La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo dictó este miércoles una medida cautelar que suspende la aplicación del capítulo laboral del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) dictado por el gobierno de Javier Milei. La novedad en uno de los votos que fue en contra de los designios de Milei es que se agumentó citando a Juan Bautista Alberdi, acaso la principal referencia del presidente de la Nación.
El juez Alejandro Sudera tomó pasajes de la "inmortal obra" de Alberdi Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. Se trata del ensayo que sirvió de inspiración para la Constitución de 1853, la primera estable del país tras los proyectos constitucionales fallidos de 1819 y 1826.
"¿Qué importa que las leyes sean brillantes, si no han de ser respetadas? Lo que interesa es que se ejecuten, buenas o malas; ¿pero, cómo se obtendrá su ejecución si no hay un poder serio y eficaz que las haga ejecutar? ¿Teméis que el ejecutivo sea su principal infractor? En tal caso no habría más remedio que suprimirlo del todo", dice Alberdi aplicado al fallo por Sudera.
Sin embargo, el padre la Constitución se pregunta: "¿Pero podríais vivir sin gobierno? ¿Hay ejemplo de pueblo alguno sobre la tierra que subsista en un orden regular sin gobierno alguno?" El propio Alberdi da la respuesta: "No: luego tenéis necesidad vital de un gobierno o poder ejecutivo. ¿Lo haréis omnímodo y absoluto, para hacerlo más responsable, como se ha visto algunas veces durante las ansiedades de la revolución? No: en vez de dar el despotismo a un hombre, es mejor darlo a la ley".
En el cierre de la extensa cita, dice Alberdi: "Ya es una mejora el que la severidad sea ejercida por la Constitución y no por la voluntad de un hombre. Lo peor del despotismo no es su dureza, sino su inconsecuencia, y sólo la Constitución es inmutable". En negrita, se lee: "Dad al poder ejecutivo todo el poder posible, pero dádselo por medio de una Constitución".
Tras lo cual, ya con su voz, el juez manifestó que "las formas republicanas no son mera retórica, sino que hacen a la esencia misma del sistema".
Milei cita a Alberdi en demasía, más allá de la devoción por los economistas de la oscurísima escuela austríaca. El paquete de leyes que mandó al Congres, y que abarcan una enorme cantidad de reformas, fue enviado al Parlamento bajo el pomposo nombre de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos en una clara paráfrasis del texto alberdiano.
Por cierto que Alberdi prefiguró al lberalismo argentino. En pleno siglo XIX se anticipó casi dos siglos a la actual experiencia política de la Argentina si se lee con atención lo que sigue, y que pertenece a sus Escritos póstumos:
“Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto, ni conocen. Ser libre, para ellos no consiste en gobernarse a sí mismos, sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo. A fuerza de tomar y amar el gobierno como libertad, no quieren dividirlo, y en toda la participación de él dada a los otros ven un adulterio”.
También escribió esto, en la misma obra:
“La libertad de los otros, dicen ellos, es el despotismo; el gobierno es nuestro poder, es la verdadera libertad… Así, esos liberales toman con un candor angelical por libertad lo que no es en realidad sino el despotismo: es decir, la libertad del otro sustituida por la nuestra”.
El fallo y la cita de Sudera, así como estos pasajes del autor de El crimen de la guerra, no irían precisamente en la línea de lo que Milei considera el ideal aberdiano.