"Con las medidas del gobierno nacional serán cada vez más los que necesiten ayuda, asistencia y acompañamiento para acceder a la vivienda", aseguró Axel Kicillof después de entregar las llaves de 27 viviendas en el partido bonaerense de Salto. En Barrio Valacco, el gobernador de la provincia de Buenos Aires inauguró los hogares del programa “Mi Casa, Mi Hogar”, que fueron construidos a partir de una invesión de 267 millones de pesos y que constituyen un proyecto de 67 soluciones habitacionales.

"Me gustaría que los que quieren cortar la construcción, los asfaltos y las escuelas, vengan acá a ver cómo se alegra el pueblo", expresó el gobernador que, golpeándose el pecho, agregó: "Ésto va más allá de la política y la ideología, y tiene que ver con cuestiones más profundas de solidaridad, sentimiento y amor."

El ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano de la provincia de Buenos Aires fue creado por Kicillof cuando asumió su primer mandato en 2019. Al cabo de cuatro años, la cartera conducida hasta hace veinte días por Agustín Simone creó 20 mil hogares junto al Estado nacional, y mantiene en construcción otros 50 mil. Silvina Batakis, la nueva titular de la cartera, destacó que el gobernador decidió "vincularse de lleno con la problemática de la falta de viviendas".

"Me llena de alegría, de orgullo, y no me van a convencer de que el mercado nos va a resolver la vida", dijo Kicillof, que apuntó de lleno contra las medidas del presidente Javier Milei: "A la Ley Ómnibus yo la llamo 'Ley Tanque', porque el objetivo es distinto al de un micro. No es un ajuste equitativo, es una transferencia, porque le saca a unos para darles a otros. El Estado Nacional dijo 'no más obras', pero eso significa que la gente se queda sin trabajo. Cuando dicen que ahogarán a los gobernadores, sepan que nos quieren dejar sin viviendas y sin escuelas", remarcó.

Junto a las viviendas, el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires entregó cuadros del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti y bilbiotecas con libros pertenecientes a la colección de títulos de Ediciones Bonaerenses. Entre ellos hubo ejemplares de literatura, libros de cocina, la colección de historietas "40 años de democracia" y un ejemplar de la Constitución Nacional, la cual Kicillof no pasó por alto: "Para que los pibes aprendan a leer tiene que haber libros en sus casas. Me parece muy acertado que esté la Constitución, pero estaría bueno que ciertos dirigentes políticos le dieran bola", apuntó el gobernador.

En su sexta visita a Salto, municipio donde comenzó la campaña del Clio de Carlos Bianco allá por 2017, el gobernador destacó la dificultad de acceder a los terrenos incluso en las zonas rurales. Dijo que "desde el obelisco piensan que somos una pampa llena de vacas y soja", pero que se olvidan que el interior "tiene la mayor parte de la producción rural, y que esa producción es realizada por la gente". "Así y todo cuesta acceder a la tierra porque el mercado no lo resolvió. Por eso hacemos viviendas, porque hace falta un Estado presente que observe cuáles son las necesidades y ponga los recursos", puntualizó Kicillof.

Luego de señalar el conflicto de las zonas rurales, el mandatario dijo que la falta de acesso a la vivienda es una necesidad más visible en el conurbano bonaerense. Luego de destacar el crecimiento exponencial de la población, mediante la llegada de habitantes de otras provincias y extranjeros a partir de la década del '50, Kicillof dijo que ése territorio de la provincia, que hoy alcanza las 13 millones de personas, no cubrió las necesidades básicas porque "sobre todo en los ochenta, a la provincia de Buenos Aires se la privaba de recursos para atender una necesidad cada vez mayor". "Allí pasean las cámaras de los medios porteños, que recorren las calles del conurbano y dicen 'falta luz, faltan veredas', pero no dicen que lo que falta en la provincia de Buenos Aires son recursos", agregó.

El intendente local, Ricardo Alessandro, dijo que en su municipio "hay que concientizar a aquellos que todavía se equivocan y siguen a este monarca, a este monstruo que nos conduce a nivel nacional", cuando enumeró que en Salto faltan concluir la construcción de 43 viviendas, 12 casas para la policía, el arreglo de la ruta 32, y los planes de 600 terrenos para vender sobre avenida Costera, "que fueron cortados y parados por Milei".

Una historia detrás de cada llave

Eliana está acompañada por sus hijos, es madre soltera y vive en lo de su madre. Trabaja en una editorial y hace publicidades, tanto en Salto como en los pueblos aledaños de Arrecifes y Rojas. No pudo contener sus lágrimas al obtener el manojo de llaves que ahora le pertenece.

Lo mismo le pasó a Antonela, que tiene un hijo y está embarazada. Ella sola mantiene su emprendiento, que es un local de ropa. El 2 de enero debía mudarse por la suba del alquiler, y el nuevo hogar le vino como anillo al dedo. Quiere poner un arco para que su nene patee la pelota, y una pelopincho para pasar el calor.

Analía tiene dos hijos y es trabajadora de limpieza en once casas, de lunes a sábado. Hasta el jueves vivía en un hogar prestado, y hacía veinte años estaba anotada en la lista de espera para recibir una casa. Llorando asegura que "no tenía esperanza", pero que ahora piensa en cómo decorar su propio hogar.

Tatiana y Raúl tienen dos hijas. Él repara celulares, ella hace las cuentas. "Tati" juega al fútbol en la liga femenina local, es arquera en el Club El Fortín de la Invencible. Cuenta que quiere poner una huerta en el fondo de su nueva casa, para tener sus propios alimentos.

Ayelén y Manuel tienen 3 hijas. Vivían los cinco en una habitación prestada. Ella vende comidas, él es empleado de una semillera de Salto, y también se desempeña como albañil. En su nuevo hogar ya planean poner un local de comida para que Ayelén trabaje más cómoda.

Yanet y Richard tienen un hijo y dos sobrinas que viven con ellos. Ella vive de changas, juega en el club Sport y hasta participó en el seleccionado femenino de Salto. Esperar con ansias hacer su primer asado e invitar a toda la familia.

Hector y Marisa pasan los 40 años. Él es pintor de obra y es pensionado por discapacidad, ya que no escucha de su oido izquierdo. Juntos harán un gallinero, pero él aclara que no llevará sus cuatro gallos para no despertar a los vecinos.

Marina tiene dos hijas, trabaja en una casa de comidas y tiene mascotas. Su hija más grande estudia Derecho en la Universidad Nacional de La Plata, y vive en la pensión estatal que el municipio mantiene en la capital bonaerense. La madre de Marina, de casi ochenta años, vino desde Santiago del Estero para acompañarla en la entrega de la vivienda. Lloran abrazadas ante el aplauso que también las abraza a ellas.