Los dólares financieros marcaron este martes nuevas caídas. La cotización del contado con liquidación anotó el precio más bajo de las últimas tres semanas, y se ubicó en 901,63 pesos, al descender 40,33 pesos. La brecha cambiaria, de esta forma, se ubicó en 11,74 por ciento. 

En el mercado informal, el dólar blue se mantuvo sin cambios en 995 pesos, sin cambios respecto de la cotización del viernes pasado. A su vez, la cotización del dólar mayorista se ubicó en un promedio de 806,74 pesos por unidad, mientras que el dólar tarjeta se ubicó en 1322 pesos. El Banco Central compró divisas: adquirió 187 millones de dólares en el mercado de cambios y acumuló compras por 2082 millones en las últimas 9 jornadas.

"Antes de las elecciones presidenciales la brecha era superior al 100 por ciento, y ahora la brecha entre el dólar MEP y el exportador es el 15 por ciento, y no hay brecha entre el dólar importador y el dólar contado con liquidación. Claramente el dólar está a precio de ganga en este escenario", dijo el analista financiero Salvador Di Stefano.

Aseguró además que entre los inversores se empieza a plantear la posibilidad de tomar ganancias y esperar cómo evoluciona la situación. “Los mercados invitan a replegarse a cuarteles de invierno, los bonos soberanos hard dollar muestran un comportamiento cansino, y ya no logran nuevos máximos. La brecha entre dólares es muy baja, todo es una invitación a llevarse dólares al bolsillo y pasar las fiestas líquidos", analizó Di Stefano.

En el mercado de deuda en pesos se registraron caídas. En el detalle de los bonos que ajustan por CER, es decir por inflación, el CUAP cayó 6,9 por ciento, el TX28 (-5,7 por ciento) y el DIP0 (-4,7). En tanto, los que anotaron un incremento fueron el PR13 (+1,5 por ciento), el TX26 (+1,4 por ciento) y el DICP (+0,2 por ciento).

El Tesoro realizó además una nueva colocación de deuda en moneda local, en la estrategia de empezar a desarmar los pasivos monetarios e incrementar el nivel de deuda del sector público. El Ministerio de Economía adjudicó cerca de 500.000 millones en Boncer (bonos atados a la inflación) con vencimiento en febrero de 2025. 

De esta manera, en diciembre pudo conseguir financiamiento en moneda local por 3,4 billones pesos. Se trató de la segunda licitación de deuda en pesos del mes, con las cuales el Tesoro busca captar buena parte de los pesos de los bancos en el marco del desarme de las Leliq.

En el detalle de la colocación, el Palacio de Hacienda recibió 471 ofertas por un valor nominal de 1,57 billones de pesos y de ello aceptó 500.000 millones de pesos al valor efectivo. A diferencia de otros llamados, el Palacio de Hacienda informó el precio de corte de la operación de 2915,88 por cada 1000 nominales, horas antes de comenzar la ronda.

Si se toma en cuenta que la tasa de interés que pagará el Boncer es de 4,25 por ciento más la inflación que transcurra en un año, con dos pagos semestrales, la tasa efectiva resultante es negativa en 21,72 por ciento anual.

Esto muestra que existe una sobredemanda de títulos para buscar refugio en deuda indexada por la inflación y pagan por encima del precio de la parida para adquirirla. Se trata de una señal de que el mercado espera que la aceleración inflacionaria siga firme en los próximos meses.