María Luz Herrera Leaño, de 26 años, lleva casi tres meses desaparecida. Si bien desde hace dos meses y medio su desaparición se investiga como un femicidio, y hay dos detenidos, todavía no se dio con su cuerpo, ni se pudo establecer cómo fue asesinada, si eso ocurrió. Estos interrogantes quizá se deban a la complejidad del caso, pero para quien ansía conocer el destino de la joven es difícil no cuestionar las demoras de la justicia de la provincia del Chaco para peritar los teléfonos, las computadoras y otros elementos informáticos secuestrados.
Por la desaparición de María Luz, desde el 21 de octubre están detenidos Darío Ezequiel Godoy Florentín (25 años) y su padre, Darío Ismael Godoy Ojeda. Godoy Ezequiel era novio de María Luz y residía en la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, en el centro del Chaco; su padre, un rentista que además se dedicaba a la venta de agua en zonas rurales, residía en la ciudad de Villa Ángela. Godoy padre tenía en su poder el celular de María Luz, además surgieron otros elementos que incriminan a padre e hijo.
Los teléfonos, las dos computadoras, un modem, secuestrados en los allanamientos realizados el 21 de octubre, se enviaron a la Gendarmería Nacional recién el 18 de diciembre, contó la abogada Carolina Aquino, representante de la madre y el padre de María Luz, que participan como querellantes. El proceso “va bastante lento”, lamentó la abogada. Ni bien secuestradas estas cosas fueron enviadas al Área de Informática Forense del Poder Judicial del Chaco para que las peritaran, pero el responsable de este organismo, Fernando Pereyra, les informó que no podían hacerlo porque por orden del procurador general Jorge Canteros, “Actualmente se están ocupando los únicos recursos humanos y técnicos disponibles priorizándolos para las causas de conocimiento público y de alta visibilidad siguiendo las directivas de la Procuración General”.
Aquino calificó esta respuesta como "increíble". Del Gabinete Científico “nos contestan que no tienen recursos humanos, que tampoco tienen recursos materiales para hacer esta pericia porque las licencias de los programas para análisis están vencidas, pero no solamente eso, nos dicen que por orden del procurador solamente tienen que analizar aquellas causas que tienen más trascendencia social, mediática”. “Es realmente indignante, yo no podía creer lo que estaba leyendo”, afirmó.
El 24 de noviembre la madre de María Luz, Cecilia Leaño, se reunió con el procurador general del Chaco, quien se comprometió a agilizar lo que estuviera en sus manos para avanzar en la investigación; sin embargo, “esto se ve que no agilizó nada porque nos contestaron así, por eso es que nosotros demoramos y ahora pedimos que se haga con la colaboración de Gendarmería”, sostuvo la abogada.
El último contacto de María Luz con su familia fue el 28 de septiembre de 2023. Sin embargo, en la causa se incorporó el testimonio de una joven que asegura que María Luz ingresó al hotel donde trabaja el 29 a la siesta, aunque no vio cuándo se fue. También la billetera virtual de María Luz fue cerrada y su cuenta bancaria dejó de tener movimientos, igual que todas sus cuentas en redes sociales.
La desaparición fue denunciada por primera vez el 9 de octubre, en Salvador de Jujuy, donde Luz residía con su abuela paterna. El 17 de octubre la madre, que reside en Salta, hizo otra denuncia en la Unidad Fiscal Federal de esta ciudad. La investigación determinó que el 26 de junio María Luz viajó a Sáenz Peña.
Los rastros que conducen a los detenidos
El 14 de octubre la Policía Federal advirtió que el chip de Godoy padre había impactado en el número de imei del celular (código que identifica cada dispositivo móvil)) de María Luz. Se hizo un seguimiento y finalmente, por orden de la jueza federal de Salta, Alejandra Giménez, el 21 de octubre se allanó el departamento de Godoy hijo y la casa de su padre.
El teléfono de la joven fue encontrado en la casa de Villa Ángela, mientras que en el departamento, en la zona céntrica de Saénz Peña, encontraron ropa de María Luz, el chip de su teléfono, una notebook suya, y estaba también su mascota, el gato Nay, que según vecinos y vecinas estaba abandonado desde hacía varios días. Esos operativos se habían hecho con la expectativa de dar con la joven, pero frente a “un escenario de un posible femicidio”, la Justicia Federal declinó su competencia a favor de la justicia chaqueña.
Se hizo cargo entonces el fiscal Gustavo Valero. Si bien dijo que no hubo “muchos avances” en la investigación, Aquino destacó que por la geolocalización de las llamadas entrantes y salientes los días 29, 30 y 31 de septiembre, “los días que se están investigando”, se pudo establecer que el 31 Godoy hijo hizo una maniobra atípica en él.
