cuestión elemental: que cumpla con su compromiso de campaña electoral en relación al Reconocimiento salarial, laboral y profesional de la enfermería”.

Informe: Lucía Bernstein Alfonsín.