La Comunidad LGTBI+ ha tejido redes de sostén y acompañamiento a lo largo de toda su historia. Más allá de las diferencias políticas individualies o entre organizaciones, el año 2023 se va dejándonos con algunos horizontes certeros de a dónde continúa nuestra lucha. Con el horizonte de las elecciones en la mira, las organizaciones LGBT+ y TTNB en particular, tuvieron un año activo en lo que refiere al fortalecimiento de lazos comunitarios en diálogo con quienes componen nuestros movimientos y con el Estado. A continuación, se presenta un breve resumen de los hechos que marcaron a nuestra comunidad en este año.

La publicación “Con nombre propio. A 10 años de la Ley de identidad de Género”, impulsada por el Ministerio Público de la Defensa y el Bachillerato Popular Mocha Celis, expone una investigación sobre el impacto de la Ley de Identidad de Género a una década de su sanción. Realizada por estudiantes en una de las materias que ofrece el programa de la institución, este trabajo ubica a las personas travestis, trans y no binarias como productoras de conocimiento, más que como objetos de investigación ajenos a la comunidad científica. Se puede descargar gratis aquí.

En el ámbito de la Educación, se realizó el 3er Foro Latinoamericano de Educación TTTNB. Este encuentro tuvo lugar en Resistencia, Chaco, durante el 22 y el 23 de septiembre y fue un espacio de diálogo sobre la Educación en nuestra Comunidad y lo importante que resulta la perspectiva transfeminista, interseccional y con Derechos Humanos.

También, la propia comunidad ha desarrollado diversos espacios de formación donde lxs mismxs docentes son parte de este colectivo. Durante octubre y noviembre, ILGA-LAC (Asociación Internacional de Lesbianas Gays Bisexuales Trans e Intersex para América Latina y el Caribe) ofreció talleres virtuales gratuitos en su Escuela Latinoamericana y Caribeña de Formación LGBTI+. Lxs participantes accedían a herramientas para reforzar el desarrollo de sus organizaciones. La solidaridad entre pares que se reconocen como parte de un gran territorio latinoamericano comienza a forjarse como elemento principal de nuestra identidad. En este sentido, la Formación Política y Social para Líderes LGBTTINB+ coordinada por la Secretaria de la Asociación Civil Mocha Celis, Manu Mireles, hizo lo suyo retomando la historia del movimiento en Argentina y analizando el impacto que tuvo desde los años 90 hasta la actualidad. En este intercambio de saberes, se propiciaba una construcción colectiva alejándonos de las prácticas de poder propias de las jerarquías heterocispatriarcales que generan desigualdades entre lxs sujetxs. Estos espacios nos ofrecen instrumentos para la consolidación de una historia común con perspectiva en Derechos Humanos, interseccional y refugio para los tiempos que parecieran avecinarse.

En un año signado por movilizaciones, se destacan la multiplicación de las Marchas del Orgullo LGTB+ con incidencia en todas las provincias del país y con un fuerte rechazo a las políticas neoliberales. El 14 de julio se llevó a cabo la Primera Marcha No Binarie frente al Congreso con la consigna “Campo optativo y abierto de género en todos los registros", dejando en evidencia la visibilidad y los reclamos propios que la Comunidad No binaria ha desarrollado en los últimos años. Por su parte, las Históricas Argentinas continuaron impulsando el proyecto de Ley por la Reparación Histórica, que hace más de 8 años exige una indemnización monetaria para las personas travestis-trans que fueron víctimas de la dictadura militar y de los edictos policiales. Este reclamo urgente encontró su sanción en la Cámara de Senadores de Santa Fe el 23 de noviembre, convirtiéndose así en la primera provincia de nuestro país en conseguir este reconocimiento. En todas las movilizaciones se exigió la aparición de Tehuel y se recordó a aquellxs que ya no están con nosotrxs. El travesticidio de Zoe López, compañera referente del mítico Hotel Gondolín, perpetuado el sábado 11 de noviembre, deja en evidencia la necesidad de continuar exigiendo por una Justicia propia de la cual toda la sociedad debe hacerse eco. El 20 de noviembre, Día Internacional de la Memoria Trans, fue la primera movilización realizada luego de que el presidente neoliberal Javier Milei ganara la segunda vuelta el día anterior. La primera muestra de descontento fue con furia travesti, trans y no binaria. La concentración comenzó en Plaza de Mayo y se marchó hasta Congreso, donde se ofreció el debido homenaje a la referente asesinada y se exigió por Justicia.

El resultado de las elecciones nos deja como conclusión que el camino que debemos seguir está marcado, somos una comunidad con agenda propia que no pierde el sentido de solidaridad para sus adentros y de necesidad de alianzas para sus afueras (entendiendo “adentros” y “afueras” más como vasos comunicantes y como una necesidad de visibilizar las propias luchas que como límites estancos). A lo que nos enfrentamos viene por todo y nuestra comunidad ha padecido (y lo sigue haciendo) vejaciones y amenazas a sus derechos que más que apagarnos, enciende el fuego donde renacemos una y otra vez, utilizando la memoria como motor principal.