En el año 2000, el padre Juan Gabriel Arias llegó a Mangundze, un pueblito en el interior del país africano de Mozambique y, hace ya siete años, se quedó a vivir para siempre como misionero.
Pero su trabajo no se reduce solamente a la parte religiosa, sino que lo que hace de particular a su figura es su fanatismo por Racing Club y como los trasladó a sus feligreses, a tal punto que fundó una "sucursal" de la Academia allí.
En diálogo con AM750, el cura Juan Gabriel sostuvo que el fútbol "es fundamental" en su vida, "como buen argentino y más como hincha de Racing".
"Uno evangeliza con todo lo que trae como persona. Racing ocupa un lugar muy importante en mi vida. Tengo 55 años, pero todavía sigo jugando al fútbol con los chicos de 20 años acá. Lo que perdí en velocidad lo gané en oficio", contó entre risas.
Además, el sacerdote insistió que, más allá de su trabajo como representante de la Iglesia Católica, "difunde" el amor por el club de Avellaneda. "Acá son todos de Racing", dijo.
Su día a día está ligado tanto a la fe como al club de sus amores. Hasta sus perros tienen nombres que remiten a él, como la que explícitamente se llama "Academia" u otro con el mote de "Abelardo" por el exzaguero que pasó por Racing en la década de los 90, Vallejos.
Otra de las particularidades es su parroquia, la cual está toda pintada de celñeste y blanco. "Cuando llegue acá con mi amigo -él fundó el club Racing de Mozambique- me dijo a esa iglesia le falta pintura y me mandó latas de pintura celeste y blanca", recordó.
Otro dato curioso es la forma que uno tiene para reconocer el camino que lleva a la iglesia de Arias: "Yo estoy a 200 kms del camino principal, aproximadamente. En ese camino hicimos un monumento con un cruz, y en la base de la cruz, hay un escudo de Racing. No hay manera de equivocarse", soltó
"Para mí Racing es como una segunda parroquia porque, cuando estoy en la cancha nunca dejo de ser cura y cuando estoy en la parroquia, no dejo de ser hincha de Racing", cerró.