El próximo 19 de enero se conmemoran nueve años de la muerte de Canserbero, un episodio que esta semana tuvo un giro inesperado. Inicialmente se creía que había sido un suicidio, luego de que supuestamente el rapero venezolano acabara con la vida de Carlos Molnar (amigo suyo y bajista de la banda de reggae Zion TPL) en una pelea. Pero este martes 26/12, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, mostró un video a los periodistas locales en el que los hermanos Guillermo y Natalia Améstica confesaron haber matado al icono del hip hop. Aunque lo más impactante y macabro del caso es que Natalia había sido mánager de Canserbero y esposa de Molnar.
Según Saab, la causa del homicidio fue una disputa por dinero. La otrora representante contó que drogó a Canserbero y a su ex pareja, para después apuñalarlos. Con la ayuda de su hermano, encubrió el crimen simulando una discusión (motivada por una presunta depresión de parte del cantante y compositor). Y arrojaron el cuerpo del MC desde una ventana de su departamento, ubicado en el barrio Andrés Bello, de la ciudad de Maracay. Además, fueron arrestados seis policías, entre ellos un patólogo forense y dos investigadores de la fiscalía que participaron en la averiguación inicial. Se supo que los Améstica les ofrecieron 10 mil dólares para terminar de maquillar la escena.
Desde aquel entonces, el entorno de Tirone José González Orama (el nombre detrás del álter ego Canserbero) puso en duda que este pudiera cometer un asesinato, porque su personalidad no coincidía con ese perfil. El caso igualmente levantó sospechas entre el ciudadano de a pie, ya que la investigación dejó en evidencia varias irregularidades. El Ministerio Público de la nación bolivariana reabrió el expediente este noviembre y exhumó el cuerpo para nuevas investigaciones. Se cree que este repentino interés por el deceso del artista fue para captar el voto joven en las elecciones presidenciales venezolanas, que se llevarán a cabo en 2024.
Pese a que las indagaciones siguen abiertas, el fiscal sentenció que "Canserbero puede descansar en paz". Al tiempo que comparó su tragedia con la del mítico rapero estadounidense Tupac Shakur, a cuyo asesino nunca encontraron. Lo que sí tienen en común ambos artífices, amén de ser dueños de un flow único, de una lírica que versa sobre la resistencia y el activismo, y de una influencia que linda con lo sagrado, fue que murieron prematuramente. En tanto el caraqueño falleció a los 26 años, el neoyorquino se fue de este plano a los 25. Otro rasgo que los aúna es que ninguno murió en su ciudad natal.
A propósito de la noticia, el miércoles pasado volvió a circular en las redes sociales el tema 4 sapos, de Saimón MC, donde el también hiphopero venezolano en 2021 acusaba de la muerte de "Can" no sólo a Natalia Améstica, sino también a sus colegas Apache y Cotur, y al productor Kpu. "Al Can le pasaron cosas ese día, me contaron. Tuvo un día de mala suerte por mano de 4 sapos. Ese día, a Canserbero extrañamente le cortaron los servicios de su casa y llamó a su pana Carlos, al cual también injustamente junto al Can asesinaron", ilustra un pasaje de esta canción de poco más de 11 minutos de duración.
Asimismo, el tema recrea: "Natalia le preparó a Can un té para adormecerlo, mientras Carlos preparaba la agenda de los eventos. Can se fue a su habitación sin saber que era su hora". Esa noche se encontraron para, en teoría, grabar un video relacionado con un show en Panamá. Lo que tampoco aparece en el informe del forense, y sí dice la letra, son los golpes que presentó el cadáver: "Canserbero torturado, amarrado y sin camisa. Con un batazo en la cara, hecha pedazos su mandíbula. Lo tildaron de psicópata, demente, esquizofrénico…". Aparte de advertir que el móvil del homicidio fue el dinero y la envidia, Saimón MC responsabilizó al gobierno venezolano por encubrir el caso.
El fiscal Saab ordenó la captura de Kpu por "apropiación de propiedad intelectual indebida". Al parecer, el alias de Leandro Añez es quien cobraba las regalías de los dos álbumes solistas del rapero: Vida (2010) y Muerte (2012). "Este sujeto, sin que hubiese contrato firmado, hizo las veces de mánager de Canserbero entre 2010 y 2012, cuando se separaron", declaró el fiscal. Tras la muerte de Tirone, circuló el rumor de que el productor musical tenía los derechos hasta mayo de 2022. Frente a la presión de fans y de la escena musical, y luego de haberse defendido en su cuenta de Instagram (donde dijo que el padre de Can es quien cobra las regalías), Kpu suspendió sus actividades en esa red social.
