A dos semanas del intenso temporal que azotó Buenos Aires y su área metropolitana, más de 4000 hogares de la zona del Delta de Tigre aún carecen de suministro eléctrico. Edenor, la empresa responsable del servicio, prometió restablecer la energía en los próximos días.
Aproximadamente 4.078 clientes continúan sin suministro eléctrico, luego del temporal del 17 de diciembre. La empresa explicó que las ráfagas de hasta 120 km/h derribaron 501 árboles y unos 299 postes de luz, causando daños significativos que requieren una inversión de alrededor de 12 mil millones de pesos para su reparación.
En este contexto, la compañia privada de energía sostuvo que "el 56% de los clientes afectados ya cuenta con suministro", pero justificó las demoras para el resto señalando que las características topográficas del Delta complicaron las reparaciones, y que la crecida del río posterior al temporal obstaculizó los trabajos.
De igual forma, sostuvieron que "trabajan a diario" para transportar los materiales para restablecer el servicio y anunciaron que se organizó una mesa de trabajo para analizar soluciones técnicas y mejorar la calidad del servicio en la zona.
Detallaron que disponen de dos helicópteros para recorrer las Islas para la identificación de daños; cuatro barcos para transporte de materiales y equipos; 21 lanchas de transporte de equipos móviles y disposición de grupos electrógenos.
El reclamo de los vecinos del Delta
El sábado, alrededor de 300 vecinos llevaron a cabo una movilización en botes y lanchas sobre el río Tigre en demanda del restablecimiento del suministro eléctrico, con carteles con consignas como "Necesidad y urgencia", "Queremos luz YA" y "Sin luz no hay trabajo.
"En el Delta viven unas 15 mil personas. No tenemos el dato exacto, pero un 60% aproximadamente debe estar afectado", contó un isleño. La falta de electricidad afectó el cotidiano de los habitantes de la isla, quienes se sienten "desamparados".
"Nos afecta en todo sentido. En la isla somos electrodependientes. El único servicio público que llega al delta es la luz. Cuando no tenés luz, no tenés agua. Estamos de verdad atravesando una situación muy complicada, de emergencia. No hay acceso a nada", explicó a Télam Verónica Parada, una artesana de 45 años que vive hace dos décadas en la primera sección de la isla junto a su familia.
Además, resaltó cómo la falta de suministro afecta las labores del isleño: "Nosotros queremos laburar y poder progresar en la isla. Así perdés lo que tenés, no solamente la comida, sino la gente que labura, los que fabrican dulces, los artesanos. Hay muchos talleres, madereras, pequeñas industrias en el Delta y esto te parte al medio".