Con un colchonazo frente al Congreso, movimientos sociales junto agrupaciones de inquilinos y de endeudados con créditos hipotecarios reclamaron contra el megadecreto presidencial que deroga la Ley de Alquileres y desregula los contratos entre propietarios e inquilinos. “Con el DNU podrían obligarnos a firmar contratos de alquiler por un mes y a cobrarnos en dólares”, advirtió Gervasio Muñoz, de Inquilinos agrupados, sobre lo que se viene. Camas en la plaza y despliegue operativo del ministerio de Seguridad.

El colchonazo fue convocado por la UTEP, Proyecto 7, Inquilinos Agrupados e Hipotecados Uva, con una invitación abierta a quienes quisieran acercarse a reclamar. Llevaron a la plaza camas, junto a las que los referentes de las agrupaciones hablaron con los medios. Además, organizaron una merienda para las personas en situación de calle.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a disponer un operativo de la Policía Federal en el lugar de la protesta. Un grupo de uniformados filmó a los manifestantes que se quejaban de no poder pagar el alquiler, y un dron de la misma fuerza sobrevoló la actividad. Si bien en la Plaza del Congreso no hubo ostentación de armas, a dos cuadras del lugar cuatro colectivos policiales se apostaron a la espera de instrucciones, acompañados de un camión hidrante.

“Simbólicamente, el colchón significa que hay un montón de gente que por las medidas tomadas por el gobierno de Milei y la situación existente, sumada a la derogación de la Ley de Alquileres, en cualquier momento va tener que dormir en la calle”, dijo en el colchonazo Horacio Avila, de Proyecto 7.

“En el país ya venimos con una emergencia habitacional importante, grave, hay pocas viviendas en alquiler y por montos exorbitantes, impagables. Hay mucha gente que ya está alquilando y que en enero y febrero tiene que enfrentar la renovación de sus contratos. Están en peligro de quedar en la calle por no poder alquilar, por no poder renovar o por los costos altísimos que está implicando hoy ser inquilino. Ni hablar de los alquileres informales, de lo relacionado con los hoteles, las pensiones, donde si un día no pagaste te dejan afuera, te ponen un candado en la puerta y ya no podés volver a entrar", agregó.

La desregulación de los alquileres afecta a entre 9 y 10 millones de personas, según las estimaciones de las organizaciones de inquilinos.

Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados, apuntó que el DNU “va a ser un desastre para quienes alquilan, porque establece que los alquileres se pueden cobrar en cualquier moneda, es decir en dólares, habilita que ya no exista un plazo mínimo legal para los contratos de alquiler, con lo que se podrán firmar contratos por 15 días, un mes o dos meses y porque las actualizaciones pueden pasar a estar atadas a cualquier índice, público o privado”.

También en los barrios populares esperan las consecuencias de la desregulación. “Muchas compañeras y compañeros van a tener que volver a vivir con sus padres, y en nuestros barrios eso significa un mayor hacinamiento”, señaló Norma Morales, de Barrios de Pie.

Paola Gutiérrez, de hipotecados con créditos UVA, recordó que hay 105 mil familias que no pudieron pagar los créditos tomados durante el gobierno de Mauricio Macri “y a los que el actual presidente va a darles la espalda porque, a su criterio, lo que hicimos fue un convenio entre privados”.

En la plaza, los cronistas tomaron el testimonio de una mujer acompañada de su hija que aseguró que volverá a quedar en situación de calle. "He venido para poder mostrar la realidad en la que estoy", dijo. "Yo alquilaba con contrato cada tres meses, contrato temporario, y el último de diciembre me aumentaron 40 mil pesos, de golpe. Eso me llevó el alquiler a 150.000 pesos, cobro 160.000 y no puedo pagar, no la puedo pagar". En ese contexto, hizo un pedido al parlamento.  "Yo quiero pedirle a la gente que está dentro del Congreso --dijo-- que no apruebe la Ley", por el DNU. "Nos va a liquidar a todos: no podemos tratar con el propietario, si mañana quiere aumentar el precio que quiera, lo aumenta y nosotros no tenemos quién nos ayude".

En la última semana, como reacción a las medidas anunciadas por el ministro de Economía Luis Caputo y luego por el protocolo contra la protesta y el DNU, las organizaciones sociales vienen activándose para recuperar la gimnasia del reclamo callejero. Las protestas arrancaron con la marcha a la Plaza de Mayo (el miércoles 20 de diciembre, realizada por partidos y movimientos sociales de la izquierda y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia); siguió un Alimentazo Navideño frente al Congreso el jueves de cooperativas de la UTEP y una jornada de ollas populares en las plazas realizada el viernes también por la UTEP con un arco de articulación con los cacerolazos de las franjas medias.

Este miércoles será el turno de la marcha convocada por la CGT, a la que se sumaron las dos CTA y todos los movimientos sociales, tanto de la UTEP como de la Izquierda. De hecho, mientras se realizaba el colchonazo, en el interior del Congreso los senadores Unión por la Patria se reunían con las centrales sindicales y la UTEP por el DNU.

La marcha del miércoles buscará darse un perfil multisectorial y multipartidario. Desde la Plaza donde las organizaciones sociales y agrupaciones de inquilinos instalaron los colchones, la expectativa era de una concurrencia masiva y con mucho autocuidado, sin caer en provocaciones y dando un mensaje de contundente rechazo al megaDNU.