Ni Cotur ni Apache se pronunciaron aún. El primero fue acusado de estafa, y de paso el rapero El Prieto lo relacionó con el crimen. De hecho, en 2018 le dedicó el tema R.I.P Cotur ladrón, de la Prieto Gang: "Cotur es cómplice de la muerte de Canserbero, le asaltó la gloria y también todo su dinero. No le ha llevado una flor al cementerio, con el billete del difunto quiere crear un imperio", reza la letra. Mientras que Apache, que grabó en 2013 con Canserbero el disco Apa y Can (cuyas regalías están bajo la lupa del Ministerio Público), manifestó hace unos años que no tuvo nada que ver con esa desgracia que puso de luto al hip hop.
Mientras sigue su curso la investigación, que sirvió para limpiar su imagen, la escena venezolana de hip hop se repiensa a partir del legado de Canserbero. "Tal vez los chamos ya no son muy seguidores del rap, por cómo evolucionó. Pero todos tienen un respeto muy profundo por el trabajo de Can", le espeta el MC Truko al NO, desde Caracas. "Te lo dice alguien que no era seguidor suyo. A nivel ideológico y contextual, era su antítesis y la de su crew. Ellos intentaron posicionar el 'rap consciente', y yo rapeaba sobre el malandreo. De todas formas, él hizo algo muy particular: fue crítico no de una cosa, sino de todo. Esa sinceridad de sus letras no la heredó nadie."
Sin embargo, su influencia no sólo abarcó a la música en Venezuela. También se extendió a la cultura en general. "Eso a mí me duele porque cuando estaba vivo lo ignoraban. Hay que morirse en este país para que te presten atención", lamenta Truko. "Recuerdo una gala de unos premios, en la que la presentadora dijo: Canserbero es la prueba de que rap y poesía tienen en Venezuela una misma cara. Para mí era un rapero más, pero con el tiempo entendí por qué generó semejantes sensaciones en ese público que era básicamente de la cultura pop. Además, él andaba con mono (jogging) barato, zapatos de goma (zapatillas) baratos y franela (remera) que usaba al revés para no mostrar la marca."
Truko reconoce que el rap venezolano tuvo un momento de mucha atención internacional mientras Canserbero estuvo vivo. "El fue un bombillo que nos hizo visibles a todos nosotros. Quizá no supo dirigir su luz para iluminar su camino", apunta. El MC participó, al igual que Canserbero, en la Red Bull Batalla de los Gallos que se hizo en 2007 en Caracas. "Ese fue el año en que ganó Kim, la primera mujer que logró esa hazaña. Esa generación luego pensó: ‘¿Cómo voy a competir? ¿Quién me va a evaluar? Si somos los mejores'. Desde esa época, el resto del hip hop de Latinoamérica puso la mirada en Venezuela. Pero, luego de que Canserbero murió, ya no nos volvieron a ver igual."
Cinco años después de esa edición de la competencia de freestyle, Tirone vino por primera vez a la Argentina para hacer dos actuaciones: una en Caracas Bar y otra en El Teatrito. Y ahí estuvo Leandro Domé, creador del canal de YouTube Radio Doble HH y divulgador indispensable de la cultura hiphopera nacional, registrando ese debut porteño. "En ese momento estaba sacando su música más under, aunque ya yo lo seguía desde 2005", recuerda el influencer y entrepreneur. "Acá el rap latino venía tranqui, con Los Aldeanos y ese tipo de artistas, pero él lo llevó a otro nivel. Si bien Venezuela venía fuerte con MCs como Lil Supa, el chabón estaba en otro plano."
En 2014, Canserbero regresó para dar su mejor show, que acabó siendo una de las últimas actuaciones de su carrera. Sucedió el viernes 5 de diciembre en San Justo (en ese desembarco también se presentó en Buenos Aires y Mar del Plata), y entre los organizadores de la fecha se encontraba El Misionero. "Estaba endemoniado ese día", evoca Domé. "Hacía un calor fatal, pero él quería cantarse todo. Rapeó más de una hora." Lo mataron a las pocas semanas. No hicieron más que anticipar su leyenda. "El era mainstream dentro del underground. Después de morir, empezaron a conocerlo. Cuando pasaban sus temas en las fiestas de rap, la gente se volvía loca."
Al mismo tiempo que por la capital argentina circulan remeras negras con su nombre dándole forma a un triángulo equilátero, su herencia ya se puede palpar en la movida urbana local. "El artista más próximo a su estilo es Acru", se anima a ensayar el iniciador de Radio Doble HH. "Canserbero no hablaba de su ego. Hablaba de la vida y de la muerte. Estaba despertando a la gente, despertando conciencia. Era una locura de persona, con mucho conocimiento. Quería estudiar contabilidad y física cuántica. El amor hacia su música viene de las cosas que decía, de su lírica, de su mística, de su flow y de su forma de presentarse en escena. Era una figura indescifrable."