“En general, las nuevas medidas y la nueva forma de gobernar tan diferente a cualquier otro, genera un poco de miedo”. A las palabras que comúnmente se oyen entre el empresariado sobre las decisiones de Javier Milei, que dan cuenta de una conjugación entre incertidumbre y preocupación, Gastón Bua Bonaldi le agrega una cuota de temor. Al frente de Patagonia CNC Machines, habla de la importancia del acompañamiento del Estado que, en su caso, les permitió pasar de exportar el 1 por ciento de su producción al 30 por ciento.
El balance de estos primeros cuatro años de gestión del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica arroja, según la propia institución, que mediante la línea de créditos Provincia En Marcha se brindaron 376 créditos para 80 municipios bonaerenses por un total que, a precios de octubre de 2023, equivale a más de 37 mil millones de pesos.
Tras una caída de 5,5 puntos en su producto bruto geográfico entre 2015 y 2019, la provincia de Buenos Aires volvió a crecer a partir de esas políticas. Durante la gestión de María Eugenia Vidal se habían cerrado cerca de 10 mil PyMEs, y en 133 de los 135 municipios de la provincia hubo menos empresas en 2019 que en 2015, lo que repercutió en la destrucción de más de 50 mil puestos de trabajo, según los datos del ministerio liderado por Augusto Costa.
En cambio, entre 2019 y 2022, la industria manufacturera creció 11,9 por ciento y se recuperaron más de 37 mil puestos de trabajo. Esta recuperación le permitió a la provincia alcanzar los 23 mil millones de dólares exportados en 2022, de los cuáles 11.700 pertenecieron a exportaciones industriales. Este último número hizo que la provincia aporte el casi la mitad de las exportaciones industriales del país durante 2022.
El caso de Patagonia CNC Machines
La empresa de Bua Bonaldi fue una de las beneficiarias de los créditos brindados a través del Banco Provincia. Con más de 200 trabajadores, una planta original en Esteban Echeverría, otra recientemente inaugurada en Pacheco, y construyendo una tercera de más de 30 mil metros cuadrados en Campana a los fines de quintuplicar su capacidad productiva, hoy tiene como objetivo avanzar en materia de exportaciones.
“El crédito nos permitió comprar un centro de mecanizado de gran porte con control numérico que permite mecanizar estructuras y matrices de hasta 8 metros por 3 metros”, explica sobre el financiamiento obtenido. Esta herramienta es hoy “el alma” de la empresa, según Bua Bonaldi. “Podemos fabricar equipos de corte láser en Argentina y celdas de soldadura estándar, ambos productos dedicados totalmente a exportación hacia Brasil y Estados Unidos”, agrega.
Por ello, lamenta el impuesto del 15 por ciento anunciado por Luis “Toto” Caputo a las producciones industriales. “Esos impuestos son anti desarrollo, lo vamos a combatir”, señala en diálogo con Buenos Aires/12.
A su vez, completa su análisis con otras dos críticas que también emergieron en la última conversación que este medio tuvo con Daniel Rosato, titular de Industrias PyMEs Argentinas. Por un lado, el desorden materia de política cambiaria que generó el actual Gobierno Nacional por el cual por exportar te ingresa un dólar por debajo de los 800 pesos y para importar se debe pagar a un dólar por encima de los 900 pesos. “Si la necesidad es que ingresen dólares y resolver las deudas, no buscaría atentar contra las exportaciones”, indica.
Además, coincide también con los problemas que genera el monopolio de Techint y ALUAR, empresas de Paolo Rocca, con el control de un insumo como el acero que en Argentina se paga entre un 300 y un 400 por ciento más caro que en el resto del mundo. “Hoy pagamos acá el kilo de acero a 3 dólares, mientras que nuestros competidores en Estados Unidos o China lo pagan por debajo de un dólar”, cuenta Bua Bonaldi.
Estas variables atentan contra la tan mentada competitividad que pregona el modelo político de La Libertad Avanza y la lógica del equilibrio por la autoregulación del mercado. En este escenario, Bua Bonaldi deja en claro su visión ante las medidas en materia laboral impulsadas por Milei en su mega DNU, a los cuales no considera una prioridad porque, según sus estudios, está, en algunos casos, por debajo de lo que cuesta en países como Estados Unidos o China.
