River cerró el año con una pequeña alegría, con más sabor a alivio que a felicidad. Es que venció 2-0 a Central en el estadio Madre de Ciudades y celebró el Trofeo de Campeones con goles de Facundo Colidio y Nacho Fernández, dos semanas después de haber caído ante el mismo rival en la semifinal de la Copa Argentina.
La visibilidad del partido, el último del año, sirvió para que la AFA respondiera a su manera el DNU del presidente Javier Milei, que busca imponer las Sociedades Anónimas Deportivas. "El fútbol no tiene necesidades ni urgencias", decían las banderas con las que posaron los jugadores de River y de Central.
Pasado el mensaje político, fue el equipo de Demichelis el que se puso el traje de protagonismo. Con Echeverri como líder futbolístico y mucha movilidad en sus volantes ofensivos, River apabulló a Central, con unos 30 minutos de gran nivel y numerosas llegadas frente al arco de Broun, figura determinante para sostener el cero, además de algo de fortuna con dos tiros en los palos.
Central pareció hacer pie pasada la media hora y se acercó con algo de riesgo a Armani. Pero un anticipo de Barco sirvió para una contra rápida que prolongó Solari y que definió Colidio por el segundo palo. El gol le puso justicia a lo que habían hecho los dos hasta el momento.
No cambió el desarrollo en la segunda mitad, aunque River no fue tan vertiginoso como en la parte inicial. Sin embargo, la expulsión de Campaz por doble amarilla terminó de quebrar la resistencia de Central, que ya no tenía argumentos para sostener su ilusión. Para colmo, una buena combinación entre Colidio, Barco y Nacho Fernández terminó con una linda definición cruzada del exhombre de Gimnasia para vencer a Broun.
Si bien un gol anulado a Central por un offside de VAR pudo haber puesto algo de suspenso, los minutos finales sólo sirvieron para que Enzo Pérez se despidiera de la mejor manera.