Fiel a su costumbre autoritaria, el gobernador Jujeño Gerardo Morales impidió que el cantante Bruno Arias, crítico de la justicia local por la situación procesal de la dirigente social Milagro Sala, se presentara en un encuentro de escuelas rurales que se iba a realizar los días 17, 18 y 19 de este mes, en Lagunilla del Farallón, una pequeña comunidad de la provincia. No solamente prohibió la actuación del músico, sino que suspendió el evento y amenazó con abrirle un sumario a la directora del establecimiento donde se iba a realizar el encuentro y con quitar subsidios a directivos de las escuelas.
Según reportaron diarios locales, los maestros que iban a participar del encuentro fueron notificados de la suspensión y adujeron que les transmitieron que los motivos tenían que ver con “una decisión política de la provincia”. Además de Arias, declarado persona no grata por haber visitado a la dirigente de la Tupac Amaru en el penal de Alto Comedero, del encuentro también iban a participar coros de otras provincias del país.
Los integrantes de esos grupos de canto explicaron a los diarios jujeños que Arias es un músico “con un compromiso ideológico y político muy fuerte en relación a la música que lleva consigo a todo el país”. En más de una oportunidad el folklorista condenó la actuación del gobierno "autoritarista" de Morales y visitó a Sala en el penal para darle ánimo junto a Liliana Herrero, Teresa Parodi, Juan Falú, Bruno Arias, Cristina Banegas, Luisa Kuliok y Dolores Solá en junio de 2017.
Como consecuencia de esa visita, la provincia lo declaró “Persona no grata”, pero como contrapartida, muchas ciudades de la provincia lo declararon “Ciudadano ilustre”, manifestando su desacuerdo con esa medida. “Milagro es el espejo donde el jujeño no se quiere ver”, había manifestado el músico en una declaración radial en julio, al destacar que ella era una "presa política".