Con el peronismo decididamente en contra del DNU de Javier Milei y el PRO alineado casi de forma automática a favor, los bloques que empiezan a pivotear para definir la suerte del decreto en el Congreso son el de los radicales y Hacemos Coalición Federal. En la UCR, hay un sector que rechaza el DNU desde lo institucional pero comparte el contenido, y otro que ya directamente está buscando cómo encontrar la contorsión legal para aprobarlo, aunque sea en parte. La Coalición Cívica no quiere mostrarse como obstruccionista, pero sigue cuestionando amplias partes del DNU y también de la Ley Ómnibus. Sobre esta última, los gobernadores patagónicos, con Nacho Torres (Chubut) del PRO a la cabeza, salieron a cuestionar los cambios en la pesca.
En el Congreso, las distintas fuerzas políticas todavía no terminaron de definir qué harán con cada uno de los cientos de temas que Milei les puso en agenda en una semana. Hay quienes se quejan de la poca seriedad de querer tratar infinidad de cuestiones masivas y muy diversas en días, con un Milei que constantemente los apura y les lanza advertencias. Otros remarcan que en el oficialismo hay "demasiada improvisación".
En la oposición, no obstante, y particularmente en aquellas partes que conformaron Juntos por el Cambio tampoco hay mucha claridad. El PRO parece mayormente alineado con Milei (excepto el sector de Horacio Rodríguez Larreta, que no sabe aún qué hará a la hora de votar). Ese sector comparte la misma preocupación que algunos radicales: no quedar pegados al kirchnerismo en una votación. Hay que entender que para esos sectores esto último es tanto o más importante como los cambios que genera cada una de las normas que modifica Milei.
Carrió picante
La Coalición Cívica, que integra el nuevo bloque conducido por Miguel Pichetto, es quizás la que más viene planteando que si Milei no abre instancias de negociación, todo va camino al rechazo. Lo explicó en radio Juan López, cuando dijo: "Así como está no se puede aprobar. Yo no lo quiero rechazar inmediatamente. Quiero intentar que el presidente entienda que lo tiene que discutir. Y que hay cosas que podemos subsanar y darle verdadera seguridad jurídica. Esta buena voluntad nuestra -porque el espíritu del DNU nos parece adecuado- tendría que tener una respuesta del presidente Milei. Acá hay un espíritu de colaboración a pesar de la herramienta excepcional, no conveniente y disvaliosa que él usó", remarcó.
En la Coalición Cívica, no ven una voluntad de Milei de negociar nada. "Al menos, por ahora. Pero se le va a complicar en lo judicial y ahí tendrá que ver que hace. Salvo que su intención sea fracasar", indican cerca de Carrió.
Para sumarle picante a la discusión, el titular de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, retuiteó un viejo posteo de Patricia Bullrich (que, hasta hace nada, era la presidenta del PRO): en el que ella dice: "¡Cambiaron República por Monarquía! Pretenden delegarle al presidente toda la actividad del Congreso de la Nación". El tuit es de 2019 y no se refiere a la delegación de facultades que reclama Milei aunque calza como anillo al dedo.
"Estimada Patricia, cómo no olvidarme de esta declaración tuya. Se dio luego de una reunión de la Mesa Nacional de JxC en la que fijamos posición. Yo sigo pensando igual, delegar facultades/estado de excepción no es un camino virtuoso para la República, el cambio y el desarrollo económico. El fin no justifica los medios. Una verdadera pena tu cambio de postura", le endilgó Ferraro, quien aclaró: "Nosotros no queremos obstruir, queremos trabajar seriamente y que se respete la división de poderes y el sistema republicano de gobierno".
UCR oscilante
El rol de los radicales puede ser central para definir la votación del DNU. Lo cierto es que, al menos un sector de la UCR, no parece ya escalizarse con el decreto que modificó 300 leyes juntas, sino que están buscando remedios para legalizar lo que plantea ese DNU. Ya lo dijo el flamante jefe de bloque en Diputados, Rodrigo De Loredo: "Nosotros no vamos a ser quienes vamos a rechazar in limine el DNU”.
Nuevamente, lo que se busca es alejarse lo más posible de "darle el gusto al kirchnerismo" en que el DNU sea rechazado. Surje clara, además, una coincidencia con los objetivos y las reformas del decreto. Por eso, siguen insistiendo en que si no fuera decreto sino proyecto de ley, hay mucho que podrían votar.
En cambio, la Ley Omnibus es otro cantar: la delegación de facultades, la derogación del Comple nacional, entre otras cuestiones, generan rechazo en otro sector de la UCR, más reactivo a votar todo.
A la pesca
A todo esto, los gobernadores de Juntos por el Cambio también intervienen. Como lo hizo Torres, que es del PRO pero que está entre los más enojados con las decisiones que viene tomando Milei con las provincias. Torres encabezó un comunicado con los otros gobernadores patagónicos (lo firman también Rolando Figueroa, Alberto Weretilneck, Claudio Vidal y Gustavo Melella) para cuestionar que el Gobierno nacional quiera "avanzar de manera inconsulta en una política pesquera".
El comunicado cuestiona que las reformas abren "el acceso del Mar Argentino a buques extranjeros: la modificatoria en la obligatoriedad de descarga en los puertos argentinos; la competencia desigual en los cupos de captura; y, finalmente, la eliminación de la obligatoriedad de contratar personal de nacionalidad argentina”.
Torres fue directo contra otro PRO, el asesor en las sombras Federico Sturzenegger: "Debe saber de pesca lo que yo sé de física nuclear", le dedicó.
Se sabe que los gobernadores tienen influencia sobre los senadores de sus provincias y los cambiemitas, sobre los bloques federales que crearon en ambas cámaras. Habrá que ver hasta qué punto el Gobierno nacional buscará tirar de la tanza con ellos.