El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, viajó de urgencia a Esquel apenas se conoció la noticia del hallazgo de un cuerpo 300 metros río arriba de donde se lo vio por última vez a Santiago Maldonado, mientras era perseguido por agentes de la Gendarmería. Lo escoltaron un asesor del ministro de Justicia, Germán Garavano, y el secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gonzalo Cané, quien es mencionado en las denuncias penales por presunto encubrimiento de la desaparición forzada.
“Vine a acompañar a la familia”, sostuvo Avruj cuando aterrizó. Más tarde, utilizó su cuenta de Twitter para denunciar que personas que salieron de la Pu Lof encapuchadas apedrearon los vehículos de la comitiva que encabezaba.
El Gobierno atravesó los 78 días desde la desaparición entre la defensa de Gendarmería, versiones falsas sobre el destino del joven desaparecido y, en estas últimas semanas, la instalación por parte de la candidata oficialista Elisa Carrió de que había “un 20 por ciento de probabilidades de que estuviera en Chile con la RIM (sic)”.
Con el hallazgo del cuerpo, viajaron los funcionarios de Justicia y Seguridad –dos sectores que tuvieron visiones encontradas sobre cómo encarar el caso– y Avruj. Apenas llegó, el secretario de Derechos Humanos dijo: “Hay aparentemente noticias de un cuerpo que estaría hallado en el río. Más que esto no puedo decir. Quiero hablar con el juez para confirmar y para ver qué rol vamos a cumplir cada uno”, indicó. “Vinimos a acompañar a la familia. Venimos a interiorizarnos de lo que está ocurriendo”, señaló. También confirmó que no viajaría “en este momento” la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Quien está por el Gobierno soy yo”, señaló.
Por Justicia, viajó un asesor de Garavano, Martín Gershanik, y la directora del Sistema Federal de Búsqueda de Personas, Leticia Risco. En tanto, por Seguridad volvió al territorio Cané, quien fue señalado por el presunto espionaje ilegal de la Gendarmería a la familia Maldonado a partir de datos que surgieron de los celulares requisados a los agentes y denunciado penalmente por ello por la dirigente del FIT Myriam Bregman.
“Gonzalo Cané, funcionario enviado por Patricia Bullrich, se presenta en causas judiciales que existen a partir de la desaparición de Santiago y, argumentando mantener el ‘secreto y la confidencialidad que requiere la información concerniente a la seguridad interior’, pide que se limite la inspección de celulares, computadoras y otros dispositivos secuestrados a integrantes de la Gendarmería”, indicó Bregman. “Sin ningún empacho, Cané en persona se ocupa de pedir a la Justicia que no se sepa lo que tienen los celulares y computadoras, porque sabe que el espionaje ilegal va a aparecer”, afirmó también la abogada del Ceprodh.
Según informó este diario, Cané también fue quien introdujo en la causa la hipótesis del “puestero de Epuyen” que supuestamente había acuchillado a Maldonado y que resultó ser falsa. También estuvo presente en el allanamiento que dispuso el primer juez de la causa, Guido Otranto, por el que hay una denuncia internacional ante la CIDH por el grado de violencia desplegado. Además, fue el encargado de mantener el enlace con Otranto y ocuparse de deslegitimar a los testigos mapuches que complicaban a los gendarmes.
Piedras en el camino
Avruj mantuvo silencio luego de su primera declaración, hasta que entrada la noche hizo una serie de denuncias contra los mapuches en su cuenta de Twitter. “Vinimos a Esquel para ponernos a disposición de la familia y el juez ante la noticia del hallazgo de un cuerpo. En la entrada del Lof fuimos insultados, intimidados y atacados por encapuchados que salieron de adentro del lugar”, sostuvo el funcionario nacional. “Destruyeron los vehículos y nos hicieron subir a las mismas. Luego nos apedrearon nuevamente poniendo en riesgo nuestras vidas”, sostuvo el secretario de Derechos Humanos, que prometió: “Seguiremos trabajando por un país en paz y sin violencia.” En el Gobierno, destacaron que se le impidió llegar al lugar del hallazgo.
En el Ministerio de Justicia confirmaron que iban a esperar a que hablara el nuevo juez, Gustavo Lleral, pero indicaron que quienes estaban en el lugar aseguraban que se trata de Santiago Maldonado. “No tenemos una determinación científica todavía y queremos ser precavidos hasta tener una identificación menos precaria”, advirtieron a última hora de ayer.
En el Gobierno consideraban fundamental esperar a la autopsia: “Una buena pericia debería determinar cuándo fue que murió, dónde murió, si está golpeado, si estuvo siempre en el lugar o si estuvo al aire libre. Una buena autopsia nos va a dar muchas respuestas. Hay que hacerla siguiendo todos los protocolos y sin nada que enturbie. Con la autopsia, el cadáver nos va a hablar”, aseguraron.
¿Esto significa que el Gobierno no descarta la participación de los gendarmes? “Está todo abierto. Ya se habían hecho rastrillajes ahí. Hay que ver los movimientos del río y qué movimientos puede tener el cuerpo”, advertían. Esa siempre fue la posición del ministro Garavano, mientras que Bullrich mantuvo una defensa más a ultranza de los gendarmes.
“El Gobierno va a esperar tener la confirmación oficial. El juez seguramente hablará desde el lugar de los hechos. A partir de ahí, vamos a seguir con la actitud de colaborar. Obviamente lamentamos el desenlace”, indicaban en la Rosada. “Y vamos a estar muy atentos a cómo ocurrieron los hechos y a cómo son las responsabilidades”, destacaron.