Cinco miembros de la Guardia Costera japonesa murieron al chocar en tierra su aeronave con otra, en un aeropuerto de Tokio. Ocurrió a las 17:47 hora local en el aeropuerto de Haneda, cuando el vuelo 516 de Japan Airlines procedente de Sapporo colisionó con el avión de los guardacostas al aterrizar. Un motor del vuelo comercial se incendió y el fuego fue sofocado después por los bomberos, mientras se procedió a cerrar todas las pistas del aeropuerto.
De los 379 ocupantes del avión de Japan Airlines que fueron evacuados, 17 resultaron heridos, mientras que de los seis ocupantes de la aeronave de los guardacostas, solo el capitán sobrevivió, gravemente herido. "Hubo un ruido sordo y pensé que era un aterrizaje brusco, pero no sabía que se había producido un accidente", dijo uno de los pasajeros en declaraciones a NHK y añadió que "no se emitió ningún anuncio claro para salir corriendo".
Aunque todavía se están investigando las causas del accidente, Yoshio Seguchi, subdirector de la Guardia Costera de Japón, dijo en una rueda de prensa que recibieron un informe del capitán de la nave, quien habría informado que "el avión explotó en la pista y que él logró escapar".
El avión de la Guardia Costera se dirigía a su base en el aeropuerto de Niigata con el fin de entregar ayuda humanitaria a las personas afectadas por el terremoto de 7,6 grados que sacudió el lunes el oeste del país.
En imágenes tomadas por las cámaras del aeropuerto se puede ver al avión de pasajeros rodando por la pista antes de que una gran explosión dejara una estela de llamas tras la aeronave.
Tras el incendio, se montó un impresionante operativo, con más de 70 camiones de bomberos y rescatistas. Así se logró evacuar a salvo a las personas que se encontraban en el Airbus. La pista quedó cubierta de escombros y restos del avión.
El accidente obligó al aeropuerto de Haneda a cerrar sus cuatro pistas mientras prosiguen las investigaciones, aunque las autoridades esperan reanudar las operaciones. Tanto JAL como All Nippon Airways (ANA) cancelaron todos sus vuelos con llegada y salida a Haneda tras el mismo. El avión de pasajeros que se incendió es un Airbus A350, dijo JAL, mientras que la Guardia Costera de Japón dijo que su avión es un Bombardier DHC8-300.
Uchida, un pasajero que estaba sentado junto a una ventanilla del avión comercial, dijo que no percibió el choque pero al ver llamas cerca de un ala, pensó: “Este es el final; voy a morir”. En dos minutos las puertas se abrieron y todos pudieron salir.
Ryosuke Sakamoto, un hombre de 55 años, dijo que vio humo y que a pesar de la tensa situación, las personas prácticamente no entraron en pánico y mantuvieron la calma: “Me siento mal al decir esto, pero yo sentí como si estuviese en un show de televisión, aunque creo que pienso esto porque pude escapar con seguridad”.
La oficina del primer ministro, Fumio Kishida, creó un grupo de enlace para recopilar información, y este solicitó a los ministros de carteras relevantes que hagan "todos los esfuerzos posibles para investigar la colisión".
"Hemos recibido informes de que la tripulación y los pasajeros están a salvo. Aún estamos confirmando los detalles con el control del tráfico aéreo para conocer la causa del accidente", dijo un responsable de la Oficina de Aviación Civil del ministerio de Tierra nipón.
En 1985, cuando se vino abajo el vuelo 123 de Japan Air Lines, el jefe de mantenimiento Hiroo Tominaga se degolló con un cuchillo como disculpa a los familiares y para limpiar el honor de la empresa y de su propia familia. Habrá que ver qué derivas inesperadas pueda tener este accidente a posteriori.
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