Aunque ya era vox populi, un día finalmente se firmó el divorcio de Juntos por el Cambio. Ocurrió con la creación de un nuevo bloque, llamado Hacemos Coalición Federal, que reúne a los seguidores de Elisa Carrió, a diputados de los gobernadores del PRO y a los cordobeses de Juan Schiaretti. Si bien el objetivo de la creación de este bloque fue táctico (sumar número para no perder lugares en las comisiones y otros espacios dentro de Diputados), marca el final del interbloque de Juntos por el Cambio. Quienes orquestaron esta jugada señalan que cada sector está jugando su juego: los radicales andan en sus discusiones internas, el PRO está dividido en tres y no termina de admitirlo y los gobernadores son el único frente en común que sigue existiendo, pero sobre todo porque lo necesitan para sobrevivir al ajuste que les promete el presidente Javier Milei.
La rosca previa
La ruptura final se fue gestando de a poco, y tuvo su comienzo en las sesiones preparatorias del Congreso. Ahí comenzaron los diálogos entre los que hoy integran este nuevo bloque para ver si se conformaba algo nuevo, que se alejara sobre todo de la idea de "cogobierno" que plantea el expresidente Mauricio Macri.
Un dato: en las conversaciones también estaban incluidos los radicales, que hace poco lograron reunificar sus bloques en uno solo de 34 bancas, bajo la conducción de Rodrigo De Loredo, que encara un perfil moderado ante el nuevo Gobierno. Es decir que la idea original era que el nuevo bloque incluyera a los correligionarios. Dicho de otra forma: a todos menos al PRO.
Los protagonistas del diálogo fueron el presidente del ex bloque Cambio Federal Miguel Ángel Pichetto -un bloque orquestado por los gobernadores cercanos al PRO- y Maximiliano Ferraro, mano derecha de Elisa Carrió, a los que se fueron sumando los cordobeses. Siempre la idea fue hacer un bloque opositor fuerte que tuviera presencia en las comisiones. "Influyó mucho que Cristian Ritondo y Germán Martinez cerraron un acuerdo por el cual las comisiones se discutían por bloque. Si nos quedábamos divididos en bloques muy pequeños, perdíamos", reconoce uno de los orquestadores del nuevo bloque.
De hecho, el nuevo bloque se anunció al filo de que se empiece a discutir la conformación de las comisiones. Ya habían postulado a Nicolás Massot para la comisión bicameral de tratamiento legislativo permanente, que es la que deberá analizar el DNU.
La conformación
El comunicado firmó la disolución final de lo que alguna vez fue el interbloque de Juntos por el Cambio. Anunció que los lilitos, los cordobeses y los de Cambio Federal se unían bajo un solo frente, llamado Hacemos Coalición Federal, integrado por 23 diputados.
Hay que decir que la conformación es variopinta: en un mismo bloque, convivirán así Ricardo López Murphy y Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Natalia De la Sota, entre otros nuevos pares que comenzarán a reconocerse a partir de ahora. Por sus discursos públicos, formar este bloque parece ser una forma de tomar distancia de la línea de "cogobierno" que plantea el sector del PRO que conduce Macri.
El presidente de este nuevo bloque es Miguel Ángel Pichetto, que deberá mostrar su cintura política para contenerlos a todos (López Murphy, por ejemplo, es un ferviente defensor de las reformas de Milei, mientras que en el bloque al fuertes detractores, como los socialistas que también integran este espacio, como Esteban Paulón). El vicepresidente Carlos Gutiérrez y el secretario Juan Manuel López, cercano a Carrió. "El bloque se fue conformando naturalmente entre los que teníamos intención de dialogar", advirtió López.
Afuera quedaron los radicales. ¿Por qué? "Están demasiado ensimismados en sus propias internas. Y cuidando mucho a sus cinco gobernadores", fue la lectura que hicieron desde el nuevo bloque.
El fin del PRO
El proceso de conformación de este bloque marca algo que ya se sabía pero que no se había blanqueado: el interbloque de Juntos por el Cambio ya no existe más. De hecho, en ningún momento formó parte de las conversaciones que el PRO integrara también este espacio: "Están divididos en tres y peleando su interna", describen.
Esos tres sectores del PRO son: el de Patricia Bullrich, que se alínea de forma automática con Milei; el de Macri, que hasta ahora también tiene un apoyo férreo de todas las decisiones, incluso las que chocan de frente contra la Constitución y el Congreso; y el de Horacio Rodríguez Larreta, que viene marcando diferencias.
De todos los sectores del PRO, el que más posibilidades tiene de -en algún momento de los próximos tiempos- romper e irse a este nuevo bloque es el del larretismo. No obstante, en esta etapa, decidieron permanecer unidos dentro del bloque del PRO. Es que en la discusión que tuvieron al comienzo del mandato de Milei decidieron darse 90 días de tregua sin rupturas, ni cambios de conducción (sigue Ritondo al frente). Después de eso, el larretismo verá, sobre todo, en función de qué nivel de popularidad conserva el Gobierno de Milei.
-Vamos a ver, después de todos los aumentos, a cuántos les sigue pareciendo tan simpático -murmuraban en espacio que integran los partidarios de Larreta.
"Juntos por el Cambio también era una alianza parlamentaria. Se terminó como interbloque que coordinaba. La mesa nacional tampoco existe como coordinación. No quiere decir que no pueda volver a existir de algún modo", indican en el nuevo bloque de Diputados. Queda la Liga de Gobernadores, que ya demostró que no controla la actividad en el Congreso en un encuentro donde chocaron de frente contra los diputados de Bullrich.
No obstante, nadie cierra la puerta a un reencuentro en el futuro, pensando en las elecciones de medio término. Pero, por ahora, este nuevo bloque tomó toda la distancia que pudo de Macri y su coautoría de los ajustes que se vienen. La clave de cómo se comportará Hacemos Coalición Federal se verá cuando se empiecen a votar las nuevas leyes y se discuta el megaDNU.