El Gobierno se reunirá este jueves con una comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) para abordar el acuerdo de deuda por 45 mil millones de dólares firmado por la administración de Mauricio Macri, que desde entonces condiciona la economía y desata altos índices de inflación.

El encuentro estará encabezado por el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, y uno de los temas inevitables será el próximo vencimiento que la Argentina deberá pagar para obtener un desembolso postergado desde noviembre, antes del balotaje presidencial.

Lo que se sabe hasta ahora es que la reunión estará "en línea con renegociar el acuerdo caído, como es de público conocimiento, por no haber cumplido con el acuerdo y que el mismo se encuentre virtualmente caído", según intentó explicar el vocero Manuel Adorni.

Si bien se trata de la primera conversación formal que habrá con el organismo multilateral desde la asunción de Javier Milei, no es la primera vez que los ahora funcionarios se sientan frente a frente con la comitiva que responde a Kristalina Georgieva.

En agosto pasado, una vez obtenido el triunfo en las PASO, el propio Milei con el entonces aspirante a ministro Caputo concretaron un viaje relámpago a Washington para entrevistarse con la cúpula del FMI.

Hasta allí llevó su “plan motosierra” con el axioma que adelantó a la prensa durante la campaña presidencial: “Hacer un ajuste fiscal más profundo que el del FMI”, había dicho Milei.

Por lo pronto, uno de los puntos sobre los que se conversará el jueves próximo será el pago de 1.900 millones de dólares que Argentina deberá afrontar este mes.

En caso que las conversaciones puedan encauzarse hacia la confección del Staff Report Argentina, podría encaminarse a tener los fondos necesarios para hacer el pago sin debilitar las reservas. O bien lograr una postergación parcial del vencimiento.

Una opción para ganar tiempo es postergar el vencimiento para el 31 de enero, tal como se hizo en otras oportunidades y esperar hasta ese momento la aprobación del Directorio.

El FMI tiene pendiente un desembolso por 2.600 millones de dólares que debía realizarse en noviembre, pero que no tuvo tratamiento porque el ex ministro Sergio Massa se había negado a aplicar una devaluación del 100 por ciento exigida por el organismo, y había pedido una postergación de varias definiciones hasta después del balotaje.

Se estima que Caputo intentará reponer el cronograma de desembolsos ya que Argentina debe seguir cumpliendo con los pagos si quiere seguir con el acuerdo en pie. Entrar en default significaría un proceso mucho más complicado para recomponer la relación, que incluso haría caer acuerdos conexos como con el Club de París que inhabilitaría créditos para las empresas nacionales.