Medio siglo de trabajo silencioso nos deja como resultado, este puñado de veinte sonetos endecasílabos de admirable intensidad. Ascensión a la Rosa de Ricardo Morelli evidencia un itinerario donde el poeta nos introduce en su búsqueda expresiva y vivencial... Pero retrocedamos a la década de los ´70. En ese tiempo aspiraba a ser músico, pero sólo quedó el intento. De todos modos, la música se evidencia en todos los libros que posteriormente escribiría; las tendencias son diversas: jazz, clásico, rock, blues, tango; al mismo, como lector, profundiza en los clásicos, los surrealistas, los románticos, los malditos franceses, los místicos, los tratados de alquimia, como también en los poetas marginales y lunfardescos; también frecuenta a Ernesto Sábato. Éste lee con atención su poesía y Morelli recibe el impulso definitivo que lo marcará de por vida: respirar poesía para sentir la pasión de vivir. Publica nueve libros. Todos producidos con un rigor tan marcado que el hecho de escribir se confunde con la obsesión. Escribe y corrige sin medida. Tanto es así que, hoy, reniega de un libro publicado en los ´80 (Los 22 Arcanos). Arrepentido de aquel apuro en publicar, decide pagar la culpa, llamándose a silencio por 14 años. Durante ese lapso sólo se contiene en la corrección perpetua. Luego, impulsado por la escritora, poeta y docente, Graciela Maturo, quien lo recomienda a Alejandrina Devéscovi, poeta y editora de “Botella al Mar”, publica El sueño y los sortilegios en 1998. Releyendo los Sonetti Lussuriosi de Pietro Aretino, fue que volvieron a visitarlo generosas musas-putas y, en menos de un año, compuso sus Veinte sonetos lujuriosos y un lamento desesperado, y Sonetos sin forro, dos libros publicados en un solo volumen en 2008. Alguna crítica especuló que “en la Argentina, Morelli es el único poeta pornógrafo”. Esta caracterización, más que como crítica hiriente, Morelli la aceptó como un cumplido. Frecuentador de la poesía lunfardesca, hizo su aporte creativo en 2009 con su Chamuyo mistongo, seguido en 2011 de Púa y cafúa. A modo de homenaje, en 2016 dio a conocer Instantáneas, poemas en sextina donde retrata aspectos particulares de sesenta y cuatro personajes públicamente conocidos; se complementa la edición con Haiku y paráfrasis. Compuestos en octava real, en 2018 volvió a los versos libertinos; libro que circuló como edición privada bajo el título de Octavas obscenas.

El escritor Ricardo Morelli.

 

Ferviente admirador del gran poeta francés Gérard de Nerval, Ricardo Morelli, con su propio sello “Styx Ediciones”, decidió publicar en 2020 un libro fundamental del gran poeta francés: Las Quimeras, Otras Quimeras y Cartas a Jenny Colon, traducido por María Renata Segura. En el año 2021, aborda el poema en verso libre y escribe Tango quiroide, que se imprimió en edición bilingüe (español-francés). Para hablar de Ascensión a la Rosa, de reciente publicación, hay que remitirse al momento en que Morelli escuchaba por enésima vez A Love Supreme, álbum que John Coltrane compuso en 1965. Dicha obra fue concebida como un disco espiritual, característico de una búsqueda personal de pureza, amor y perfección, y que el gran saxofonista grabó con su cuarteto; la composición se divide en cuatro movimientos: Acknowledgement, Resolution, Pursuance y Psalms... En ese momento, y en determinado pasaje musical, el poeta recibió instantáneamente, casi por transferencia espiritual más que empatía formal, la esencia pura del libro soñado. Dicho libro se compone de veinte sonetos, divididos en cuatro secciones de cinco poesías cada una (tal el álbum ya mencionado de Coltrane), donde cada sección corresponde a cada uno de los cuatro elementos. Así, surge este hermoso libro; como la fruta madura saltando del árbol que la concibió. En el prólogo, el poeta y ensayista Fernando Sánchez Zinny, dice: “Es éste un ámbito de búsqueda, de enigmas y de emblemas, regido por la proporción y la medida, pues la buena disposición y los trabajos del peregrino sólo apuntan a ser admitido como tal y nunca a alcanzar premio adicional alguno, que siempre le será ajeno”. A esto, el poeta y editor Luis O. Tedesco, agrega: “Dos cualidades distinguen el buen quehacer de la poesía: uno es la musicalidad de sus versos; otro, el sentido que invoca esa entonación. En este nuevo libro de Ricardo Morelli, la perfección de sus endecasílabos, junto con la robusta musculatura del soneto, nos transportan a una trascendencia donde los habitantes de lo sagrado visten el ropaje sensual de las sensaciones más íntimas del cuerpo humano”. Además, y concluyendo, vale recordar el libro Desatormentándonos (2020) de José María Marcos, en el que este narrador rinde homenaje al álbum de igual título de Luis Alberto Spinetta y el grupo de rock Pescado Rabioso. Del mismo modo, Ricardo Morelli logra su propósito, poéticamente, descifrando la meta del saxofonista John Coltrane quien, casi como un ruego, decía: “No sé lo que estoy buscando. No sé qué es. Sé que tendré ese sentimiento cuando lo obtenga…, y seguiré buscando”. Coltrane tuvo ese sentimiento tan ansiado cuando compuso “Un amor supremo”, considerada por los especialistas la cumbre de su música. En Ascensión a la Rosa, Ricardo Morelli descubre la misma felicidad, tanto para él mismo como para los lectores, al resumir toda su poesía en este libro que además de exquisito, es prodigioso y ejemplar.