Ya pasó Navidad y es hora de desintoxicar el cuerpo. Luego de la Nochebuena -y cerca de Año Nuevo- seguramente muchos quedaron un poco más hinchados y con pesadez corporal, consecuencia de comer en exceso, haber consumido alcohol en demasía y una rutina de sueño acotada. Estos son los ocho consejos que hará que nuestro sistema digestivo vuelva a la normalidad.
No evitar el desayuno
El desayuno es el alimento más importante del día. Evitarlo traerá como consecuencia que la dieta a lo largo de la jornada se desestabilice y comamos entre comidas. Lo mejor es no evitarlo, que sea abundante y sano, para quedar saciados más tiempo.
Reducir alimentos con harinas y refinados (hasta cierto punto)
Lo ideal después de Navidad es evitar todo tipo de harinas. Sin embargo, según la dieta y las calorías que consuma cada uno, es recomendable una ingesta de estos carbohidratos por comida, siempre y cuando sea con poco aceite -de oliva si se puede-. También se recomineda evitar todo tipo de embutidos.
Frutas y verduras, los aliados de siempre
Como es sabido, incluir frutas y verduras en nuestra dieta es más que obligatorio. Por esta razón, luego de haber tenido unos días de excesos, es menester incluir cinco raciones de estos alimentos.
Por ejemplo, se pueden incluir dos raciones de verduras (una en la comida y otra en la cena) y tres frutas, una en el desayuno, otra en la comida y en la cena (de postre).
Evitar los dulces y las grasas trans
¿Ya se acabaron las sobras dulces de Navidad? Es hora de eliminar todo rastro hasta Año Nuevo. Además, no hay que consumir nada de snacks, papitas, chizitos, embutidos grasos, quesos, fritos, salsas, chocolate, helados, etc.
Eliminar alcohol y tabaco
Lo que también sería una buena resolución para este 2024 es dejar los malos hábitos. Para depurar el cuerpo entre estas fiestas, comenzamos dejando de tomar alcohol y también el tabaco por, al menos, 20 días. Si para este período ya no fumamos más, sería aconsejable seguir sin consumir para dejarlo definitivamente.
Más alimentos que desintoxiquen el hígado
En este caso particular, se recomienda la ingesta de productos ricos en vitamina B. Ejemplos de ellos son los granos enteros, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, verduras, frutas, huevos, pescados y carnes, preferiblemente blancas.
Hacer ejercicio
Si bien es un pilar fundamental en toda dieta, y en la vida diaria ya es casi una obligación por los largos períodos de sedentarismo que la vida moderna nos ha dejado, el ejercicio físico adaptado a cada caso particular es necesario para que el sistema digestivo funcione correctamente.
Algunos beneficios del ejercicio físico
Produce endorfinas y dopamina que nos hacen sentir bien.
Aumenta el gasto calórico por lo que ayuda a quemar grasas.
Mejora la circulación eliminando toxinas.
Controla los niveles de azúcar en la sangre y de insulina del cuerpo.
Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Rutina de sueño
Por último y no menos importante es clave sostener una rutina de sueño. Volver a dormir al menos siete horas hace que no solo el sistema digestivo funcione correctamente sino que también, si hacemos ejercicios de musculación, el buen descanso permite que la masa muscular aumente en el proceso.