En un enfrentamiento directo, la fuerza naval de Estados Unidos respondió a un ataque de los rebeldes en el Mar Rojo.La confrontación tuvo lugar en respuesta a una llamada de socorro del barco de Maersk, y se registraron tres embarcaciones hutíes hundidas en el proceso.
La Armada estadounidense llevó a cabo una operación este domingo en el Mar Rojo, hundiendo tres barcos pertenecientes a los rebeldes hutíes, una milicia islamista que tiene aterrorizada a toda la zona marítima. La acción respondió al ataque de los insurgentes a un carguero en esta vía, ahora considerada de alto riesgo.
Según el Pentágono, helicópteros de la Armada, desplegados desde el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower y el destructor Gravely, llevaron adelante la operación. Después de que los hutíes dispararon contra los helicópteros, estos respondieron en "legítima defensa", hundiendo tres de los cuatro barcos rebeldes y causando la muerte de la tripulación. El cuarto barco logró escapar.
La solicitud de asistencia provino del Maersk Hangzhou, un portacontenedores con bandera de Singapur y propiedad de Dinamarca, que afirmó haber sido atacado por segunda vez en 24 horas en el Mar Rojo. Previamente, el buque ya había sido blanco de dos misiles balísticos lanzados desde territorio yemení controlado por los hutíes.
Dos fuentes del puerto de Hodeida, en Yemen, controlado por los hutíes, informaron sobre la muerte de al menos diez milicianos en el ataque a las embarcaciones.
La compañía danesa Maersk anunció la suspensión del tránsito de sus navíos por el Mar Rojo durante 48 horas después del anuncio de la operación estadounidense.
Estos ataques hutíes en el Mar Rojo, respaldados por Irán, interrumpieron el comercio mundial, llevando a Estados Unidos a establecer una fuerza naval multinacional para proteger a los buques en esta zona estratégica. La situación obligó a las principales compañías navieras a optar por la ruta más larga y costosa del Cabo de Buena Esperanza en África, en lugar de utilizar el Canal de Suez, afectando significativamente el movimiento de mercancías entre Asia y Europa.
El máximo comandante de las fuerzas navales estadounidenses en Medio Oriente expresó su preocupación por la falta de señales de los hutíes para poner fin a sus "imprudentes" ataques contra barcos comerciales en el Mar Rojo. Mientras más países se unen a la coalición para proteger a los buques en la zona, Gran Bretaña afirmó que Irán tiene la responsabilidad de prevenir los ataques de los rebeldes hutíes en esta región. El ministro de Relaciones Exteriores británico subrayó que Irán comparte la responsabilidad de estos ataques.
Este no fue el primer incidente entre el Maersk Hangzhou y los hutíes. Días antes, Estados Unidos había derribado dos misiles lanzados por los rebeldes y dirigidos al buque mercante. Este enfrentamiento representa la primera confrontación directa entre Estados Unidos y los hutíes, marcando un cambio en las dinámicas de conflicto en la región.
Yahya Sarea, portavoz militar de los hutíes, anunció que al menos diez miembros de sus filas murieron en la confrontación. En este contexto afirmó que las acciones de Estados Unidos no impedirán que Yemen cumpla con su "deber religioso, moral y humanitario" en apoyo a Palestina.