“Nosotros exportamos a Estados Unidos el desarrollo de una celda de soldadura de robot que, básicamente, es acero y mano de obra, así que, si ellos pagando 0,8 centavos de dólar cuando nosotros pagamos 3 dólares por el kilo acero deciden comprarnos a nosotros, la conclusión inmediata es que la mano de obra en Argentina es muy económica, teniendo en cuenta que, además, se agrega el transporte al costo”, detalla.
Así como considera que no es el momento y “no hay urgencia” de una reforma laboral, considera que es necesario revisar la situación impositiva. “Hay una falta de claridad tremenda”, advierte. “Leo lo que dice el DNU sobre las reformas en materia aduanera y el pago de deudas del comercio internación comprando un bono que te rendirá en 2027, y no lo entiendo”, indica sobre los últimos anuncios del presidente de la Nación.
Quiere ser claro en el mensaje: “Más que tratar en lo inmediato una reforma en pos de reducir impuestos, hay que simplificar los trámites porque se dedican muchísimas horas y personal a resolver lo burocrático”. Bua Bonaldi reclama que se organice la mecánica para tributar porque hay “muchos impuestos bifurcados”, demanda tiempo que, de reducirse, permitiría dedicar más personal abocado al desarrollo y a las ventas que mejoraría la recaudación.
En materia de importaciones, afirma que su “apertura indiscriminada atenta contra la industria nacional”. Para dimensionar como otros países protegen a sus empresas el caso de Estados unidos que “le puso un impuesto adicional del 25 por ciento a cualquier producto que ingrese de China”.
El valor de la industria nacional
Patagonia CNC Machines es una estructura familiar que se puso sobre ruedas. “Mi papá y mi hermano son grandes conocedores de la mecánica, son fierreros como decimos en el ambiente, y yo en electrónica”, cuenta Bua Bonaldi. A esto se le agrega el software y todo el desarrollo tecnológico para la construcción de herramientas que automatizan la producción de las empresas.
“Seguiremos creciendo todo lo que toque, porque es una responsabilidad social”, afirma. Cuando escucha hablar de competitividad, precisamente la valida desde la labor de su fábrica, la cual tiene como objetivo volver más competitivas a otras empresas con nuevas herramientas. “Desarrollamos líneas tecnológicas a pedido del cliente, sobre todo en soldaduras”, explica.
Como a lo largo de la charla, Bua Bonaldi es adepto a los ejemplos para manifestar sus ideas. “La pandemia fue un claro mensaje, donde se vio que aquellos países que no tenían capacidad operativa y dependían de otros tuvieron miles de dificultades”, señala.
Su apoyo a la creación de empleo nacional tuvo, hace más de un año, la iniciativa de invertir a través de la Asociación de Fabricantes de Máquinas Herramientas Accesorios y Afines para poner en valor el Instituto Vasco Argentino. Allí se dictan cursos de robótica, soldadura láser y digitalización con el objetivo de formar profesionales que, dice Bua Bonaldi, pueden ser incorporados a su firma.
Remarca que, por más que desde el gobierno se hablen de soluciones “mágicas o inmediatas”, todas exigen un proceso de tiempo. Por eso, advierte, es necesario salir de una lógica “pendular” en materia económica y apostar al desarrollo. Para ello, reafirma, el rol de Estado es sustancial.
“El Banco Provincia financió directamente a nuestros clientes con el objetivo de que accedan a nuestros productos, nos hizo más competitivos y, a su vez, nos financió a nosotros para obtener maquinaria”, cuenta el empresario. “No dan plata gratis, son créditos con tasas importantes que es verdad que están subsidiadas y con un margen de ganancia menor, pero creo que siempre hay que ir detrás de la soberanía industrial”, remarca.
Por ende, hace un llamado a tomar dimensión del valor que tiene el desarrollo científico y la inversión en ese plano de parte del Estado. “Sin su aporte, habrá retracción”, sentencia.