En efecto, mientras que la geolocalización ubica a María Luz en el departamento en Sáenz Peña, muestra que el 31 por la madrugada Darío Ezequiel Godoy “se mueve por una ruta por la que anteriormente nunca se movía, que es una ruta periférica de la ciudad” y que está del otro lado de la ruta que habitualmente tomaba para ir a Villa Ángela. "Esa noche del 31 él vino para el otro (lado), vino para la ruta 95, como viniendo para Castelli. Todo lo contrario (a su ruta habitual)”.
El fiscal ordenó rastrillajes en esa zona de la ruta 95, pero no se encontró nada de interés. Aquino pidió más rastrillajes, “porque Sáenz Peña tiene varios basurales, yo creo que en algún momento ellos tuvieron que deshacerse de los efectos personales de María Luz, aparte del cuerpo de ella. Yo creo que ellos no se habrán tomado el trabajo de enterrarlos o de quemarlos a los efectos personales, los habrán tirado por ahí”. Pero el fiscal no hizo lugar a este pedido. Aquino también pidió que la búsqueda se realice con canes, con el sistema de búsquedas provincial, con intervención del sistema de búsqueda nacional, pero hasta ahora eso no se autorizó.
Tampoco pudo ver todavía el informe del rastrillaje ya realizado porque todavía no fue cargado en el expediente digital. Esa es otra queja de la querella: en el expediente “van cargando las cosas de a gotas, porque no vemos todos los movimientos, todas las cosas que se hacen, van, la verdad, que muy, muy lento”.
A pesar de estos contratiempos, la abogada querellante afirmó que es evidente que padre e hijo “tiene(n) que ver con que a María Luz no se la encuentre por ningún lado”. “No hay ningún rastro de ella, ya se cumplen tres meses que está desaparecida, y ellos fueron los últimos que la vieron, encontraron su celular en manos de ellos, una computadora, el gato. Son muchos elementos que los inculpan a ellos”, insistió.
Cuando el caso comenzó a investigarse como femicidio, la querella esperaba que los peritajes sobre la ropa de vestir y de cama secuestrada en el departamento de Godoy hijo les diera algo de información, “pero no fue así”, contó Aquino.
En el departamento encontraron poca ropa de María Luz, una remera, un buzo, un pantalón “que él lo tenía como trapo de piso”. Para la querella, el resto de prendas de la joven fue eliminada. Tampoco se encontró su valija, a pesar de que el mismo Godoy hijo “dice que ella vino con una valija y con una caja”.
Cuando declaró, Godoy hijo dijo que el 31 tuvieron una discusión con María Luz y ella anunció que se iba a ir, al día siguiente, él se fue a Villa Ángela y cuando regresó, el 3 de octubre, ella ya no estaba y dio por sentado que se había ido. Para tratar de explicar cómo es que el teléfono de la joven estaba en manos de su padre, dijo que María Luz había comprado un teléfono usado, que había dejado de usar el otro teléfono, y justo el celular de su padre se había roto, entonces se lo dio.
La abogada de la querella tiene tres observaciones sobre estos dichos. Sobre la compra del teléfono, lo contado por Godoy hijo "también fue desvirtuado en el expediente” por un informes de las empresas. Aquino también consideró llamativo que justo se hubiera roto el celular de Godoy padre, destacó que ese teléfono no fue ubicado todavía. “Yo creo que ahí hay un montón de cosas, por eso lo hicieron desaparecer”, sostuvo. Y puso en duda que, con una pelea de por medio, María Luz haya dejado su celular (que es de un modelo costoso) para su suegro.
La búsqueda sigue
La última conexión del teléfono de María Luz es del 1° de octubre, a la madrugada. La abogada cree que ya era Godoy hijo quien lo manipulaba. El chip que ella usaba fue encontrado en la mesita de luz del joven.
“Aún mantengo la esperanza de encontrar a mi hija con vida, y la búsqueda de María Luz sigue, en particular en las provincias de Chaco y Corrientes”. Afirma la madre en el mensaje que sigue rotando.
Cecilia Leaño contó a Salta/12 que su hija no le avisó que se iba al Chaco, aunque estaban en contacto “Todo el tiempo”. De hecho, dijo, mantuvieron la comunicación con la modalidad habitual, hasta el 28 de septiembre, cuando su hermana menor recibió el que sería el último mensaje al grupo familiar. Después, con la investigación, supieron que el 9 de julio regresó al norte, con Darío Ezequiel, a buscar a su gato. “Jamás me imaginé que estaría viviendo lo que estoy viviendo hoy”, lamentó Cecilia.
María Luz estudió traductorado de inglés y ayudante de farmacia y en Jujuy había empezado a estudiar abogacía. “Era alguien que quería recibirse. Quería irse y hacer su vida. Buenos Aires era su sueño”.
Contra todos los datos que se reúnen en el expediente, Cecilia todavía espera encontrar con vida a María Luz: “Tengo la esperanza de que ella va a aparecer”. “Creo que pasó eso, discutieron y se fue”, se esperanza. Aunque en seguida vuelve la angustia: “Me asusta mucho que esté sin su celular”. Y si no hay movimiento en sus redes sociales “es porque algo pasa”.