Las petroleras finalmente aplicaron este miércoles un nuevo aumento de los combustibles de alrededor del 27 por ciento, que se suma a los incrementos de 30 y 37 por ciento dispuestos el mes pasado. De este modo, en menos de 30 días la nafta súper de YPF trepó 125 por ciento, la Premium 118 por ciento, el gasoil común 124 por ciento y el gasoil Premium 111 por ciento.

El año pasado, luego de las PASO del 13 de agosto, el gobierno de Alberto Fernández le dio luz verde a una suba de 12,5 por ciento en el precio de los combustibles y luego negoció un congelamiento con las petroleras hasta el 31 de octubre. Aquel freno a las subas en medio de una aceleración inflacionaria derivó en una crisis de abastecimiento de combustibles en el tramo final la campaña electoral.


Luego de la primera vuelta, el ministro de Economía Sergio Massa autorizó una suba de 10 por ciento y cuando finalmente el oficialismo perdió las elecciones en el balotaje del 19 de noviembre los controles quedaron de lado y las petroleras aplicaron tres fortísimos aumentos que fueron cada vez de mayor porcentaje. El 25 de noviembre subieron un 15 por ciento, el 8 de diciembre un 30 por ciento y el 13 de diciembre un 37 por ciento. De ese modo, las petroleras no solo recuperaron el atraso que llevaban con respecto a la inflación, sino que terminaron el año con un ajuste por encima de la evolución promedio de los precios. Las consultoras estiman que el 2023 cerró con un 220 por ciento de inflación, pero YPF subió la nafta súper un 266 por ciento y la nafta Premium un 268 por ciento.

Ahora las petroleras volvieron a aumentar en torno a un 27 por ciento. Por caso, la petrolera Puma estableció los siguientes precios sugeridos por litro: Súper a 794 pesos; Diésel 500 a 887 pesos; Diésel 800 a 912 pesos; MAX premium a 970 pesos; e ION a 1.005 pesos. Con estos nuevos valores, la compañía efectuó un incremento general promedio del 26,5 por ciento.

El objetivo ya no es mantenerse en línea con relación a la inflación sino que los combustibles alcancen la paridad de exportación, para lo cual se espera que vuelva a subir al menos un 20 por ciento en febrero, siempre y cuando el dólar se mantenga en los niveles actuales y la cotización internacional del crudo no sufra variaciones significativas.

El presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos, afirmó que el Gobierno nacional apunta a "llevar el precio de los combustibles a la paridad de exportación", es decir a lo que cuesta a nivel internacional.

Si bien dijo que los costos dependen de la cotización del tipo de cambio y el valor del petróleo, Castellanos también señaló que la política gubernamental influye pues indicó que la "pauta actual es la libertad de precios".

"Se debe apuntar a una fluctuación libre, sin el control indirecto que hoy ejerce el Gobierno en el mercado a través de YPF", afirmó el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, en una entrevista al portal especializado Surtidores, antes de la asunción del presidente Javier Milei.

"Ya se había anunciado que iba a haber un incremento de importancia pero no sabíamos la fecha ni el porcentaje, con lo cual nos llamó la atención que fuera un porcentaje bastante alto", expresó Castellanos en declaraciones a radio La Red.

En este sentido, remarcó que el sector estaba esperando que se recuperara el atraso que tiene el precio de los combustibles, porque sus costos siguen a la inflación y sus ingresos al precio. "Pero esto ya ocurrió en diciembre y con el último aumento de ese mes desapareció ese atraso que había en el precio, y ahora apareció este otro aumento que tendrá que ver con algunas de las variables que manejan las refinerías, como tipo de cambio, valor del crudo", añadió.

Por su parte, el economista y director de la consultora Energía y Economía, Nicolás Arceo, se mostró a favor del ajuste al considerar que la liberalización de los precios de los combustibles y la paridad entre los precios internos y de exportación "garantiza mayores niveles de inversión". "El objetivo es llegar a un 'export parity' (paridad entre precios internos y de exportación) relativamente rápido, que, en definitiva, garantiza mayores niveles de inversión", comentó Arceo en diálogo con Radio con Vos. Para llegar a esa paridad -comentó- falta aún un "20 por ciento más o menos de incremento a lo largo de los próximos meses", más allá de la inflación acumulada.

En tanto, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, afirmó que la suba de los combustibles "sin ninguna duda, va a afectar al comercio, a la industria, a los trabajadores y donde más se ve, en forma inmediatamente reflejado, es en las góndolas".

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