El Senado arranca hoy el debate de uno de los 664 artículos de la mega Ley ómnibus que el presidente ultraderechista Javier Milei envió al Congreso como una de las prioridades de su Gobierno: la implementación de la Boleta Unica de Papel (BUP) en reemplazo de la tradicional boleta partidaria a partir de la elección legislativa de 2025. Una iniciativa que tiene el respaldo de gran parte del arco opositor, especialmente de lo que fue Juntos por el Cambio, que logró darle media sanción en 2022 en Diputados y que La Libertad Avanza (LLA) quiere convertir en ley la semana próxima en la Cámara alta. En tanto, el interbloque de Unión por la Patria –que se opone en minoría al cambio del instrumento electoral— se reunió ayer para designar sus senadores en la comisiones y evaluó la estrategia que terminarán por definir este miércoles para afrontar el debate.
El plenario de las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales del Senado que debatirá la BUP está citado para la tarde. Aunque antes deberán reunirse por separado para formalizar su integración y la designación de sus autoridades. Si bien el pacto que selló la vicepresidenta Victoria Villarruel con los bloques no k --para desplazarlos--, se garantizó una mayoría holgada en las comisiones y le puso nombre y apellido a sus presidencias: el libertario riojano Juan Carlos Pogotto (LLA) comandará Justicia y Asuntos Penales, y el peronista entrerriano Edgardo Kueider (UF) Asuntos Constitucionales.
Con lo que la BUP tiene allanado el camino para un dictamen favorable que buscarán emitir este miércoles para llevarlo al recinto el 10 ó el 11 de enero y convertirlo en ley. El proyecto fue aprobado por Diputados en junio de 2022 por 132 votos a favor del UCR, el PRO, el peronismo disidente, la CC y LLA, además de bloques menores alineados con partidos provinciales. En contra votaron 104 diputados, en su mayoría del entonces oficialista Frente de Todos (FdT), y la abstención del Frente de Izquierda (FIT).
La letra chica de la reforma
El proyecto original que aprobó la Cámara baja establece se aplicará en las elecciones generales para elegir presidente, vicepresidente, senadores, diputados y legisladores del Mercosur, pero dispone que en estas últimas dos categorías solo aparecerán nombres y fotos de sólo los primeros cinco candidatos. Pero también que el mismo sistema de BUP se utilizará para las PASO, aunque la derogación de las primarias está incluida en el megaproyecto de ley de reforma del Estado que Milei envió al Congreso y todavía con un destino incierto. Un punto que igual no se tocaría porque la modificación obligaría que el proyecto vuelva a Diputados, y que terminaría por saldarse si las Paso se terminan por anular como propone Milei.
El texto permite votar la lista completa y utilizar el mismo sistema de BUP --si así lo autoriza el sistema electoral provincial--, para la elección local, aunque especifica que se deberá hacer en boletas y urna separadas. Tal como se hizo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las últimas elecciones con las Boleta Única para elegir jefe de Gobierno. Además, el proyecto también vuelve a autorizar el voto por correo electrónico a los extranjeros que se aplicó hasta las elecciones de 2019.
"No es prioridad"
En tanto, el interbloque de senadores de UxP se reunió ayer para designar a sus representantes en ambas comisiones, cuestión que había sido postergada ya que el decreto firmado por Villarruel dio a conocer su integración de acuerdo con el pacto que selló con el resto de los bloques no K y sin los senadores de la bancada que es la primera minoría en la Cámara alta.
Para conformar la comisión de Asuntos Constitucionales, UxP designó a Sergio Leavy, José Neder, Sandra Mendoza, Mariano Recalde, María Inés Pilatti Vergara, María Florencia López, Silvia Sapag y Daniel Bensusán. Mientras que Oscar Parrilli, Carolina Moisés, Antonio Rodas, Carlos Linares, María Eugenia Duré, Martín Donate y María López, serán sus representes en la comisión de Justicia y Asuntos Penales.
Todos ellos volverán a reunirse en la previa al plenario de comisiones para pulir la estrategia que llevarán a un debate, que no consideran prioritario para las necesidades que atraviesa el grueso de la población.