El primer capítulo deja claro que Luciana consiguió lo que tanto le costó: ser mamá de Olivia. Durante el festejo de su primer cumpleaños, familiares y amigos participan de una especie de celebración delirante, una comedia alocada con piezas de encastre incómodo. Lo que sigue asciende en intensidad, pero se retrae en el tiempo, porque Maternidark es el relato sobre cómo Luciana llegó al deseo cumplido de ser madre. Entre videos y audios que ella graba, como una especie de diario destinado a la hija por nacer, Luciana atraviesa sus angustias como una furia, entre amor, enojo y estupor. Todo ello, si es posible (y lo es), en la caracterización brillante de Camila Peralta. Con producción de Pez Cine y Renacer Audiovisual, Maternidark reúne seis episodios de un ritmo detonado y vibrante que estrena la plataforma pública Cont.ar, con dirección de Romina Tamburello y guion de Tamburello y Rosario Spina, a partir del diario personal de la propia Spina.
“Está inspirada en mi diario de maternidad, un diario que estaba trabajando en un taller con Romina. Cuando nos conocimos, yo leí ese diario. Yo estaba atravesadísima por mi llegada a la maternidad. Mi nena tenía, en ese momento, cuatro meses, así que estaba muy alienada; y el diario contaba esa experiencia, la de la llegada a la maternidad, sobre conocer a otras mamis y otros papis, grupos con algunas cuestiones progres, pero también con otras que terminaban siendo ofuscantes, que recirculaban mandatos que terminaban por encerrar a las madres en nuevas ideas de lo que es ser el ideal de madre, ¡al que nunca vamos a llegar! Yo estaba entonces tratando de encajar con esos modelos. Cuando Romina me propone hacer una comedia, yo pensaba: ¿cómo hacer una comedia con todo lo que me estaba pasando? La mirada de Romina aportó una cuota espectacular, y por eso la serie es como es”, comenta Rosario Spina a Rosario/12.
“Si bien el diario tenía un contenido muy visceral, que la serie replica, trabajamos mucho en la curva, en cómo contarlo, para llegar a un nivel de emocionalidad del espectador. No es una serie de trama, sino que cada capítulo puede funcionar como un corto, a partir de fragmentos del diario. Por eso en el capítulo 1 es el cumple de un año, y ya sabemos que Luciana pudo ser madre, pero en los siguientes están sus problemas para concebir, que no fueron tales en la experiencia de Rosario. Nos permitimos jugar un montón con eso. Fue hermoso poder trabajar con alguien que no conocés y que te abre tanto su mundo. Yo no quiero ser mamá, así que fue un aprendizaje absoluto. ¡Y que ella permitiera tanto nivel de chamuyo, como inventar personajes corridísimos entre las dos!”, continúa Romina Tamburello.
Rosario Spina: -¡Para luego tener que aclarar a familiares y amigas (risas)!
Romina Tamburello: -Hay muchas cosas que no ocurrieron, pero igualmente están tamizadas por lo que ella había sentido. Por ejemplo, en el capítulo 5, donde claramente, lo que pasó en realidad no fue con una secta de papis rubios, pero de alguna manera ella los veía como una secta. Fue extremar todo.
-Si algo está claro, es que el personaje de Luciana no podría ser sin Camila Peralta. ¿Cómo fue el proceso de trabajo con ella?
Tamburello: -Con Rosario nos encontramos en 2017, más o menos, y después laburamos mucho la escritura a partir de la tutoría de Ana Piterbarg. Cuando decidimos que Camila iba a ser la protagonista, empecé a ir todas las semanas a Buenos Aires, y ensayábamos todo el fin de semana, 5 horas por día. Laburábamos el texto con ella, mano a mano. Luego ella vino acá, y programamos ensayos con todos los personajes. Después nos pasó que terminábamos de grabar, en el rodaje, y nos íbamos a ensayar a la noche. Cuando hay tanto laburo de parte de una actriz, y tanta predisposición y entrega además de virtuosismo, no te sorprende ese resultado. Ella se lo apropió al personaje.
-En relación a la curva que señalabas, ¿mantuvieron en el rodaje cierta cronología argumental?
Tamburello: -Fue un capítulo por locación, y en eso fuimos vivas. Pero lo que sucedía en la casa se repartía entre la mayoría de los capítulos, así que ahí se fue mechando un poco. Pero siempre con mucha meticulosidad en la continuidad. El plan de rodaje ayuda mucho a la actuación; me pasa como actriz, una no entiende lo que está actuando hasta que lo ve montado. También nos permitimos meter en el plan de rodaje un tiempo para la improvisación, para que el laburo no sea solo ablandar el texto, sino ver qué le podés poner de vos mismo a lo que está pasando.
-El contrapunto que ofrece Juan Nemirovsky como su pareja es notable.
Tamburello: -Juan hace un laburo interesante, que es el de poner al varón en un lugar de espera, porque esta mina lo que más quiere en el mundo es quedar embarazada. Cuando van al médico de fertilidad, lo ves a él que sigue su vida y que la acompaña, pero a la vez hay algo de su ternura que creo es propio de Juan como actor, que es tener esa ternura a disposición. Creo que los ensayos, la improvisación y el vínculo entre los dos, lo permitieron.
-Entre otras cuestiones, hay algo que la serie deja claro: la maternidad es una experiencia sobre la que solo saben y pueden hablar las mujeres.
Spina: -En un momento, una de las amigas le dice a Luciana “la maternidad es intransferible”. Y es así. Cada una la vive de una manera diferente. Me acuerdo de una escena que al final no quedó, cuando ella va con el cochecito por la calle y ve un grafiti que dice “No hay forma de no cagarla, así que mejor vivila”. Es esta idea. Cada una construye su propio criterio maternal, y con su tribu y su red hay que tratar de no detonarse tanto. Porque una se detona. No volvemos a ser las mismas. Y esto quisimos expresarlo desde el humor.
Tamburello: -Hay comentarios y reacciones que nos van llegando, y creo que ese es el resultado de que no haya sido un mensaje panfletario, porque no se puede hacer humor con un panfleto. Rosario es muy clara en lo que piensa de la maternidad, y yo la estoy acompañando. Siento que en los feminismos nos ocupamos tanto del deseo de no ser madre -y fue una lucha que ganamos-, que tal vez habíamos olvidado ese lugar de la mujer que quiere serlo, a costa de todo. Y yo aprendí un montón con eso.
Maternidark (6 episodios) cuenta con dirección de Romina Tamburello, guion de Tamburello y Rosario Spina, dirección de producción de Santiago King, producción ejecutiva de King y Federico Actis, edición de Danalí Riquelme, música de Pablo Crespo, dirección de fotografía de Marcos Garfagnoli, sonido de Tomás Grimaldi, arte y vestuario de Ana Julia Manaker, y protagónicos de Camila Peralta, Juan Nemirovsky, Laura Copello, Inés Estévez, Julián Doregger, Mumo Oviedo, Juan Pablo Yévoli, Agostina Prato, entre otros.