4 - REBEL MOON (PARTE 1): LA NIÑA DE FUEGO

(Rebel Moon: A Child of Fire, Estados Unidos/2023)

Dirección: Zack Snyder

Guion: Zack Snyder, Kurt Johnstad y Shay Hatten

Duración: 133 minutos

Intérpretes: Sofia Boutella, Ed Skrein, Michiel Huisman, Charlie Hunnam, Djimon Hounsou y Doona Bae

Disponible en Netflix

“Hype” es un término que circula en redes sociales y refiere a la alianza entre el marketing y el entusiasmo excesivo de un grupo de personas para hacer ruido publicitario alrededor de un personaje o evento. Hay decenas de directores “hypeados”, pero pocos como Zack Snyder, especialmente a partir de su eyección de Warner tras de timonear (muy mal) los destinos de El hombre de acero, Batman vs. Superman: El amanecer de la justicia y Liga de la justicia. Eso explica, por ejemplo, la desmesurada expectativa por el lanzamiento en HBO Max del “Director’s Cut” de la última de ellas, en lo que fue el paso previo a su llegada a Netflix. Para esa plataforma dirigió El ejército de los muertos (2021) y Rebel Moon, cuya primera parte (la segunda llegará en abril) permite comprobar, una vez más, que lo del responsable de 300, Watchmen: Los vigilantes y Sucker Punch es el estilo por el estilo mismo, pura pirotecnia visual al servicio de la nada.

El gran mérito de Snyder es hacer que esa nada no lo parezca. Por el contrario, los diálogos graves para abordar “grandes temas” le insuflan a su obra en general, y a esta película en particular, un aire de importancia digno de los peores trabajos de Christopher Nolan, con la salvedad de que incluso en ellos –con El origen e Interestelar a la cabeza– el británico despliega un amplio abanico de ideas visuales y narrativas originales. En el caso de Rebel Moon (Parte 1), Snyder no tiene tapujos en despacharse con su propia versión de Star Wars. La ingente cantidad de referencias y guiños, y la apropiación de su iconografía hacen que, antes que a un “homenaje”, la maniobra desprenda olor a choreo. Además, lo que podía ser novedoso hace casi medio siglo, hoy no lo es, por lo que Rebel Moon es de esas películas a las que ni siquiera su proliferación de efectos digitales las salva de haber nacidos viejas.

El Imperio es aquí Mundo Madre, un planeta gobernado durante largos siglos por un linaje de sangre azul tan poco ecofriendly que se cargó todos los recursos naturales del planeta. Los reyes deciden salir al espacio para conquistar nuevos cuerpos celestes. Amo y señor de toda la galaxia, el Mundo Madre empieza a tambalear a raíz del asesinato de los monarcas, dejando una acefalia que hace que entre los conquistados empiecen a circular ideas de revolución. El senador Balisarius ve una hendija en todo ese revuelo y toma el poder. Para demostrar que no es tibio y está dispuesto a ir a fondo, en lugar de un DNU con 366 artículos manda a sus mejores tropas para aniquilar a los subversivos. En uno de esos planetas alejados (sobre)vive una comunidad con los recursos que cosecha y que a duras penas alcanzan para alimentar a todos. Por si fuera poco, al jerarca militar enviado –una caricatura del Hans Landa de Christoph Waltz en Bastardos sin gloria– le dicen que esos recursos son divididos según las necesidades de cada familia: típico de colectivistas empobrecedores.

El milico se va con la promesa de volver en unos meses para llevarse el grueso de la cosecha y abastecer a sus tropas, tirando más combustible al deseo revolucionario de Kora (Sofia Boutella). Tiene otros motivos personales para involucrarse, tal como contará más adelante. A partir de allí, la mecánica del relato se reduce a un viaje por distintos planetas para armar una resistencia reuniendo guerreros de todo tipo que, como Kora, cuentan mucho más de lo que hacen: al encuentro de cada uno le sigue un largo flashback explicitando por qué es importante sumarlo al grupo. Son escenas que entienden el virtuoso como sinónimo de usar la cámara lenta. El sentido de aplicar ese recurso a un perro entrando a un matorral o a un puñadito de semillas cayendo a la tierra es una cuestión que seguramente alguien que forma parte activa del “hype” podrá explicar.