La Justicia Federal de Rosario condenó a ocho personas por el delito de tráfico de estupefacientes, en la causa iniciada por el hallazgo de 1.658 kilos de cocaína que fueron incautados en un galpón de Empalme Graneros y un depósito de República de la Sexta, en 2022, con destino a Dubai y España. Las penas más altas fueron de 12 años de prisión para Gabriel Nicolau y 11 para José “Tano” Sofía, considerados cabecillas de la operación que se frustró. En tanto, otras seis personas fueron sentenciadas a penas de entre 10 y 3 años de prisión. 

La acusación estuvo a cargo del fiscal general ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de Rosario, Federico Reynares Solari, y el fiscal federal de la Regional NEA de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Matías Scilabra, quienes habían solicitado penas de hasta 15 años de prisión por el intento de contrabando de cocaína de máxima pureza.

Ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3 de Rosario, integrado por los jueces Eugenio Martínez Ferrero, Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta, los fiscales plantearon que se trata de una organización de “carácter transnacional, sumamente compleja, bien diferenciada entre partes”. Indicaron que se encontraba conformada por financistas, por un grupo que se encargaba de tener el contacto directo con ellos mientras que otros imputados que llevaban adelante la logística.

Según la investigación, la organización se dedicaba principalmente al contrabando de droga en el orden internacional entre febrero y agosto del año pasado, cuando se hicieron los operativos. La maniobra completa implicó el hallazgo de 1.515,3 kilogramos de cocaína en un galpón en la Avenida Génova 2425, y de 143 kilogramos de sustancia estupefaciente incautada en un galpón de Cerrito 17.

La acusación apuntó a que los imputados habían gestionado la exportación de pellets de maíz contenidos en bolsas “big bag”, dentro de las cuales acondicionaron y disimularon 1.259 paquetes rectangulares con material estupefaciente con destino -presumiblemente- a España.

La causa se inició a partir de la acumulación de dos expedientes anteriores e independientes llevados a cabo por divisiones de la Policía Federal Argentina. Uno fue encarado por la Dirección General Operaciones Antidrogas Hidrovía del Paraná respecto a una persona que había sido señalada como partícipe de una organización que se encontraba gestionado un envío de estupefacientes al exterior y que, si bien se había desvinculado de la misma, siguió generando nuevos contactos para concretar ese objetivo.

La otra causa la llevó adelante la División Operaciones Federales, a partir de datos aportados por las autoridades de la Drug Enforcement Administration (DEA), donde daban aviso del ingreso al país de un ciudadano de nacionalidad colombiana que se dedicaba a actividades relacionadas con el tráfico de drogas.

Los agentes comenzaron a vigilarlos y registraron varias reuniones, concluyendo que se encontraban ante una organización celular, formada por varios eslabones: un financista o jefe, un grupo que se encargaba de la coordinación en Argentina y otro grupo encargado de la logística para la extracción del material estupefaciente hacia el exterior.

Así, según la investigación se logró dar con los integrantes de la organización que se encargaba del contrabando de droga que estaba a cargo de Gabriel Nicolau y el grupo responsable de la logística para la extracción del material estupefaciente hacia el exterior tenía como encargado a Sofía, alias el "Tano".

El tribunal también condenó a 10 años de prisión a Marco Páez; y les dio 8 años a Lucas Hitters; 7 años y 6 meses a Oscar Rossi; 6 años a Fabio Crucianelli; 3 años de cumplimiento efectivo a Osvaldo Gorosito, y 3 años de ejecución condicional a Gastón Sofía, el hijo de “Tano”.

En tanto, el ciudadano colombiano Gabriel Rojas Londoño -vinculado a la jefatura de la organización- se encuentra detenido en Dubai, Emiratos Árabes, desde noviembre del año pasado. Mientras que Newson Sabogal y Álvaro Ramírez Duque se encuentran prófugos.