La derogación de la ley nacional de
Manejo del Fuego que prometió Javier Milei eliminará la protección
de los ecosistemas quemados intencional o accidentalmente y
restringirá el presupuesto para enfrentar incendios forestales, que
sólo en 2022 arrasaron más de 700 mil hectáreas en todo el país,
de acuerdo con datos oficiales. Aunque por Cadena Nacional el
Presidente prometió que daría de baja la regulación, en el DNU no
aparece ninguna mención al tema.
Qué es la ley de Manejo del Fuego
La normativa fue aprobada por el Congreso a finales de 2012 y tuvo un rol clave a la hora de establecer presupuestos mínimos para la protección del ambiente respecto de los incendios forestales y rurales.
Además, creó el
Sistema Federal de Manejo del Fuego, con el objetivo de proteger y
preservar el ambiente del daño generado por incendios, garantizar la
seguridad de la población ante incendios y establecer herramientas
para que el Estado intervenga en el combate de los focos activos.
En 2020, la normativa fue modificada
por el Congreso a partir de un proyecto impulsado por Máximo
Kirchner que amplió la protección de los ecosistemas al prohibir
que se realizan modificaciones en el uso de superficies afectadas por
incendios forestales intencionales o accidentes por 60 años en el
caso de bosques nativos o implantados, áreas naturales protegidas y
humedales; y por 30 años para zonas agrícolas, praderas, pastizales
o matorrales.
Aquella reforma fue clave como
herramienta para ponerle un límite a la avanzada del lobby
inmobiliario y de ampliación desmedida de la frontera agropecuaria,
con un modelo que se repitió y agravó en la última década:
incendios en humelades, bosques y grandes pulmones con el objetivo de
“limpiar” las tierras y volverlas aptas para el pastoreo de
animales o para la construcción de emprendimientos como countries
exclusivos, barrios u hoteles que, casualmente, ofrecen la cercanía
y el acceso a la naturaleza como “plus”.
Como ocurrió en los últimos años en la Patagonia, la provincia de Córdoba, las islas del Delta del Paraná o Corrientes, la especulación inmobiliaria y el avance de la frontera ganadera aparecen como las principales motivaciones de los incendios en los humedales del Paraná. El 95 por ciento de los focos de incendio son intencionales: se prende fuego para desmontar y se afectan humedales y bosques para incorporar esas tierras a una actividad productiva.
En el caso del Delta del Paraná, en tren de ampliar la frontera ganadera los productores buscan “pampeanizar" el territorio para el pastoreo de animales, según datos de la Multisectorial por los Humedales, que estableció que en los últimos años se quintuplicó la carga ganadera de los humedales.
¿A dónde llevaría la derogación de
la ley de Manejo del Fuego?
Expertos consultados por Página|12
coinciden en que derogar parcial o totalmente la ley de Manejo del
Fuego traerá dos grandes perjuicios: por un lado, podría eliminar
la alícuota del 3 por ciento a las pólizas de seguros para
financiar el sistema de forma permanente y con fondos exclusivos
garantizados por ley. Por el otro, eliminará la modificación a la
ley sancionada en 2020 que prohíbe la incorporación de tierras
quemadas a la actividad productiva.
“Es de presumir que la intención de
este gobierno sea suprimir esta decisión para permitir que se
utilicen las tierras quemadas”, dijo a este medio un exfuncionario
del Ministerio de Ambiente, que advirtió por las “consecuencias
nefastas” ya que nadie sancionaría la “bestialidad ambinetal”,
ya que la utilización productiva dejaría sin efecto la posibilidad
de restaurar los ecosistemas originales.
La clave es qué hará el Poder
Ejecutivo con su rol de denunciante ante incendios forestales. A pesar de los cuestionamientos que ha recibido, en los
últimos años, el Ministerio de Ambiente hizo algunas presentaciones ante la Justicia federal por incendios intencionales y
hasta apuntó con nombre y apellido a algunos de los propietarios de
los terrenos que se prenden fuego como antesala de desarrollos
productivos. El propio exministro Juan Cabandié llegó a mencionar
que la familia del exministro menemista Roque Fernández (uno de los
que integró el equipo económico de Milei) estaba detrás de uno de
los focos.
La política ambiental aún es un enigma del Gobierno de Javier Milei, quien en decenas de ocasiones insitió en que el cambio climático es un invento del socialismo. En el caso de los incendios forestales, es de prever que si se limita el presupuesto para apagar las llamas y se elimina la protección, los focos, naturalmente, volverán a ir en aumento.
Todavía no se
conocen los datos de 2023, pero sólo en 2022 hubo más de 723 mil
hectáreas afectadas, el doble del registro de 2021 de acuerdo con
información oficial, que desde la asunción del nuevo gobierno
escasea. Postales de la "nueva argentina": desde el 9 de diciembre no se publica el
reporte diario de incendios.