Tal como lo había anunciado antes de asumir, el presidente Javier Milei renunció formalmente al ingreso de la Argentina como miembro pleno de los Brics, el bloque de economías emergentes que podrían haberle facilitado al país un respaldo político y económico firme para afrontar la crisis que atraviesa.
Así lo confirmó el mandatario ultraderechista a través de una carta enviada al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, quien preside temporariamente la alianza económica integrada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. La misma misiva fue enviada a los mandatarios de todos los países del bloque.
La carta de Milei para salir de los Brics
En su carta, Milei afirmó que en su gobierno “no se considera oportuna la incorporación de la República Argentina al Brics como miembro pleno a partir del 1 de enero de 2024”.
“La impronta en materia de política exterior del gobierno que presido desde hace pocos días difiere en muchos aspectos de la del gobierno precedente”, explica el brevísimo texto que deja le cierra al país una de las puertas más grandes de ingreso al mundo.
La incorporación de la Argentina como miembro pleno de ese bloque multipolar había sido aprobada en agosto pasado en la Cumbre de Johanesburgo, tras intensas gestiones del gobierno de Alberto Fernández y del brasileño Luis Inacio Lula Da Silva.
El objetivo era que el país recibiera un firme espaldarazo de salida a la crisis que atraviesa y que, a través de esos socios, pueda recibir asistencia financiera directa para determinados proyectos.
Alineamientos ideológicos
Desde antes de ganar el balotaje, Milei había anticipado que si era electo no permitiría que el país ingresara a ese bloque. Sus razones fueron ideológicas, más que pragmáticas en términos de estrategia económica, integracionista y de fortalecimiento macroeconómico.
El argumento central del rechazo a los Brics fue que ese bloque estaba integrado por países “comunistas” con los que él no hacía negocios. Con esa premisa, dijo que “no ve ventajas” a ese bloque de cooperación que representa el 40 por ciento de la población mundial, el 24 por ciento del PBI global, el 16 por ciento de las exportaciones y el 15 de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
El rechazo formal a los Brics ya había sido adelantado por Milei a finales de noviembre pasado y a través de un mensaje publicado en las redes sociales. “No ingresaremos a los Brics”, dijo sencillamente.
La Cancillería fue la encargada de enviarle la carta a Putin, en la que Milei dejó claro que “algunas decisiones tomadas por la anterior gestión serán revisadas” y que entre ellas se encontraba “la creación de una unidad especializada para la participación activa del país den Brics”.
Lo notable es que, luego de los escuetos argumentos con que rechazó, el presidente argentino le ratificó a Putin -y a cada uno de los miembros de los Brics- “el compromiso de mi Gobierno con la intensificación de los lazos bilaterales con su país, en particular el aumento de los flujos de comercio e inversión”.
También le expresó su deseo de viajar a Rusia: “A la espera de reunirme con usted, hago propicia la oportunidad para reiterarle las seguridades de mi más distinguida consideración”, concluyó el texto que le cierra al país una de sus puertas de entrada al mundo.