5 - WISH: EL PODER DE LOS DESEOS
(Wish/Estados Unidos, 2023)
Dirección: Chris Buck y Fawn Veerasunthorn
Guion: Jennifer Lee y Allison Moore
Duración: 95 minutos
Estreno en salas
El 2023 no fue un año cualquiera para la casa de Mickey, Pluto y el Pato Donald. La compañía dedicó una buena parte de las actividades de los últimos doce meses a celebrar su primer siglo de vida. La fecha exacta del aniversario redondo fue el 16 de octubre, mismo día en el que, cien años atrás, Walt Disney y su hermano Roy fundaron The Disney Brothers, probablemente sin saber que se transformaría en un pulpo con múltiples unidades de negocios que abarcan desde la producción de series y películas y la venta de productos relacionados con ellas, hasta parques de juegos y la transmisión de deportes a través de ESPN y, en el caso de Sudamérica, la plataforma Star+. Pero la gran cereza del postre es Wish: El poder de los deseos, cuya estética combina dibujos digitales y a mano alzada como una forma de evocar los trazos característicos de la etapa bautismal de Disney.
El apoyar una pata en el pasado y otra en el presente es una constante a lo largo de los poco más de noventa minutos de duración de este largometraje dirigido a cuatro manos por Chris Buck (Frozen) y la hasta ahora animadora Fawn Veerasunthorn. Lógico: desde los primeros anuncios oficiales se subraya el carácter de homenaje de Wish. Un homenaje que no va más allá de un sinfín de guiños a la historia del estudio, lo que le da al film una pátina metadiscursiva más propia del universo de los superhéroes que de las producciones familiares del Castillo. De allí, entonces, que convivan elementos tan caros a la tradición de Disney como las princesas, las canciones, los animales antropomórficos, los villanos, la posibilidad de que los deseos se cumplan y la magia como aliada para sortear los obstáculos más difíciles.
El problema no es tanto la convivencia en sí como la manera en que los realizadores la ejecutan: acumulando situaciones y personajes reconocibles para los seguidores aun cuando esto implique retorcer los mecanismos del guion a cargo de Jennifer Lee y Allison Moore. Así como la protagonista, Asha, tiene la inevitable impronta de autosuficiencia de las heroínas del siglo XXI, los números musicales intentan (y no logran) darle espesura emotiva a esta historia centrada en el enfrentamiento entre ella y el Rey Maléfico, quien cada tanto intenta contentar a sus súbditos cumpliéndoles algún deseo. No cualquier deseo, desde ya, dado que no deben relacionarse con las funciones ni la permanencia del monarca.
Asha tiene 17, es aprendiz de hechicería y quiere que el elegido por el Rey sea su abuelo, quien acaba de cumplir 100 años, igual que Disney. Dado que eso no ocurre, y con la ayuda de una estrella mágica, ella descubrirá que Maléfico hace honor a su nombre y que lo de cumplir deseos es, simplemente, una manera de darle esperanzas a su pueblo. ¿Acaso el Rey es un populista? ¿Y Asha, una rebelde que busca romper ya no un orden familiar sino uno social? Ambas respuestas podrían ser afirmativas, salvo porque aquí esas cuestiones le interesan poco y nada. El asunto pasa por replicar situaciones mil veces vistas, incluyendo el alivio cómico a cargo de dos animalitos con los habituales comportamientos humanos, hasta llegar a un desenlace con un mensaje esperado puesto en boca de los personajes. Los créditos finales son acompañados por ilustraciones de personajes clásicos de las más de sesenta películas animadas de Disney. Para homenajes, con ese In Memorian era más que suficiente.