Victoria Villarruel tiene voluntad de protagonismo y se esfuerza en imprimirle al Senado, su nuevo patio trasero, el ritmo que le había esquivado el último año de gobierno del Frente de Todos. Es así que, mientras la atención está centrada en la Cámara de Diputados y el tratamiento de la Ley Ómnibus, la presidenta del Senado decidió cerrar el 2023 convocando siete comisiones y dejando trascender, incluso, que pretendía sesionar la segunda semana de enero. ¿El tema? Boleta Única de Papel, que fue aprobada en Diputados hace un año y medio y había terminado durmiendo el sueño de los justos en la Cámara alta debido al rechazo del peronismo. Con su nueva mayoría circunstancial, sin embargo, Villarruel pretende convertirla en ley antes de que terminen las sesiones extraordinarias.
Es una carrera de velocidad o, más bien, una competencia para mostrar quién pone en funcionamiento el Congreso primero. Victoria Villarruel y Martín Menem trabajan juntos en cada reunión de gabinete, pero después, cuando arriban a sus respectivos ámbitos de influencia --el Senado para la vice, la Cámara de Diputados para Menem--, se miden y rivalizan por el reconocimiento de Javier Milei. Menem mantiene un vínculo más estrecho con el presidente, pero Villarruel necesita pelear por retornar a la mesa de toma de decisiones de la cual expulsaron poco después de haber ganado las elecciones. La vice quiere demostrar su valía y pretende hacerlo rompiendo con el mito del bloqueo en el Senado. Para hacerlo, logró tejer una mayoría de 39 senadores con todos los bloques de la oposición menos el peronismo: y es con este número que fantasea con poner en funcionamiento la Cámara alta.
Boleta Única de Papel
Incluida en el temario de sesiones extraordinarias, el proyecto de Boleta Única de Papel comenzará a tratarse en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia el miércoles a las 17.30. El objetivo de Villarruel es tratarlo y dictaminarlo ahí mismo, sin introducirle modificaciones, de modo de poder llevarlo al recinto la semana siguiente y convertirlo en ley.
La BUP había sido aprobada en Diputados en junio de 2022 como resultado de una mayoría circunstancial que había logrado tejer toda la oposición al entonces gobierno del FdT. En ese momento, la oposición se había anotado un triunfo al lograr la media sanción contra los deseos del FdT, por más que todos sabían que luego se estancaría en el Senado (en donde el peronismo tenía el control). Pero pasó el tiempo, cambió el gobierno y, ahora, impulsado por Guillermo Francos, el nuevo oficialismo pretende tomar el tema y convertirlo en ley.
Para que la jugada tenga éxito, el oficialismo tiene que asegurarse 37 de los 39 senadores, ya que las reformas electorales requieren mayoría absoluta. De repetirse los votos en Diputados, el oficialismo estaría muy cerca de conseguir su sanción, aunque hay varias incógnitas. Una es la de el entrerriano Edgardo Kueider, que presidirá la comisión de Asuntos Constitucionales: Kueider es uno de los peronistas díscolos que había roto con el FdT, pero había manifestado (en el pasado) que había que introducirle modificaciones al proyecto. La iniciativa aprobada propone un sistema electoral similar al cordobés --en donde toda la oferta electoral nacional se encuentra en una sola boleta-- y el entrerriano había deslizado que prefería un sistema más similar al santafecino --es decir, una boleta por categoría--, aunque hoy su entorno desliza que considera que el tema debe debatirse en el recinto.
Más allá de la buena predisposición de varios opositores amigables, el número está justo y no son pocos los senadores enojados con Villarruel. Los santacruceños, por ejemplo, le echan en cara no haberle entregado despachos que les había prometido. Hay senadores oficialistas, a su vez, que están ofendidos por el reparto de las comisiones. UxP no quiere darle nada y Villarruel se arriesga a chocar si fuerza demasiado su nueva mayoría.
El viernes, Villarruel pasó a la firma la conformación de siete comisiones: Asuntos Constitucionales, Justicia, Acuerdos, Relaciones Exteriores y Culto, Presupuesto, Legislación General, y Asuntos Administrativos y Municipales. En todas las comisiones, el conglomerado de los 39 tendrá mayoría: 10 sillas en las de 17 integrantes y 11 en las de 19. Esta nueva mayoría, que Villarruel logró tejer para la sesión preparatoria de hace dos semanas, incluye a todos los partidos menos a Unión por la Patria: La Libertad Avanza (7 senadores), la UCR (13), el PRO (7), Cambia Federal (4), Unidad Federal (3), los 2 del Frente para la Concordia misionero, los 2 santacruceños que responden al gobernador Claudio Vidal y la rionegrina que responde a Alberto Weretilneck. "El grupo motosierra", los apodó la senadora Juliana Di Tullio.
Villarruel mandó, a su vez, los nombres de los ocho senadores que integrarán la Bicameral de Trámite Legislativo que tiene que estudiar el DNU desregulador enviado por Milei. Ahora hay otro en camino como anunciaron en la Casa Rosada. Todavía no hay fecha para su conformación --hay una intención del oficialismo de aplazar la convocatoria lo más posible--, pero al menos ya se conocen los senadores que la integrarán: Juan Carlos Pagotto (LLA), Víctor Zimmermann (UCR), Luis Juez (PRO), Juan Carlos Romero (Cambia Federal), Carlos Espinola (Unidad Federal), Anabel Fernández Sagasti (UxP), Mariano Recalde (UxP) y María Teresa González (UxP).